Quiero cocinar, ¿tengo que estudiar?
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Mucha gente tiene una idea fantástica de lo que es un negocio de hostelería. Montarse un barecito parece la actividad más simple y el negocio más sencillo del mundo, pero no es verdad
Un negocio de hostelería es muy complejo, hay tantos factores que hay que tener en cuenta y, sobre todo, no olvidemos que se sirve comida y bebida a personas que confían en tu profesionalidad, limpieza y conocimiento de la manipulación de alimentos y residuos; lo cual representa una responsabilidad social.
Cuando se plantea un negocio de hostelería, se tienen que tomar en cuenta los típicos procesos y actividades de una empresa normal, pero como es un conjunto de productos y servicios, hay muchísimos momentos en los que se puedne ver afectados. Propongo un ejemplo: una persona entra a un restaurante/bar/hotel y el primer contacto que tiene, la primera persona que le saluda o da la bienvenida, ya es un punto crítico del proceso. Este sencillo gesto puede crear una buena sensación o mala. A continuación, el cliente pasa por una serie de momentos que evaluará, como que el local esté limpio, la atención del personal, la calidad de la comida y bebida, el estado de los aseos, la comodidad de la silla, el nivel de ruido, etc. Asegurarse de que cada uno de estos momentos obtiene una respuesta positiva es lo que amerita 100% tener una formación adecuada para cada puesto de trabajo.
Como experiencia personal y clave del éxito de cualquier negocio, es necesaria la formación en hostelería
Un cocinero no sólo debe saber cocinar, que ya es una tarea complicada, porque debe conocer el género que trabaja (carne, vegetales, cereales, etc.) y sus respectivas técnicas de cocción, corte y almacenamiento (lo cual normalmente se aprende en una escuela de cocina). El cocinero también debe saber limpiar correctamente, debe tener una formación en higiene alimentaria y manipulación de alimentos, debe conocer los riesgo laborales para protegerse y evitarlos.
Un camarero, al contrario de lo que todo el mundo (todavía se postula eso de que cualquiera sirve) debe tener conocimientos de protocolo, conocer tan bien como los cocineros la comida que se sirve. El camarero debe tener una formación mínima en barra, coctelería y enología para poder orientar a los clientes, debe conocer idiomas, saber limpiar, conocer los alérgenos y los riesgos laborales de su puesto.
Un gerente debe tener conocimientos de administración y finanzas, debe estar al tanto de la legislación aplicable a nuestro sector, debe poder llevar los recursos humanos y debe también tener nociones de protocolo y calidad, pues quien solucionará los problemas que puedan surgir con el cliente será esta persona. Y también debe ser quien se aseguré de que todos los procesos se realizan correctamente y de manera estandarizada.
Yo tengo formación en hostelería, porque elegí dedicarme a algo con todas las herramientas posibles. Estudié Administración enfocada a Servicios, hice un Grado Medio de Cocina, un Grado Superior en Administración de Restaurantes, cursos de coctelería y la verdad, cualquier cosa que haya podido complementar mi formación de un modo u otro. Porque no es suficiente con lo que ya sabes y porque siempre hay algo nuevo que aprender y aplicar en tu negocio.
Por todo ello, opino que debe haber una formación previa y una formación constante durante la vida laboral.
Como experiencia personal y clave del éxito de cualquier negocio, es necesaria la formación en hostelería.
Anita Patrón es propietaria y jefa de sala en Ancón.
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