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Entrevista al presidente de la cadena valenciana Casual Hoteles

Sanjuán (Casual Hoteles): "Detecto cierta burbuja turística de precios"

Foto: EDUARDO MANZANA
10/06/2023 - 

VALÈNCIA. El turismo fue uno de los sectores que más sufrió los efectos de la pandemia. Las restricciones y el cierre de fronteras obligaron a muchas cadenas hoteleras a cerrar sus puertas para contener el gasto ante la ausencia de visitantes. Una de las primeras en tomar esta decisión fue la valenciana Casual Hoteles, que ha vivido unos años complicados con un ERE de por medio. No obstante, tres años después, la compañía, dirigida por Juan Carlos Sanjuán, vuelve a la senda positiva y retoma su plan de expansión no solo por España, sino por Europa. 

Así, Casual Hoteles cerró el año 2022 con unos ingresos de 23,6 millones de euros, mientras que el resultado bruto de explotación (Ebitda) se situó en unos 5 millones de euros. Y sus previsiones de cara a los próximos ejercicios son halagüeñas. El encierro y el ahorro generado esos años ha provocado que en estos momentos haya un 'boom' turístico. Así lo detecta el empresario. "A nivel turístico, 2023 va a ser un año histórico. 2024 será bueno y, a partir de 2025, tengo serias dudas", señala. 

De hecho, Sanjuán asegura que la ocupación media en sus 24 hoteles roza el 80% y ya ha recuperado niveles previos a la pandemia. Y, a su vez, los precios se han incrementado. "Detecto cierta burbuja de precios, aunque no creo que vayan a subir más", admite. Una coyuntura que le permite retomar el crecimiento, aunque de forma moderada.

-Después de años complicados, la compañía vuelve a resultados positivos. ¿Cómo han sido estos ejercicios?

-Tuvimos que tomar decisiones complicadas como hacer un ERE, que hemos ganado en el Supremo, y renegociar con bancos y con propietarios. Todo ello hizo que la cadena pudiese salvarse. Posteriormente, volvimos al trabajo y a intentar hacer las cosas bien, aunque es más fácil hacerlo cuando la economía está de subida, como ahora. Al final, nos hemos salvado por el esfuerzo realizado y, sobre todo, porque creo en el proyecto y todos aquellos que se quedaron y los que han venido están sumado. Hemos conseguido que el turismo y Casual sean resilientes. 

-¿Se arrepiente de alguna decisión?

-De reabrir en junio de 2020. Fue un error hacerlo porque conllevó mucha frustración cuando volvimos a cerrar. Durante el periodo de pandemia nos blindamos. Al final, me arrepiento de lo que hago y no de lo que no hago y creo que hicimos lo que teníamos que hacer porque fueron momentos duros con decisiones muy complicadas. Hice todo lo que consideré que era lo mejor y, por eso, estamos aquí.

Foto: EDUARDO MANZANA

-Pero tuvieron que acometer un ERE...

-El ERE era coherente. Nosotros no queríamos destruir empleo, sino que pedíamos a nuestros compañeros que pasaran de fijos a ser fijos discontinuos porque no había producción. Bastantes aceptaron y ahora les ha mejorado el sueldo y hemos cumplido con todo aquello que nos pidieron, pero hubo otros que no quisieron y denunciaron. Ganamos en la Audiencia Nacional y también en el Supremo, con lo cual hemos sentado jurisprudencia de que hicimos bien las cosas. No queríamos destruir empleo. De hecho, volvería a hacerlo porque por falta de producción no podía hacer frente a los costes salariales y eso llevaba a la ruina a la compañía. Y, por coherencia y así lo ha visto su Señoría, lo que hicimos fue cambiar el modelo de contrato. 

De hecho, en la negociación ellos vinieron sin representación de ningún tipo y fuimos nosotros los que llevamos a un sindicato para que les asesorase. Queríamos que en todo momento estuvieran acompañados. Además, también queríamos evitar problemas y que todo fuera legal. En todo momento buscamos el bienestar de nuestros compañeros acompasado con el de la empresa.

-¿La empresa tuvo que recurrir a alguna ayuda externa como préstamos ICO? 

