VALÈNCIA. El economista Rafael Torres (València, 1967) lidia al frente de la Confederación de Empresarios del Comercio y Servicios de la Comunitat Valenciana (Cecoval) para eliminar todos los obstáculos que perjudican al pequeño comercio. Lo hace tras la marcha de Isabel Cosme, quien estuvo 11 años al frente de la organización.
Desde 2012 preside la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico de Valencia y lleva más de veinte años al frente de la joyería familiar tras pasar por empresas como Bancapital o Gillete. Ahora, ha recogido el testigo para liderar la fusión de Cecoval y Covaco, una posición que refrendará el próximo 30 de julio en la asamblea electoral de la confederación.
- En el mes de junio las grandes superficies empezaron a abrir de forma continuada en domingo. ¿Cómo está siendo?
- Es difícil medir a estas alturas el nivel de afectación. Al final lo importante es que es hay un pacto y que lo vamos a respetar. Todo el mundo sabe cuál es nuestra posición y es que no nos gustaría abrir los domingos. No por capricho, sino por todas las razones que hemos expuesto a lo largo de las negociaciones. No creemos que ese modelo repercuta en la generación de empleo y sobre todo en el que genera el pequeño comercio, que es mucho más estable y de mayor calidad.
Si al final por esta decisión asistimos a una desaparición progresiva de los comercios de proximidad será algo malísimo para la sociedad y para la economía. Hemos defendido un modelo y al final hemos llegado a un pacto, que dicho sea no nos gusta a nadie demasiado, por lo que debe ser un buen pacto porque todos hemos cedido. Además ha hecho coincidir el periodo de apertura con las supuestas rebajas, que parece ser que no están yendo todo lo bien que se suponía.
- ¿Está siendo una mala campaña de rebajas? Porque da la sensación de que el efecto llamada se ha ido diluyendo.
- Es obvio. Las rebajas han perdido todo el sentido. Estamos asistiendo a que los comercios, durante todo el año, están haciendo promociones, ofertas o descuentos. Al final eso genera una confusión tremenda en el consumidor. Ya no sabe cuándo va a haber rebajas, si están haciendo promociones para sacarse stock de temporada o simplemente no están vendiendo y hacen descuentos. Esto está provocando que los comercios tengan cada vez menos rentabilidad.
Estamos vendiendo fundamentalmente con descuento y es más difícil que el consumidor compre productos sin él. Pero pensamos que este modelo no es sostenible, además de verse incrementado por otros aspectos como la venta online. En muchos sectores la venta por internet se mueve fundamentalmente por descuentos y está produciendo un ahogo a la rentabilidad de los comercios que en absoluto es positiva.
- Mid Season Sale, Black Friday,... ¿Tienen que engancharse el pequeño comercio al carro de las grandes cadenas?
- Depende del carro que sea, si nos lleva a la desaparición o a la no rentabilidad no hay que sumarse. Desde Cecoval no podemos nunca decir que hay que sumarse a acciones como el Black Friday porque eso es muy personal de cada negocio. Sí que decimos que no estamos a favor de la desregulación de las rebajas porque hemos detectado que es un modelo que no beneficia. Pero no solo a los pequeños, a nadie. Estoy seguro que a muchos centros comerciales no les vendría demasiado mal ahora volver a una cierta regulación.
También es verdad que la venta online es libre, 24 horas al día, y ahí también se va a vender con ofertas y todo esto al final lo que hace es arrastrarnos. Es un nuevo escenario en el que creo que nadie está a gusto del todo porque todos estamos vendiendo con mucha menos rentabilidad, pero evidentemente es una ola que no podemos esquivar.
- ¿Se tiene alguna esperanza de que se vuelvan a regular las rebajas?
- Es complicado, porque al final internet funciona por libre, pero al final hay que intentar luchar por regular la venta online, no puede ser el cachondeo que es ahora. Viene Amazon o Alibaba y, ¿qué ley se les aplica? La de aquí, la de China,... Es decir, tendrá que haber una limitación a todo eso. Se está generando una venta que no repercute en nada a nuestro país. No quedan impuestos y todo el consumo que se está haciendo es como si estuviera realizando en el extranjero, y eso es un daño terrible para la economía. Por eso hay que hacer campañas de comunicación para el consumidor y sensibilizarle.
- ¿Cómo está asumiendo la digitalización el pequeño y mediano comercio?
