El experto entiende que su elección como vicepresidente del BCE responde a una decisión política para complacer a los países del sur de Europa
MADRID. Para ser honesto el nombramiento de De Guindos no tendrá una gran influencia en términos de política monetaria. Tanto De Guindos como Lane son considerados como perfiles 'neutrales'.
Lane ha retirado su candidatura probablemente para presentarse a los puestos de economista jefe del BCE o jefe de operaciones de mercado, que deberán cubrirse en 2019. En realidad, el puesto de vicepresidente del BCE no es tan estratégico, probablemente menos que el puesto de economista jefe. Es un honor ser nombrado, pero eso no significa que aumente la influencia de España en la política monetaria.
A priori es bastante probable que De Guindos se alinee con la mayoría del Consejo de Gobierno. Lo que sabemos hasta ahora sobre la visión de De Guindos sobre la política monetaria ha sido bastante limitada. Solo sabemos que no ve ninguna burbuja de activos como resultado del QE, pero no conocemos su opinión sobre los tipos de interés, el mercado laboral o incluso la curva de Phillip. En cierta medida, esto parece una decisión política para complacer a los países del sur de Europa y otorgarle el papel clave de presidente a un país del norte de Europa.
Para presidir el BCE, el mejor y único candidato es el alemán Weidmann, pero si quiere contar con un amplio apoyo, deberá adoptar una visión más pragmática en términos de política monetaria. Su tarea será tal vez más difícil que el mandato de Draghi, ya que tendrá que lidiar con la normalización de la política monetaria, que debe comenzar a finales de año, y con una desaceleración económica inevitable.
Ni siquiera creo que el BCE tenga tiempo para reducir su balance antes de la próxima crisis. El banco central está rezagado en el ciclo económico. Mi opinión es que los tipos de interés (tanto en términos nominales como reales) seguirán siendo bastante bajos durante un período prolongado. Weidmann no tendrá otra opción que ajustar su ideología ortodoxa a la realidad económica.
Christopher Dembik es responsable de análisis macroeconómico de Saxo Bank