VALÈNCIA. El auge del turismo ha impulsado el crecimiento de la cadena valenciana Casual Hoteles. El grupo hotelero vive su particular época dorada' con récord de resultados y ocupación y sus perspectivas para este 2024 son muy positivas. Así, cerró 2023 con unos ingresos de 31,5 millones de euros, un 48% más que un año antes, mientras que el EBITDA pasó de los 4,3 millones de euros de 2022 a los 6,5 millones. Además, ha ido aumentando su oferta de establecimientos llegando a una oferta de 24 espacios en España, Italia y Portugal.
Ahora, arranca un nuevo año y la compañía tiene claro que su objetivo es consolidarse y seguir creciendo. El 'hambre' por abrir nuevos hoteles está ahí, pero su presidente, Juan Carlos Sanjuán, es prudente. "Este será el año de la estabilización. Van a aparecer oportunidades seguro y las intentaremos aprovechar, pero lo que hagamos será rentable y se podrá mantener en el tiempo", subraya.
Por ahora, su foco está en Italia, Lisboa y algún punto más de la geografía española. Aunque reconoce que València tiene margen de crecimiento, asegura que ya cuenta con buena presencia. Además, remarca que se debe hacer una reflexión sobre el modelo de ciudad que se quiere ante la proliferación de apartamentos turísticos ilegales que están surgiendo y su difícil convivencia con los vecinos de la ciudad. Asimismo, ve fundamental ampliar el aeropuerto de Manises y poner el foco en un turista más de "calidad que de cantidad".
-El turismo se encuentra en plena época dorada, como quedó patente en Fitur. ¿El sector ha dejado atrás los años complicados?
-Se han dejado atrás los años complicados, pero seguimos pagando los préstamos covid y el endeudamiento que tuvimos. No podemos olvidar que en pandemia fueron casi 17 meses en los que muchos hoteles permanecieron cerrados. Cierto es que estamos en un periodo de bonanza, pero también estamos pagando muchísima deuda que tuvimos que coger para salvar las empresas. Además, durante el cierre, muchos hoteles envejecieron y había que invertir en mejoras. Nosotros solo el año pasado llegamos a los 2 millones de euros para adecuación de los alojamientos y este año serán 1,4 millones.
-En este momento, ¿a cuánto asciende la deuda de Casual Hoteles y en cuántos años se va a liquidar?
-Multipliqué por tres la deuda que tenía entonces, rozando casi los dos dígitos, pero entre 2025-2027 quedará toda liquidada. Es verdad que los beneficios han crecido, pero no lo han hecho por tres ni tampoco la facturación como sí lo hizo la deuda. En el caso de Casual, ha crecido por tres la facturación pero de 2019 a 2023, pero no tengo las mismas unidades productivas porque he aumentado el número de hoteles al pasar de 18 a 24 y evidentemente se han incrementado los ingresos.
-La compañía ha cerrado 2023 con una facturación de 31,5 millones y un EBITDA de 6,5 millones, pero habla del lastre de la deuda. ¿Están las cuentas saneadas?
-Sí, la situación es sana. Tengo menos deuda que Ebidta, pero nos endeudamos de más para poder seguir adelante. Nos va muy bien y 2024 será un año muy bueno. Casual Hoteles tiene ya una marca reconocida y estamos en España, Italia y Portugal. El mercado está funcionando muy bien y está en pleno crecimiento y cuando crece el mercado, crecemos todos con él. Estamos en una ola, arriba surfeando, pero lo importante es saber cuándo nos vamos a quedar sin agua.
"La pandemia ha cambiado nuestra mentalidad; la gente quiere vivir"
-¿A qué achaca esa ola y ese dinamismo en el turismo teniendo en cuenta la coyuntura inflacionista actual?
