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entrevista al síndic del pspv en les corts

Manolo Mata: "Veo razonable aplazar los presupuestos a después de las elecciones"

20/10/2019 - 

VALÈNCIA. El síndic socialista en Les Corts y vicesecretarion general del PSPV, Manolo Mata (València, 1959), está viviendo una época dorada de influencia y protagonismo desde la llegada al poder del Botànic I y II.

Desde siempre ha tenido fans y detractores en su propio partido: los primeros, probablemente, se deben a su excelente oratoria y a su atrevimiento a expresar ideas que muchos piensan y pocos manifiestan públicamente; los segundos, suelen coincidir en la desconfianza que les provoca el recuerdo de distintos procesos internos dentro del PSPV.

Al margen de todo ello, la visibilidad e incidencia que posee le convierten en un indiscutible referente en la formación socialista. La responsabilidad de llevar el timón en Les Corts y ser una de las voces que escucha el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, son dos de los factores que han agrandado su figura política en los últimos años. Mata se sienta con Valencia Plaza para analizar la actualidad política en este inicio de legislatura.

-El pasado jueves se debatió en Les Corts la posibilidad de abrir una comisión de investigación por la quita del IVF al Grupo Zeta que terminó con la adquisición del periódico Mediterráneo por Prensa Ibérica. Una comisión que no se producirá porque fue rechazada con los votos de su partido de los socios del Botànic, Compromís y Unides Podem. ¿Por qué decían semanas atrás que no había problema en que Puig compareciera a dar explicaciones y luego rechazan la comisión de investigación?
-Hay un informe de la Abogacía de la Generalitat que dice que no hay incompatibilidad ni conflicto de intereses. Y es más, hay un informe de la Oficina de Conflicto de Intereses que lo recibe el interesado, Ximo Puig, y la consellera de Transparencia. Es un informe exhaustivo elaborado por personas autónomas que dice que no tiene ninguna responsabilidad. Además, también compareció el director del IVF, Manuel Illueca, y nuestros socios del Botànic II -Compromís y Unides Podem-, sin haberles pedido nada, llegaron a la conclusión de que no era necesario investigar esa cuestión.

-El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se ausentó el jueves del debate para ir precisamente a un acto organizado por ese diario del que es accionista. ¿Le parece oportuno?
-Creo que en este asunto están todas las cartas sobre la mesa y cada uno puede opinar lo que quiera. Hay gente que dice: "Podía haber puesto sus participaciones a nombre de otro miembro de su familia y no pasaría nada". Eso me hubiera parecido más grave que lo que es.  El presidente lleva 30 años diciendo que tiene acciones de ese periódico, concretamente el 1,17%, y éste diario pertenece a un grupo potente que tiene una línea editorial diferente en Castellón, Valencia y Alicante. Esto nadie lo analiza. Por ejemplo, el periódico que más 'caña' nos da en Alicante es Información o también, podría subrayarse que Mediterráneo de Castellón es un periódico más bien conservador. Lo que me pregunto es qué habría pasado si la deuda de Pecsa la hubiera comprado Vocento u otra empresa editorial. Pues lo diré: la actuación hubiera sido exactamente lo misma. Y por último, cuando uno es dueño del 1,17% de una empresa en la que el accionista mayoritario es potente y quiere seguir en el negocio, tus acciones valen cero. 

-No era esa la pregunta.
-No creo que se deban tomar decisiones por el qué dirán.

-¿No ve ningún problema entonces en eso ni siquiera de estética?
-No, porque sé que él y yo mismo tenemos la conciencia tranquila sobre eso. Además, pensad que ese tipo de actos los periódicos los fijan con meses de antelación, con lo cual ya estaba prevista su asistencia. Hay gente que también salió a decir que el presidente estaba blanqueando la imagen de Gimeno, que en su momento reconoció haber financiado a la Gürtel. Entonces, ¿donde vaya Gimeno tú ya no puedes ir? O lo que dice Podemos: que no se le den contratos a las empresas que financiaron a la Gürtel. Eso no se puede hacer porque esas empresas pueden seguir trabajando con la Administración si ganan los concursos.

-¿Y cómo les sentó que Compromís decidiera ausentarse en ese debate?
-Pienso que eso se debe a que creen que el PSPV del Ayuntamiento de València está teniendo un comportamiento desleal con Giuseppe Grezzi por el asunto de la EMT. Esa es mi interpretación. Al final, el grupo socialista lo que ha pedido es que Grezzi no esté presente en las declaraciones de los trabajadores de la EMT. Es algo que me parece normal y coherente en términos jurídicos: si un trabajador de la EMT va a la comisión y dice lo que sea y eso acaba en un juzgado, ese trabajador puede decir entonces que dijo aquello porque estaba su 'jefe' delante y no quiso meter la pata. Es absurdo que esté presente, la verdad. Lo que quiere Grezzi es que si algún subordinado se siente incómodo por su presencia o la de otro, que lo diga y esa persona saldrá de la comisión, lo cual me parece una peor solución. Creo que Grezzi lo está viviendo de una manera muy intensa y lo ve de una forma mientras el resto lo ve de otra. Compromís lo que hizo el otro día es escenificar que apoya a su compañero a muerte y demostrar que en situaciones complicadas para alguien del gobierno todos tenemos margen de maniobra. 

-Por cerrar el fraude de la EMT, ¿qué opina de la maniobra de contraataque de Compromís de relevar a la socialista Sandra Gómez de la comisión delegada del Consorcio Valencia 2007?
-Compromís tiene un concepto fálico de la política. Cuando digo fálico me refiero a jugar 'a ver quién puede más'. Y en este tema no tienen razón porque no es una cuestión de fastidiar a Grezzi, porque sólo estamos hablando de que no esté presente cuando comparezca un trabajador de la empresa porque creemos que es bueno para la investigación. Si no lo interpretan así, pues creo que se están equivocando.

