BRUSELAS (EFECOM). España dejó de ingresar en 2016 más de 500 millones de euros en impuestos por la brecha entre las emisiones reales de dióxido de carbono (CO2) de los vehículos y los niveles registrados en las mediciones en laboratorio, según un informe del grupo parlamentario de los Verdes en la Eurocámara publicado este sábado.
Entre 2010 y 2016 el agujero fiscal en España se situaría entre los 2.500 y los 5.000 millones de euros.
Los resultados de la investigación muestran que en los once países considerados, los ingresos por el registro de automóviles y los impuestos de propiedad habrían sido de 11.228 millones más "si los valores de emisión de CO2 hubieran sido más realistas", dijo el grupo en un comunicado.
Entre 2010 y 2016, el déficit acumulado ascendería a algo más de 46.000 millones de euros.
El informe, encargado a las organizaciones Green Budgte Europe y Green Budget Alemania, analiza la situación en Austria, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Luxemburgo, Países Bajos, España, Suecia y el Reino Unido, países que representan más del 60 % del total de registros de automóviles en los 28 estados miembros de la Unión Europea.
En la raíz de las pérdidas está la brecha que existe entre las emisiones reales de los vehículos y los valores que resultan de las mediciones para su aprobación, sobre las que la mayoría de países se basan para fijar los impuestos, que ha aumentado en los últimos años hasta situarse en el 42 %, dice el informe.
En España, las emisiones de CO2 junto al precio del coche se utilizan para determinar los impuestos por registrar un vehículo y el informe revela que si estos se calculasen en función de las emisiones reales y no de las mediciones de laboratorio muchos vehículos que ahora pagan un cero por ciento se situarían en rangos más altos de la horquilla, de hasta un 18 % aproximadamente.
El amplio rango del agujero fiscal calculado para España -entre 2.500 y 5.000 millones- se debe a la falta de información sobre precios, indican los autores.
Entre los países analizados, los que más dejaron de ingresar, con diferencia, fueron Francia (2.599 millones), Holanda (2.554 millones), Reino Unido (2.238 millones) y Alemania (1.189 millones).
"Mientras los impuestos sobre los coches sigan sin basarse en datos de emisiones reales, no se proporcionarán los incentivos necesarios para avanzar hacia formas de transporte más limpias", dijo en un comunicado el eurodiputado español de EnComúnPodem y miembro de los Verdes Ernest Urtasun.
El parlamentario señala que esta merma en los ingresos se debe a "una pésima regulación que cede ante los intereses de los fabricantes de coches", que "han explotado los fallos" de este marco, y pide "medidas a escala europea en las emisiones reales de CO2".
El informe señala que una vez se introduzca en septiembre el sistema de pruebas armonizado a nivel mundial (WLTP, en inglés) la brecha se reducirá, pero advierte de que se necesitan cambios en la regulación para evitar que siga creciendo el déficit fiscal.
Las divergencias y fallos en la regulación se pusieron de manifiesto a raíz del escándalo de manipulación de las pruebas de la casa alemana Volkswagen, al que han seguido casos similares que han llevado a la UE a revisar su situación.
El grupo de los Verdes pedirá explicaciones sobre estos datos a la Comisión Europea y los estados miembros en el marco de la próxima comisión sobre el fraude fiscal que se establecerá en la Eurocámara.