-Creo que la pandemia ha cambiado al ser humano. El encierro y la muerte de mucha gente cercana y joven ha provocado que cambiara nuestra mentalidad. La gente quiere vivir y, aunque es cierto que algunos lo hacen por encima de sus posibilidades, lo que se está haciendo es dejar gastos superfluos como ropa o cambiar el coche cada cinco años porque se prefieren las experiencias. Es la sensación que tengo. Hablas con clientes y muchos en lugar de salir 15 días en agosto lo hacen tres veces al año, pero cinco días y diversifica. La gente ha salido cambiada de la covid.
-¿Cuándo "nos vamos a quedar sin agua en la ola" y se contraerá esta efervescencia?
-No lo sé. Si tuviera la respuesta la vendía (risas). Sí que es verdad que al final se irá balanceando, pero 2024 va a ser un año de crecimiento. Evidentemente no será lo mismo que 2023, pero será un buen ejercicio, pese a que yo a finales del pasado año era pesimista. Sin embargo, los datos me han quitado la razón y ahora mismo 2024 va a ser un año bastante bueno porque los indicadores van en positivo.
-¿Cuál es el margen de crecimiento de Casual Hoteles para 2024?
-Hemos marcado para este 2024 un crecimiento de en torno a un 4,7% a nivel de facturación por la subida del precio medio que hemos hecho ante las inversiones de mejora de hoteles que hemos acometido. Además, aún tenemos margen de subida. Esperamos crecer y ese el enfoque de 2024: seguir consolidando producto.
-Hace unos meses, en una entrevista anterior, habló precisamente de los precios y de que detectaba cierta burbuja. ¿Ya ha explotado o seguirán al alza?
-Creo que no ha explotado. El precio no lo marca el hotelero, sino el mercado. Si tengo 10 habitaciones y hay 30 personas que las quieren, los que estén dispuestos a pagar más se quedarán con ellas. Eso es lo que está pasando. Hablas con los hoteles y siempre están llenos. Yo en València he cerrado con un 85% de ocupación en enero y con precios medios muy superiores al año anterior. La sensación que tengo es que los precios se tienen que estabilizar y en algún momento habrá un crecimiento normal de entre un 2-3% en función del IPC, pero ahora la gente ha puesto el ocio como prioritario y está dispuesto a pagar. No obstante, se acabará regulando. Al final, es la ley de oferta y demanda. Los empresarios no hemos inventado nada.
-¿Cuánto subirá Casual Hoteles los precios este año?
-En 2023 subimos de media un 14% respecto de 2022 y este año será un alza de un 4,7% de media. Hay ciudades que van a crecer más como Florencia, que será casi de un 23%, pero, en cambio, en San Sebastián o Lisboa no los vamos a subir y en otras plazas será entre un 1-2%. Por tanto, la media de la cadena será de un 4,7%.
-¿Qué mercados se están comportando mejor?
-En València, por ejemplo, el mercado americano es el que ha experimentado un mayor crecimiento. Es verdad que es muy residual todavía porque representaba un 1%, pero ahora alcanza el 3% y detectamos que cada vez vienen más. El italiano y español se han mantenido y el francés también ha subido. Creo que el mercado americano y el asiático aún tienen que conocernos más.
-La cadena cuenta con una oferta que va desde hostales a alojamientos de dos, tres y cuatro estrellas. ¿Qué categoría está funcionando mejor en cuanto a niveles de ocupación?
-Cada vez más, el cliente no quiere ver la estrellas, que solo reflejan los servicios, sino que mira las valoraciones, ubicación... Busca un producto que le haga sentirse bien. ¿Cuáles funcionan mejor? Los que tienen mejor nota. Hay cuatro estrellas en València con una nota de 8 y otro de dos estrellas con 8,5 y este último lo vendo más caro que los de más estrellas porque la gente lo paga. El cliente se fija y valora los comentarios de otros huéspedes. No olvidemos que nos depositan su momento más débil, que es cuando duermen. Al final, instintivamente quieren seguridad, que la habitación esté limpia...
