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coloquio 'Casting, espacio seguro'

¿Es una sala de casting un lugar seguro?

24/03/2024 - 

VALÈNCIA. En el universo creativo puede parecer que el “riesgo” o la aleatoriedad son factores positivos a la hora de enfrentarse a un nuevo proyecto, pero a la hora de encontrar un nuevo trabajo no todo vale. Tras una cámara, y en el espacio de una sala de casting, muchos actores y actrices se han visto obligados a modificar su guion y hasta introducir nuevas escenas -anteriormente no pactadas- con el fin de “lograr el sí” en una película. Estas son algunas de las historias que se relataron ayer en el coloquio Casting, espacio seguro, un encuentro que ha tenido lugar en València -en la Sala Fórum de Fnac- y en el que se ha presentado el  borrador del protocolo para la creación de espacios seguros en los castings por parte de la Asociación Profesional de Dirección de Casting de España (APDICE), con la presencia de su directora Tonucha Vidal en una actividad organizada por la Acadèmia Valenciana de l´Audiovisual (AVAV) en colaboración con APDICE.

El proyecto Protocolo de Consentimiento en la Sala de Casting se encuentra aún vivo y en proceso de incluir modificaciones y se prevé que vea la luz de cara a los próximos meses. Una vez se haga público el objetivo es que sirva como guía tanto para actores y actrices como para directores de escena y de casting, técnicos o cualquier persona que pueda estar presente entre las cuatro paredes de una sala de casting. Es por ello que de este encuentro APDICE busca también tomar anotaciones por parte de varios perfiles relevantes de la escena valenciana, junto a las intervenciones de Aina Gimeno, secretaria de Igualdad del sindicato de la Associació d’Actors i Actrius Professionals Valencians (AAPV), Beatriz Mbula, actriz, guionista y productora valenciana y Andrea Isas, la directora de reparto y asociada de APDICE. Todas ellas han podido participar en un encuentro moderado por la actriz y directora valenciana Rosana Pastor tras la lectura del borrador del protocolo.

Tal y como ha señalado Isas, la realización de este protocolo pretende ayudar también a revisar algunas conductas del pasado y busca generar un documento en el que poder apoyase y defender que “no es no” en cualquier situación: “Un casting es un proceso de vulnerabilidad al que se le añade una necesidad laboral urgente por la precariedad de nuestro sector, desde la asociación queremos que sean espacios libres de abuso. Con el protocolo queremos prevenir dinámicas negativas de discriminación y de cualquier índice”, ha manifestado por parte de APDICE. 

Dentro del borrador de este protocolo se contemplan hasta once puntos entre los que se valora que el proceso de casting ha de ser transparente y accesible para todas las partes implicadas y que los cambios siempre deben ser advertidos con antelación. También se debe avisar al actor o actriz de si la escena contiene violencia o momentos de intimidad, algo que debe ser también valorado por el agente de la persona implicada. En uno de los apartados se puntualiza que la dirección del casting es la encargada de informar al talento interpretativo sobre lo que tiene que hacer en el casting. Tal y como lo señala Gimeno algunos de los puntos pueden resultar obvios pero están ahí por un motivo, como que el casting sea en un espacio abierto y seguro y no en un domicilio particular, por ejemplo: “Cuando hemos leído el protocolo algunas chicas han venido a decirnos que se han dado cuenta de que han pasado por cosas que no tendrían que haber tolerado, señalarlas es uno de los primeros pasos”.

En este también se valora que dentro de una sala de casting no esté permitido el desnudo parcial y que en cualquier caso se emplee el uso de un bañador o bikini -siempre y cuando quede pactado anteriormente-, también que no se pueda preguntar al talento interpretativo por cuestiones personales como puede ser su vida privada, su género o su orientación sexual. Finalmente cabe aclarar que las imágenes grabadas en la sala de casting no puedan ser utilizadas para otra cosa que no tenga que ver con la evaluación de la actuación y dentro del marco del proyecto. “Este borrador se encuentra muy vivo y evolucionará según lo haga la propia sociedad, la idea es ir avanzando por la mejora e igualdad de condiciones de los actores y actrices además de luchar por la diversidad y la inclusión dentro del sector, y hacer de las salas de casting un lugar completamente seguro”, ha puntualizado Vidal. 

Foto: CLAUDIA ALFONSO

Respecto a la importancia de este protocolo Pastor ha señalado cómo pueden afectar las órdenes directas dentro de una sala de casting, en la que puede parecer que constantemente se espera una validación por parte de quienes evalúan: “Es muy importante señalar estas líneas porque una de nuestras partes de actores y actrices tiene una vulnerabilidad especial en este momento ya que estamos esperando validación y eso puede hacer que cambiemos el trato”. A esto Gimeno ha añadido que en los castings muchas veces puede parecer que “todo vale para llegar a un papel”, que siempre hay ciertas figuras de poder y que un comportamiento abusivo de cualquier tipo puede perjudicar gravemente a la actuación: “En el momento en el que algo no encaja cambia tu manera de actuar al hacerte sentir inseguro, pero cuando el equipo y el entorno va en sincronía el talento puede billar”.

“Cuando se hablamos del protocolo en mesas redondas vemos que el 90% hemos sufrido algún tipo de acoso o violencia en las salas de castings, pequeños actos que nos han hecho sentirnos perdidas y nos han situado en un sitio inseguro donde no brilla bien nuestro trabajo”, ha añadido Gimeno, quien recuerda que la primera vez que escuchó alguno de los puntos del protocolo fue como “viajar al pasado” a averiguar cuántos de los puntos de este se han cumplido en todos los casos: “Generalmente en muy pocos”. 

Tanto Isasi como Gimeno y Mbula han coincidido en que una de las claves principales es trabajar el protocolo desde la educación tanto para actrices y directores como a todas las personas que se encuentren en una sala de casting. Otra de las claves es compartir el protocolo para que se hable de ello: “Hay que poner sobre la mesa cuestiones que algunas personas tienen más integrados y otros que es necesario ir trabajando. Romper con la filosofía de que de lo que no se habla no existe y hablar de ello”, ha concluído Mbula. La reflexión final de la jornada ha ido de la mano de la presidenta de APDICE, al señalar que nunca es tarde para trabajar por el cambio: “Lo peculiar es que no nos hubiéramos sorprendido antes, pero ya tenemos los ojos abiertos”. Y con eso, poco a poco, la posibilidad de hacer de las salas de castings un lugar completamente seguro.

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