-Se está percibiendo la tensión por la ajustada ventaja que tiene el Botànic II en Les Corts respecto al bloque de derechas. ¿Van a volver a plantear que se agrupen las votaciones?
-Yo lo planteé y otros dijeron que no. Si ellos lo replantean, nosotros lo estudiaremos.

-Hasta ahora el PSPV no ha hecho preguntas al presidente en Les Corts. ¿Piensa que debería hacerlo?
-Alguna vez quizá lo haga. El presidente no está por la labor aunque yo sí que lo haría. ¡No está de más hablar bien cinco minutos del gobierno! (ríe).

-Hace unos meses, el ahora vicepresidente segundo del Consell, Rubén Martínez Dalmau (Podemos), dijo en una entrevista: "No podemos poner a un profesional de la política como Ximo Puig a liderar el Botànic". ¿Cómo es la relación con él ahora?
-Excelente. Hay sintonía personal y comprensión política. Es muy fácil hablar mal de la política cuando estás fuera, pero cuando estás dentro... Para mí, él es ya un profesional de la política aunque lleve poco tiempo. De hecho, lo hace bien en mi opinión.

-Podemos mantiene su intención de sacar adelante cuestiones planteadas en el pasado mandato como la reforma del Estatuto de Expresidentes. ¿Cómo afrontan esa negociación?
-Nosotros siempre hemos dicho lo mismo. Se puede mejorar el Estatuto de Expresidentes y de hecho impulsamos unas mejoras en la ley que se rechazaron en su día. Ahora bien, uno de los puntos esenciales que es que los expresidentes si quieren puedan estar en el Consell Jurídic Consultiu (CJC) y yo lo voy a defender hasta el final porque son personas que han servido al pueblo valenciano. Los que son ladrones nunca se han acogido a esto ni tampoco los que tienen otras actividades o continúan en política. Pero yo, la verdad, no entendería que alguien que fuera, por ejemplo, funcionario volviera a tener que ser jefe de sección en un órgano administrativo cuando ha sido presidente de la Generalitat. En definitiva, estamos hablando de cinco personas. Otra cosa es que a uno lo condenen y lo inhabiliten y deba salir. En cualquier caso, la experiencia que tiene un presidente de la Generalitat es brutal a la hora de analizar leyes y pienso que no debe desaprovecharse su aportación.

-En noviembre caduca el mandato de cuatro consejeros de la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació. De momento, parece que hay acuerdo en que continúe Marc Pallarés y Vicente Cutanda. La renovación de Mar Iglesias depende del Consell del Audiovisual, por lo que sólo queda la incógnita de Rafa Xambó. ¿Es usted partidario de cambiarlo? 
-Dios me libre. Nosotros tenemos un órgano plural y cada grupo es responsable de lo miembros que nombre.

-Parece que la legislatura ha empezado con más dificultades en el Botànic II. ¿Lo achaca a causas externas como la inestabilidad estatal; a los problemas de confianza arrastrados de la pasada legislatura, a que ahora son más miembros en el Consell...? ¿O quizá a todas ellas?
-Es más difícil continuar algo que empezar una cosa nueva y más aún cuando llevábamos 20 años con el PP. La cotidianeidad no tiene nada de revolucionario. Las relaciones entre los miembros del gobierno están vinculadas a la empatía y no tanto por la pertenencia a formaciones políticas. Hemos tenido a secretarios autonómicos nuestros en consellerias de Compromís que se han llevado fenomenal y otros que se han llevado fatal. Martínez Dalmau y Rosa Pérez (Unides Podem) han encajado perfectamente en el sistema y el presidente tiene un carácter que le permite excelentes relaciones con los consellers. Probablemente el conflicto de verdad se produzca, en todo caso, entre Podemos y Compromís porque su espacio es más próximo y porque en los acuerdos del Botànic hemos tomado muchas decisiones transversales que afectan a las consellerias de Compromís y de Podemos y eso habrá que aprender a gestionarlo. Por otro lado, la inestabilidad en Madrid es demoledora porque no sabemos con qué parámetros estamos jugando.

-Hablando de los parámetros del Gobierno de España, ¿ve adecuada la opción de presentar los presupuestos después del 10N y no antes del 1 de noviembre?
-Para empezar, la opción de prorrogar los presupuestos no me parece una mala idea, siempre lo he dicho, porque ahora tenemos unas cuentas que crecieron un 9,9% pero es cierto que hay inconvenientes porque la movilidad de determinadas partidas como las de personal conllevaría complejidades. Por otro lado, aprobar un presupuesto nuevo tampoco estaría mal. Quizá sería un presupuesto de crecimiento cero respecto a este ejercicio pero reajustando las partidas con las consellerias nuevas y los programas nuevos, algo que veo factible. Ahora bien, imaginarme a los consellers compareciendo en Les Corts para explicar las cuentas a tres días de las elecciones me parece un drama para ellos y para los que les preguntan. No estaremos analizando un presupuesto en clave valenciana sino a ver quién la dice más gorda. Así que veo razonable buscar una fórmula para aplazar un poco el calendario y presentarlos algo más tarde para que salieran adelante en enero.

-Más allá de que no sea problemático que vean la luz unos días después, el asunto es que incumplirían la ley al no presentarlos antes del 1 de noviembre.
-Puedes presentarlos más tarde. En la mayoría de las comunidades autónomas se hace. Si pasan 15 días creo que nadie diría nada aunque evidentemente requeriría cierta comprensión por parte de todos.

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