"Va a ser un año de estabilización para Casual Hoteles"
-La compañía siempre se ha caracterizado por su 'hambre' por crecer. ¿Tienen previstas nuevas aperturas?
-El hambre siempre está, pero va a ser un año de estabilización para Casual Hoteles. El mercado está complicado para nuevas incorporaciones porque cuando todo funciona, se vende y alquila caro y nosotros firmamos contratos a largo plazo y tenemos que ser responsables. Estamos abiertos a expandirnos, pero no es un momento de crecimiento como el de 2019, cuando sumamos cinco hoteles nuevos. Van a aparecer oportunidades seguro y las intentaremos aprovechar, pero lo que hagamos será rentable y se podrá mantener el tiempo.
-Pero, ¿está estudiando algún proyecto? ¿Tiene alguna propuesta encima de la mesa?
-Siempre hay algo encima de la mesa para firmar y estamos negociando algo, pero aún no está cerrado. En cualquier caso, siempre estoy analizando proyectos. Recibo una media de 500 al año, pero estudio un 10% y de ese porcentaje envío carta de intenciones y si tengo suerte saco dos hoteles. El objetivo, al final, es no poner en riesgo mi compañía. Si sale algo interesante como Florencia o Granada, que cerramos a finales del año pasado, lo estudiaremos. Si la inversión que hay que hacer es controlada y es un contrato perdurable en el tiempo y no se pone nada en riesgo, lo analizaremos como hemos hecho siempre porque el ADN de Casual Hoteles es crecer. Eso sí, lo que no voy a hacer es lo que hacen otros compañeros del sector que solo por crecer están cogiendo proyectos totalmente infumables. El otro día me ofrecieron en Alicante 13.000 euros de alquiler por habitación al año. Esa ciudad hoy por hoy lo soportará, pero cuando venga una crisis, que llegará porque la economía es cíclica, quien firme eso tendrá un problema mañana.
-¿Su idea es, por tanto, la explotación de inmuebles de terceros o baraja comprar edificios?
-Hoy por hoy tenemos muchos fondos cercanos que compran edificios y luego nos los alquilan y analizamos producto de ese estilo. No obstante, como los tipos de interés están tan altos, necesitan una rentabilidad y entran muchos factores en juego. Por eso, soy más favorable al alquiler porque solo depende de Casual Hoteles y se puede llegar a precios más razonables. Por ello, la idea es crecer vía alquiler.
-Aunque su crecimiento vaya a ser más controlado, ¿se plantea el salto fuera de Europa?
-Ahora mismo no estoy viendo nada fuera de las ubicaciones en las que estamos: España, Portugal e Italia. España es un mercado consolidado, pero en Portugal -donde tienen dos hoteles en Oporto y uno en Lisboa- queremos aumentar uno más en Lisboa. En Italia estamos en Florencia y vemos cosas en ciudades como Roma, Milán, Triestre, Venecia o Nápoles. Queremos algo más en estos destinos y cuando estén totalmente consolidados veremos si vamos a otros países. En su día hablábamos de llegar a 2025 con 30 hoteles y estar en Amsterdam, Bruselas o París. En nuestro mapa están, pero ahora mismo no buscamos en otros países porque queremos crecer en mercados en los que ya operamos por un tema de estructura y costes.
"Estudiamos la fusión con otra cadena, pero al final no se llegó a un acuerdo"
-¿Contempla la compra o la fusión con otras cadenas?
-Casual se plantea todo. La fusión con otra cadena ha estado presente, pero al final no llegamos a un acuerdo. Hemos estudiado la compra de pequeñas cadenas de 3-4 hoteles porque puede ser una vía de crecimiento, pero para eso el empresario tiene que querer salir y es complicado hacerlo cuando estas en un época de surfeo de ola la. Ahora mismo, el mercado, aunque se hacen operaciones y salen cosas, cada vez es más difícil.