- Estamos sumándonos. Desde las confederaciones estamos reclamando a la administración planes de inversión para la digitalización de los negocios. De hecho, ahora mismo hay un proyecto que se llama 'Ecommerce' en la conselleria y que estamos intentado definirlo con una dotación de cierta relevancia. Estará financiado por fondos europeos y Economía al 50% y en principio irá destinado exclusivamente a la digitalización del pequeño comercio. Es uno de nuestros grandes frentes junto con la venta ilegal.
- ¿Hay predisposición del pequeño comercio?
- Nos cuesta, porque al final mucho pequeño comercio no sabe ni siquiera por donde empezar. Es un mundo desconocido que les da cierto reparo y desde ese punto de vista las asociaciones de comercio somos las que tenemos que darles soporte, ayuda y asesoramiento y hacerle más fácil esa integración en el mundo digital.
Por otro lado, hay comercios que ya están muy digitalizados. Hay muchos especializados, digitalizados y a la última, más incluso que las grandes superficies. Lo que pasa es que tenemos distintos niveles, unos muy avanzados y otros muy retrasados. Hay negocios que son una o dos personas y no tienen tiempo de dedicarse a pensar en lo que necesitan, en hacer un plan y ven muy complicado enfrentarse a alguien que te diga lo que tienes que hacer. Pero eso es labor nuestra y tenemos que procurarles información y fondos de la administración. Pero quien no tenga cierta digitalización no va a subsistir.
- La venta ilegal es otro de los problemas del pequeño comercio. ¿Cómo solucionarlo?
- Hemos llegado a la conclusión de que el problema es enorme y estamos hartos de que nos tomen el pelo. Llevamos mucho tiempo hablando con todas las administraciones y detectamos que al final todas se quitan el muerto de encima y echan la culpa al otro. Al final, lo que hay es una dejación de funciones clarísima.
Estamos en conversaciones con la administración y vamos a exigir la creación de una mesa de trabajo en la que estén representadas todas las administraciones que tengan algo que ver con la venta ilegal. Ayuntamiento, Concejalía de Comercio, Concejalía de Seguridad Ciudadana, Concejalía de Desarrollo Económico, la alcaldía, Conselleria de Economía y si puede ser alguien del Ministerio, delegación de Gobierno y policía.
Queremos que se sienten para ver varias cosas. Una es si hay dejación de funciones. Otra es si hay descoordinación entre diferentes administraciones y si existen vacíos legales que necesiten que se cambien normas, leyes o reglamentos para dotar de armas a los agentes implicados en solucionar el problema. Por último, que hagan una declaración de si están a favor o en contra, porque muchos parecen que no están muy a favor de luchar contra esto.
- ¿A favor de la venta ilegal?
- Es un tema muy sensible y difícil que se ha puesto como muy de moda y nadie quiere meterse con los pobres señores que están llevándola a cabo, los manteros, porque son los más visibles. Es un colectivo desfavorecido, como tantos otros, y lo que tiene que hacer la administración es medidas sociales y procurar tener presupuesto para ayudar a esa gente a salir de las garras de las mafias. La solución no es permitir y fomentar las actividades ilegales, eso es marciano, pero es lo que está ocurriendo. Yo la solución no sé cuál es, porque no soy político.
- ¿Hay algo que estén haciendo otras comunidades que se puede aplicar en al Comunitat Valenciana?
- Algunas autonomías sí que están poniendo en marcha planes de comunicación importantes de cara a la ciudadanía para concienciar. Te dicen: "esto no está bien, compra en los comercios legales". Explican todas las ventajas que supone comprar en comercios legales, desde la calidad a cuestiones de sanidad, y luego todo lo que afecta a la economía, a la generación de empleo. Se calcula que se pierden más de 100.000 puestos de empleo en España al año en la venta ilegal. En España, que es más que la media, afecta entre un 9 y 10% de las ventas, lo cual es muchísimo.
Los 13 sectores más afectados por la venta ilegal tienen casi 8.000 millones de pérdidas en ventas venta por esta cuestión. No se trata de un problemita, es un problema muy grave, con mafias internacionales, con blanqueo de capitales y es lamentable que la administración esté mirando para otro lado por un tema de absoluta demagogia. Es demagogia barata y estamos haciendo una llamada a la delincuencia. Ya tenemos bastantes problemas el comercio como para soportar alguno más.
- La Concejalía de Desarrollo Económico anunció un plan para reactivar el comercio histórico. ¿Está siendo efectivo?
