VALÈNCIA. (EP)
Especialistas de la Universitat de València (UV), de la Universidad de Castilla-la Mancha y un investigador del Hospital La Fe han trabajado un modelo matemático para reducir los efectos adversos en una laparoscopia, intervención quirúrgica que se realiza en el abdomen o la pelvis a través de pequeñas incisiones con la ayuda de una cámara. La investigación se ha publicado en la revista científica 'Sort', según ha informado la institución académica en un comunicado.
La laparoscopia requiere la insuflación del abdomen con dióxido de carbono para conseguir un espacio de trabajo que permita la manipulación de los instrumentos quirúrgicos. Aunque las directrices internacionales recomiendan trabajar durante la laparoscopia con la mínima presión intraabdominal (IAP), para garantizar un espacio de trabajo adecuado, la práctica habitual continúa siendo fijar inicialmente el valor sin más ajustes, independientemente de la cantidad de volumen intraabdominal (IAV) generado.
Operar con una IAP muy elevada aumenta la morbilidad perioperatoria, puesto que provoca una disminución de la perfusión sanguínea abdominal, un mayor dolor postoperatorio, lesiones peritoneales y un mayor riesgo de complicaciones pulmonares.
El artículo publicado en la revista 'Sort', escrito por cuatro investigadores, dos de ellos de la UV, pretende modelizar el comportamiento del IAV a partir de un modelo bayesiano y, con esto, conseguir "un espacio de trabajo quirúrgico óptimo y minimizar la presión administrada al paciente durante la cirugía laparoscópica en el abdomen".
Los autores de este trabajo son Gabriel Calvo, estudiante de doctorado y becario FPU del Ministerio de Universidades en el Departamento de Estadística e Investigación Operativa de la Universitat de València; Carmen Armero, catedrática en Estadística e Investigación Operativa de la UV; Virgilio Gómez-Rubio, profesor de la Universidad de Castilla-la Mancha; y Guido Mazzinari, especialista en Anestesiología y Reanimación en el Hospital Universitario y Politècnic La Fe (Valencia) y miembro del grupo de investigación Medicina Peroperatoria Anestesiología y Reanimación.
Este es el primer paso, en un enfoque de medicina de precisión y personalizada, para conocer la insuflación de presión óptima en la cirugía laparoscópica. Este proceso "podría ser escalable y llevarse a cabo de forma recursiva durante toda la duración de la intervención quirúrgica para garantizar que, incluso si las condiciones cambian, se podría proporcionar un campo quirúrgico óptimo al cirujano mientras se expone al paciente a la menor presión posible", ha detallado la institución.
Aunque la variabilidad explicada por el individuo es todavía grande, es decir, el efecto individuo influye "demasiado" en el comportamiento del volumen generado dentro de la cavidad abdominal, se pueden extraer dos conclusiones. En primer lugar, se observa que existen diferencias entre hombres y mujeres pacientes en la presión idónea que se tendría que insuflar en el procedimiento. Los datos indican que el punto óptimo de la presión es ligeramente superior en mujeres que en hombres. Además, a mayor edad de los pacientes, mayor es la cantidad de presión que se necesita.
Finalmente, para aumentar la precisión y disminuir la influencia individual en el modelo, se registrarán otras variables que pueden explicar el comportamiento del volumen intraabdominal y se incluirán en el modelo para reducir la incertidumbre sobre las estimaciones y predicciones. Los investigadores tienen previsto perfeccionar el modelo con mediciones antropométricas.
Están registrando no solo la altura y el peso, sino también la circunferencia de cintura y cadera, y la altura sagital del abdomen para disponer de superficie abdominal, volumen y demasiado corporal con el fin de actualizar el modelo con estos nuevos datos.