VALÈNCIA. María Zamora se ha enterado de que ha sido elegida Premio Nacional de Cinematografía en una lonja de pescado en el puerto de Vigo. Estaba localizando para la próxima película de Carla Simón, que rodarán este verano. "Cuando me ha llamado el ministro, me ha costado creerle, pero al final era verdad", cuenta entre risas horas después de que se anunciase el galardón.
El jurado ha querido reconocer a la productora por “su apoyo al cine independiente y arriesgado. En su trayectoria, María Zamora ha fortalecido la presencia del cine independiente español en el mercado internacional, incidiendo en miradas sensibles y diversas”.
Además, el jurado ha recordado que María Zamora “en 2023 obtuvo la Concha de oro de San Sebastián a la película O corno así como su implicación en múltiples producciones que consiguieron ocho nominaciones a los Premios Goya de 2024”. La realidad es que Zamora es una de las productoras de cine independiente más importante del momento, siendo una de las principales responsables del descubrimiento de la escena de cineastas mujeres que ha vuelto a poner al cine español en el foco de los grandes festivales internacionales, con hitos como Alcarrás, de Carla Simón, o Creatura, de Elena Martín Gimeno.
Este premio, concedido anualmente por el Ministerio de Cultura, está dotado con 30.000 euros. Zamora, horas después de que se anunciase el galardón, atiende telefónicamente las preguntas de Culturplaza.
-El premio destaca tu apoyo al cine independiente español, siempre se ha dicho que eres la productora de las nuevas voces del cine español. ¿Esas voces estaban y solamente había que escucharlas, o sois las productoras las que habéis generado esa escena que ha llevado al cine español a cotas de éxito de crítica y público muy importantes?
- Yo creo que estaban y solo había que escucharlas. Es verdad que hay una generación de productores y productoras que hemos sabido escuchar esas voces; en mi caso, de cineastas mujeres que quizás estaban teniendo más dificultad para sacar adelante sus primeras o segundas películas. No soy la única, hemos sido un grupo de productores y productoras que hemos sabido ver que ahí había un talento, porque además las nuevas generaciones vienen hiper preparados y con muchísimas ganas de formarse, con ambición y quizás también con más referentes.
- ¿El cine español está cambiando, ya ha cambiado o simplemente hemos cambiado la mirada sobre él?
- Sí que hay una cierta apertura a otro tipo de cine que no se queda tan en los márgenes como antes. No se queda en esta etiqueta de cine de autor,
cine independiente marginal o experimental. Etiquetas de estas como muy de los márgenes, que no son tal porque luego tienen cierto éxito tanto en su repercusión internacional (y por tanto, nos representa más allá de nuestras fronteras) como en las propias taquillas. Hay cine de autor que está funcionando muy bien, y es algo que se ha visto más con la pandemia: se hacían muchas pelis “más estándares” (que se hacen como un poco de una misma forma y todas parecen la misma película) y la respuesta por parte del público ha sido poner en valor ese tipo de cine que es distinto que es más osado,y que habla de temas que están sobre la mesa y en la agenda social.
- Solemos hablar, en la pre-producción y la producción de las películas, en claves muy industriales, y casi siempre del agónico proceso de financiación. Tú, sin embargo, eres el ejemplo de una productora que hace un acompañamiento a las directoras en todo el proceso creativo.
- Yo trabajo de una forma bastante estrecha. Depende también de si son proyectos que nacen de mí o si son coproducciones. En todo caso, me gusta mucho acompañar también en lo creativo dede la gestación del proyecto. Soy muy de estar en rodaje y de estar en todos los procesos: me encanta el montaje, por ejemplo, y toda la parte postproducción, pero también acompañar cuando la película ya se tiene que compartir con el público.
Me gusta trabajar muy codo con codo con la directora y de forma que nos nutramos mutuamente. Por ejemplo, con Carla Simón participo también en sus procesos de guión o en sus procesos creativos de casting, pero también comparto con ella mis dudas de producción y de estrategia de si nos metemos en una co-producción con alguien o algún país en concreto. Es la forma en la que estoy más cómoda.
- ¿Qué ha supuesto en tu carrera el salto de crear Elastica Films?
- La verdad es que ha venido en un momento vital y profesional muy guay. Ha sido una coincidencia de los astros en los que de pronto todo el trabajo que llevábamos arrastrando ha hecho boom en tres años y ha florecido todo a la vez, tanto en la parte de producción como en la parte de distribución. Es una confluencia de proyectos, de la trayectoria de un ojo adquirido con el paso del tiempo, pero también una mezcla de suerte que hace que estemos en este momento maravilloso para nosotros. No tenemos queja.
- Hace apenas unos días entrasteis en la asociación de productoras Avant, eres miembro de la Academia Valenciana del Audiovisual… ¿Cuál queréis que sea la relación de la productora y de la distribuidora con el audiovisual valenciano? ¿Qué potencial le veis?
- Cuando nosotros decidimos montar Elástica, fue una declaración de intenciones muy clara decidir que la sede estuviera en Valencia. La razón social está allí y para mí era dejar claro que yo quiero, en algún momento, ser considerada una productora valenciana. Es verdad que llevo toda mi carrera desarrollada en Madrid, pero trabajo muchísimo en Cataluña o en Galicia. Con Valencia estaba trabajando menos, así que fue una cosa casi autoimpuesta: decirnos “venga, vamos a concentrarnos en Valencia” y vamos a ver si hay cosas. Yo creo que pronto podremos anunciar un director valenciano con el que vamos a trabajar y es un trabajo que va despacio, porque además la situación de la situación en Valencia es muy delicada y no ayuda a que empresas como la nuestra, que está más ubicada en Madrid, nos vayamos hacia allá.