- Le agradezco a Sandra Gómez la idea, pero parece que esto no está dando mucho de sí. Es un tema estético, que no está mal, pero a nivel práctico eran muy pocos, no llegaban ni a la decena. El plan, al final, es demasiado condicionado a unos criterios, que puede ayudar a salvar puntualmente algo.
- Las franquicias se expanden en lugares clave de la ciudad, como la Plaza del Ayuntamiento. ¿Esto afecta al pequeño comercio?
- Es un problema que se está dando en la ciudad y parece que es muy difícil luchar contra ello. La administración debería, al menos, avanzar la ley de Protección de Comercio Emblemático y hacerla de manera seria. Están en ello pero hay que definir bien qué es protegible y qué no. Incluso los negocios se han quejado porque se está planteando protección total en algunas cuestiones que ellos no entienden. Si al final, esto impide que el negocio se traspase se está haciendo un daño grande.
Esta norma sirve para que, si se instaura una franquicia X, respeto ciertos elementos que dan personalidad a la ciudad, tanto externos como internos. ¿Qué tiene una ciudad como París? Es evidente que tiene unos determinados edificios, con unos determinados techos, los tejados de un color, eso da una personalidad y unicidad que hace que tenga un atractivo. Hay que intentar hacer esto aquí pero sin prohibir a nadie que pueda establecerse. Hay que tener cierto equilibrio ni llenar todo de un determinado tipo de negocio porque si no se expulsa al resto.
- ¿Cómo se percibe el estado del turismo en la ciudad de València?
- Hay quien está diciendo que el turismo está expulsando a los vecinos y al pequeño comercio. Pero yo creo que al comercio no lo está expulsando. Nos tiraríamos de los pelos si desapareciera el turismo de la ciudad. Se está poniendo de moda la turismofobia, algo que me parece absurdo. Entiendo el problema, y hay que afrontarlo, regular y exigir a quién hace actividades no regladas que lo corrija.
Pero el turismo es el primer motor económico de la ciudad y lo que hay que hacer es trabajar para sostenerlo. Además, según los datos, parece que esta situación de crecimiento ya se está terminando. Con la recuperación de Túnez, Portugal o Turquía esos diez millones de turistas prestados están empezando a buscar otros destinos. No quiere decir que España esté retrocediendo, sino que el número de turistas estaba condicionado.
La ciudad tiene que establecer políticas que vayan encaminadas a atraer turistas de más calidad. Se está iniciando ese camino gracias a la segmentación por productos como cultura, shopping o congresos. Además, este aumento de la calidad se ve en cuestiones como que los hoteles han subido el precio medio de las habitaciones y siguen llenándolas. Yo tengo esperanza de que esto no vaya a una masificación y el comercio debe adaptarse a la nueva situación. No ya para vender souvenirs, pero sí contratando a personal que hable ciertos idiomas, tener presencia online o realizar acuerdos con hoteles, por ejemplo.
- Entonces, ¿se ha adaptado el turismo al comercio online?
- Sí, nos vamos adaptando. Uno más rápido porque tienen más visión, se atreven a correr ciertos riesgos y se reinventan o se adaptan y a otros les cuesta más. Esto lleva a aperturas y cierres por la adaptación. Por ejemplo, hace poco hicimos un curso de Instagram de cuatro o cinco días y la gente está encantada. Ellos no saben si son herramientas caras, baratas o cómo hacerlo. Incluso hemos hecho jornadas de protección de datos. Hay que hacerles llegar todas las nuevas normativas y herramientas para que modernicen su negocio a todos los niveles.
- ¿Se ha recuperado el consumo interno desde la crisis?
- Se estaba recuperando. De hecho, había datos macroeconómicos, el consumo estaba creciendo, pero desde hace un par de meses se está percibiendo cierta saturación. La percepción desde luego en la calle no es todo lo positiva que se transmite en la prensa. Ha podido influir las rebajas, si el frío ha durado mucho tiempo o incluso los cambios políticos en Cataluña. Siempre que hay cambios políticos la gente se para. Se genera cierta inseguridad y aunque haya dinero ahorrado la gente no gasta.
- ¿Se puede hacer algo ante esto?
