VALENCIA, (EP). España ha reducido en un 2,4% el desperdicio de alimentos en 2015, si se compara el resultado del último semestre de otoño-invierno con el del año anterior, según ha explicado el director general de la Industria Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Fernando Burgaz.
De este modo, se desperdician en España un total de 7,7 millones de toneladas de alimentos al año, cifra que en hogares españoles se sitúa en 1,36 millones de toneladas, lo que supone en torno al 40% del total de productos que se desperdician.
Estos son los resultados que el MAGRAMA ha dado a conocer este martes 28 de junio en Madrid, durante un debate multisectorial sobre el desperdicio de alimentos en España y en el que han participado representantes de supermercados, distribuidores, asociaciones de la industria, la administración, asociaciones de agricultores, consumidores y ONG.
Según Burgaz, la "magnitud" del problema del desperdicio de alimentos en España es "enorme", pero también lo es a nivel mundial. En todo el mundo, un tercio de la comida acaba en la basura.
Si en España en torno a un 40% de los alimentos desperdiciados procede de los hogares, el resto procede de la industria (39%), del comercio (5%) y de la restauración (14%), según los datos que ha aportado el responsable de prensa de la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL), Ángel Franco.
Concretamente, del total de alimentos que entran a los hogares españoles, un 4% va a la basura. De este porcentaje, la mayoría de alimentos despilfarrados (un 80%) son alimentos sin procesar, es decir, de productos que son comprados y después ni siquiera son utilizados, mientras que el resto (20%) son alimentos de comida ya procesada o restos, tal y como ha señalado Burgaz.
Por este motivo, los expertos en alimentación que se han reunido este martes en la sede del Consejo Económico y Social, coinciden en que la "clave" para atajar este problema reside en concienciar al consumidor. Así, Ángel Franco, apunta que es en el hogar donde hay que incidir, para que la gente "aprenda a comprar, a consumir y a reutilizar". En este sentido coincide la directora de Competitividad y Sostenibilidad de la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), Paloma Sánchez, que considera que la solución se encuentra en informar adecuadamente al consumidor.
"Es el consumidor hoy el que decide el deperdicio que hay en nuestro país", comenta por su parte el director general de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (ASEDAS), Ignacio García Magarzo, que asegura que esto se debe a que es el consumidor el que tiene la "principal responsabilidad" en los hogares y porque "cualquier cambio que se produzca a lo largo de la cadena tiene que ser aceptado" por ellos. Por tanto, García Magarzo insiste en que "la lucha por el desperdicio tiene que empezar por el consumidor" y es ahí donde las organizaciones tienen responsabilidad, ya sea a través de formación o mediante la promoción en cambios de los hábitos.
Ángel Franco, de FESBAL, considera que la promoción de donación de alimentos también es importante, pero la "clave" es la concienciación de la sociedad antes que la penalización a quienes despilfarran (sobre todo supermercados) con "leyes rígidas".
Durante el debate también ha intervenido la coordinadora de Alimentación de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), Gemma Trigueros, quien ve conveniente que la sociedad española realice un "examen de conciencia".
Tal y como ha explicado, según el último estudio de la organización, un 72% de los encuestados reconocía tirar comida a la basura por la falta de organización en la compra. Por este motivo, Trigueros recomienda a los consumidores que compren lo que vayan a necesitar y que lo más reciente sea lo más tardío en consumir.
Asimismo, aconseja que no se dejan llevar por los mensajes de los establecimientos, que lleven una lista de la compra y que no tengan tan en cuenta la "estética" del producto. "Lo único que tenemos los consumidores para comprar son nuestros ojos", ha indicado Trigueros, que incide en observar las etiquetas y no dejarse tanto guiar por un producto "bonito".
Según la Comisión Europea, España es el séptimo país que más comida desperdicia, después de Reino Unido, Alemania, Holanda, Francia, Polonia e Italia. En cambio, en declaraciones a Europa Press de FESBAL, España se coloca en primer lugar de la Unión Europea con respecto a donación de alimentos, con casi 153 millones de kilos de comida distribuidos, cifra que viene ascendiendo con respecto a años anteriores desde 1996.