-València poco a poco agranda su plaza hotelera con nuevas aperturas, ¿sigue habiendo oportunidades o está saturada?
-València tiene aún cierto margen de crecimiento hotelero. En mi caso, tengo ya una presencia suficientemente grande, pero otras cadenas necesitan estar aquí para tener presencia y como tienen esa necesidad pagan más que yo, que no tengo. Me llegan proyectos, pero son unos precios que hoy se pueden pagar, pero a futuro no. Por tanto, en València hay un crecimiento que cabe, pero no soltemos todo de golpe. Al final, los turistas son vecinos temporales que vienen a convivir con vecinos permanentes, que deben tener su calidad de vida y su experiencia. Lo que no podemos hacer es que el turismo mate al vecino que vive aquí y que, por ejemplo, los valencianos no podamos ir al Mercado Central.
-Entiendo que también se refiere al debate sobre los apartamentos turísticos. ¿Cuál es su opinión sobre este segmento que no para de crecer?
-Apartamentos turísticos sí, pero legales. Debe haber un número marcado por las licencias. Es un producto que pide el turista y debe existir, pero no puede impedir que el vecino viva en su ciudad. Al final, donde antes tenías una charcutería, ahora hay una tienda de souvenirs y donde antes había una peluquería, ahora un restaurante y no puedes vivir en el centro. Los apartamentos no hacen daño al turismo. De hecho, yo cuando viajo a veces los escojo. El problema es el apartamento turístico mal gestionado y no regulado. Una vez sepamos la planta que tenemos, veamos si son buenos para el vecino. Eso es lo que pasa con los hoteles, que para poder abrir tienen que ubicarse en una zona con capacidad, el PAI te lo tiene que permitir... Por tanto, ¿merece la pena seguir haciendo pisos turísticos en Ciutat Vella y que un valenciano no pueda vivir en ese barrio? ¿Estamos manejando los parámetros turísticos desde un prisma de ciudad o de empresa? Creo que tenemos que tener esa reflexión.
-¿Son una fuerte competencia?
-No es tanto por competencia porque ahora se van a abrir nuevos hoteles en València, que sí son competencia. Hablo de la legalidad porque los que son ilegales juegan con reglas del juego distintas: que paguen IBI, empleados, impuestos o IVA como hacemos todos. Además, esto provoca que no puedas alquilar vivienda residencial. ¿Qué queremos ser París en cuyo centro no vive ningún parisino? Creo que María José Catalá y Sandra Gómez deberían sentarse desde un prisma constructivo y no destructivo y dibujar qué ciudad queremos. Si se llega a un acuerdo para una amnistía, creo que dos partidos pueden llegar a un acuerdo sobre cuál es la mejor ciudad.
-La Generalitat se ha marcado el objetivo de ampliar los aeropuertos de la Comunitat para atraer más turistas. ¿Ve necesario aumentar la capacidad de Manises?
-Es fundamental. Manises es un aeropuerto pequeñito. Necesitamos una pista más porque no podemos coger ya más vuelos. En su día se apostó por un cliente más barato y que invierte menos. Por tanto, nos cuesta mucho recibir aviones privados, por lo que traer a clientes de lujo es más complicado. Es verdad que la política de evitar grandes eventos de PSPV y Compromís nos ha hecho mucho daño porque hemos perdido la Copa América, que se ha ido a Barcelona, o la F1, ahora en Madrid. Los grandes eventos traen mucho dinero, repercusión y un cliente de mayor perfil al que si le gusta el destino vuelve con familiares y dinero. Tenemos que tender a traer calidad y no cantidad y nuestro aeropuerto está enfocado a un cliente de cantidad. Es verdad que este público no podemos rechazarlo hasta tener uno de calidad y, para eso, necesitamos otra pista. Por tanto, es vital que el 'president' Carlos Mazón gestione con el Gobierno de España una nueva pista en el aeropuerto de Valencia o, de lo contrario, no podremos crecer mucho más.