- Podemos exigir al Gobierno, y lo estamos haciendo, un plan de contingencia. Que inviertan más en comercio, porque ni a nivel local, autonómico ni nacional se le presta demasiada atención, por no decir muy poca. Siempre somos los apartados, parece que sobrevivimos solos. Y el nivel de inversión en el sector es ridículo comparado con otros. Se le presta mucha atención a la industria y nada al comercio. Es necesario que hagan planes en serio, y no para quedar bien.
- ¿Cuáles son los retos futuros de Cecoval?
- Estamos en un proceso de unión con Covaco y estamos a la espera de que a la vuelta de verano se cristalice. Estamos trabajando ya de manera conjunta y trazando el proyecto Confecomerç CV, abierto a todos, no solo a nosotros dos, sino a todas las organizaciones de comercio que quieran unirse a nosotros. Juntos se van a conseguir muchas más cosas que por separado.
Hasta ahora la administración se divertía mucho separándonos y generándonos problemas, porque divide y vencerás. Ahora mismo, entre los proyectos más relevantes que tenemos es la unión, combatir la venta ilegal, la digitalización del comercio y luchar porque se vuelva a regular las rebajas. Cuando hablo de venta ilegal también hablo de, por ejemplo, showrooms que están en pisos. Hay que luchar contra cualquier tipo de economía sumergida.
- Cecoval está presente en el Comité Ejecutivo de la CEV. ¿Qué aporta?
- De momento se ha logrado por primera vez tener esa representación, en el que estoy yo. El nuevo proyecto desarrollado por Salvador Navarro se ha dado cuenta de que si quiere vertebrar a la economía actual, si quiere incluir a todo el tejido económico de la Comunitat Valenciana, nos tienen que incluir a todos los sectores. Ahí hay cuatro grandes sectores y uno de ellos es el comercio.
Ya se trasladó al comité ejecutivo el problema de la venta ilegal y todos sumaron su apoyo. Los fabricantes reconocieron que es un problema transversal, que afecta a todo el mundo, y desde la CEV se va a trabajar para intentar ayudar a solucionar esta problemática. Hemos ocupado la presidencia de la comisión de Comercio de la CEV, la va a presidir Confecomerç CV, y estamos en un momento de definir los objetivos que queremos que se traten en esa mesa. También estamos en Cepyme por primera vez y tenemos una vocalía.
- ¿Otras peticiones a la administración?
- Tienen que mejorar la tramitación de licencias. No ayuda para poner en marcha cualquier tipo de negocio en la ciudad, no solo para el comercio. No ayuda a la generación de inversión ni empleo. También tienen que trabajar en el urbanismo comercial, tienen que trabajar en la movilidad porque estamos de acuerdo en el fondo de lo que se está haciendo, de ir a una ciudad más amable, pero se tienen que hacer las cosas más pausadamente y comunicarlo mejor.
Mucha gente cree que es difícil llegar a la ciudad y, tomando medidas que piensan que ayudan al pequeño comercio, están beneficiando más a las grandes superficies. La gente opta por irse a un centro comercial porque piensa que es fácil aparcar. Hay que cuidado con las medidas que se toman y cómo se comunican. Luego, otras cuestiones como la limpieza. La ciudad está sucia. El tema de la seguridad, se ha retirado mucha policía de las calles que repercute no solo en la venta ilegal, sino en la seguridad.
- ¿Se han producido muchos cierres de comercios en los últimos años?
- Es muy difícil de medir, porque no se informa. Tengo bastante controlado el centro de la ciudad. Sigue habiendo movimiento, sigue habiendo cierres, pero no sé si es porque la situación económica no permite mantenerlos abiertos, si porque no tenían un buen plan de negocio o el nivel de alquiler es muy alto. Sigue habiendo rotación, pero tiene un punto bueno y es que hay mucha rotación. Se dan más altas que cierres. Ahora al menos la gente tiene perspectiva de que las cosas van a ir a mejor.
- Cecoval tiene su asamblea general el 30 de julio. ¿Qué confianza depositan sus asociados en la confederación?
- Estamos desarrollando un proyecto muy ilusionante, que es la unión de las grandes confederaciones. No por capricho, sino porque realmente estamos convencidos de que va a ayudar al comercio. Nuestra labor ahora es trasladar esa ilusión del proyecto a todas las asociaciones y que ellas lo hagan sus comercios. Por eso estamos definiendo estos grandes temas, que los desarrollaremos en un plan estratégico. Yo creo que estando unidos y teniendo la fuerza que tenemos conseguiremos más cosas. La fusión de la organización tardará alrededor de un año.