-Sí. Además de pedir préstamos ICO, que en su momento fueron una salvación y ahora son una lacra, tuvimos que refinanciar nuestra deuda con los bancos que nos ayudaron, pero pusieron muchos colaterales.   

-Además, tuvieron que vender uno de sus hoteles más emblemáticos de València. ¿Van a seguir esa línea?

-La venta de ese hotel fue fundamental y fue un acierto. En verano de 2020 todo el mundo me dijo que vendiera. Un empresario vive de sus decisiones y decidí no hacerlo en contra de todo mi equipo directivo porque tenía claro que de hacerlo me salvaba yo, pero no a la compañía. Vendí, por tanto, cuando creí que tenía que hacerlo, un año después, en el verano de 2021. Mi empresa no es patrimonialista y la mayoría son edificios alquilados, pero si llega una oferta interesante lo haré. 

-¿En qué situación está ahora Casual Hoteles?

-El año pasado acabamos facturando 23,2 millones de euros, duplicando la de 2019, y con 5 millones de Ebitda. En 2023 esperamos facturar cerca de 30 millones con entre 7 y 7,5 millones de Ebitda. Nuestro patrimonio es positivo y la empresa está totalmente saneada. 

-¿Qué medidas se han implementado en los hoteles para hacer frente a los sobrecostes actuales derivados de la inflación?

-La coyuntura actual ha tenido consecuencias directas para el negocio. Nos ha subido la luz, la lavandería y el coste salarial porque en abril bonificamos a más de la mitad de la plantilla y ahora en julio repartiremos parte del beneficio del año pasado... Seguimos colaborando y dando beneficios a nuestra gente. Los costes han subido, pero también los precios y eso ha compensado bastante. Yo no he mejorado y mi Ebitda es casi igual, pero la subida de precios ha absorbida el alza de costes.

Foto: EDUARDO MANZANA

-Hablando de esa subida de precios en los hoteles, ¿detecta cierta guerra en el mercado?

-Detecto cierta burbuja. Tengo la sensación de que la gente está saliendo por encima de sus posibilidades y de que estamos viviendo del ahorro y no de lo que generamos. La vida ha subido, pero seguimos viviendo como antes. El Banco Central Europeo (BCE) no puso en la coctelera cuando tomó la decisión de subir los tipos de interés que la gente viene de una pandemia y quiere vivir. Tengo la sensación de que estamos en una burbuja turística de precios y que no van a bajar a los niveles que había.

-¿Cuándo cree que tocarán techo?

-Creo y deseo que no van a subir mucho más. De hecho, ya se están estabilizando. El año 2024 va a ser muy bueno y muy parecido a 2023, que está siendo histórico. A partir de 2025 todos tenemos muchísimas dudas de lo que puede pasar.

-A nivel de ocupación, ¿cómo va este 2023?

-Estamos en cifras precovid y rondamos el 88-90% de ocupación. Enero, febrero y marzo son meses flojos, pero abril y mayo fueron buenos, y, a partir de ahí, la ocupación media ronda el 90%. Lo que hemos notado es un cambio brutal en la subida de precios y en los clientes que viajaban con su mascota, sobre todo por parte del cliente individual.

-Dado que Casual tiene presencia en diferentes plazas, ¿existen diferentes a nivel de ocupación, precios o prioridades de los clientes?¿Alguna se está comportando mejor que otras?

-Se ha recuperado todo por igual. Incluso, en precios han mejorado más otras ciudades que València, que antes costaba 80-90 euros y ahora está en 120-130 euros. Todas las ciudades han subido en ocupación y en precios. Mi valor medio de abril en València fueron 112 euros; y en Málaga, 127 euros, que es una ciudad parecida a València.  

-La compañía ya ha retomado su expansión. ¿En qué punto se encuentra? ¿Hacia dónde va la compañía?

-Hemos ido creciendo. El año pasado abrimos Florencia, Bilbao, Benidorm y Barcelona y ahora tenemos 24 hoteles. Seguimos con el mismo hambre de crecimiento, pero uno de los colaterales que tenemos con los bancos es que la expansión tiene que ser aprobada por ellos y, sobre todo, una de las condiciones que tenemos es que sea sostenible. Ahora mismo, los precios están elevados porque las propiedades tienen unas inquietudes y buscan rentabilidades muy elevadas que, para mí, no son sostenibles en el tiempo. Por tanto, buscamos proyectos en los que el propietario entienda que ahora va tener que ganar un poco menos para dentro de unos años ganar lo mismo. 

-¿Qué busca Casual a la hora de abrir un nuevo alojamiento?

-Hoteles en los que la rentabilidad sea sostenible. Si el propietario eso no lo quiere entender, no me interesa. Ahora, lo que nos hemos encontrado es que la mayoría de propietarios de inmuebles quieren alquilar a unos precios que no son sostenibles. Sin embargo, hay otros que sí lo están entiendo, principalmente porque son hoteleros. El que es un inversor solo mira números. Por tanto, en 2023 no esperamos ninguna apertura porque no vemos capacidad razonable.

Además, tiene que existir un feeling con los propietarios. Luego buscamos ubicación y que el edificio no tenga un tamaño mayor de 80 habitaciones porque Casual Hoteles es una cadena pequeña.

-¿En qué mercados está el foco?

-Estamos analizando Lisboa, Roma, Milán, Florencia, Venecia y Nápoles. En España, seguimos mirando en Madrid, Barcelona, Málaga, Sevilla y Cádiz. En València nos ha llegado una propuesta que estamos viendo, pero en la ciudad no queremos crecer más. Nuestro plan estratégico es tener 30 hoteles en 2025, es decir, cinco más de los que tenemos. Pero ni tenemos un fondo ni un inversor detrás, por lo que si no hay oportunidades no voy a complicarme la vida.

Foto: EDUARDO MANZANA

-La compañía proyectó hace tres años un hotel en la calle Pascual y Genís de València. De hecho, el cartel sigue ahí. ¿Qué ha pasado para que siga parado?

-El proyecto está parado. Es un tema delicado porque tenemos un pequeño litigio con la propiedad. Hemos intentado llegar a un entente amistoso por activa y por pasiva, pero ellos no lo tienen a bien y prefieren ir a juicio. Por tanto, las cosas se dirimirán en un juzgado.

-Desde el sector se ha criticado la tasa turística. El PP, que ganó las elecciones tanto en València como en la Comunitat Valenciana, ya ha dicho que no la va a aplicar. ¿Cuál es su opinión? ¿Era el momento de articularla?

-Creo que no era el momento y que es un mayúsculo error. Sigo pensando que creernos el ombligo del mundo es un error. València es bonita y es una pasada de ciudad, pero no está preparada todavía porque no tiene un turismo maduro para poner una tasa turística. La tiene Lisboa, Baleares, Barcelona, Roma, Florencia, que son destinos maduros y donde la gente va sí o sí. Si metes una tasa donde tus compañeros no la tienen vas a encontrar un valor diferencial que te va a tumbar. El cliente verá que València le cuesta seis euros más por noche y Málaga no. Si estoy tres noches son casi 20 euros y hay gente que por ese dinero no va a un sitio porque con ellos come o cena. No sé si va a pasar, pero puede que ocurra. ¿Cuándo sería partidario de una tasa turística? En momentos en los que el cliente está contigo como en Fallas o verano. 

-¿Debería haber sido estacional?

-Tal cual. Si en Fallas quieren venir que paguen un poco más. Eso no lo veo mal. Ahora bien, ponerla todo el año en épocas como de noviembre a diciembre o en febrero nos va a hacer un daño brutal. Y luego cuando lo lloremos, tengamos problemas, haya gente en el paro y cierren hoteles, el político de turno dirá que la culpa es de la economía y no se acordará que pusieron una tasa.

-¿Qué previsiones tiene Casual Hoteles de cara a este ejercicio y los siguientes?

-2023 va a ser histórico, aunque no olvidemos que las empresas se han tenido que endeudar por el covid y hay que devolver mucho dinero, por lo que no quiere decir que nos vayamos a forrar. Por otro lado, 2024 será un año bueno y, a partir de 2025, tengo serias dudas. Tenemos un año y medio interesante si no pasa nada macro, pero en 2025 hay una mayúscula incógnita porque ahora el ciudadano está viviendo del ahorro y no del exceso de salario que tiene. 2025 dependerá de la economía y puede haber una crisis monumental o una recesión soportable.

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