VALÈNCIA. La ecografía es una prueba diagnóstica clave para un control exhaustivo del embarazo. Requiere no solo de un equipamiento de alta tecnología, sino también de profesionales muy preparados para la interpretación de las imágenes. Además es una de las técnicas que más ha evolucionado en los últimos años, permitiendo el diagnóstico de problemas de salud tanto de la madre como del feto. «Antes todo se centraba en las patologías maternas, pero ahora el feto es el protagonista. Se ha invertido la pirámide de control del embarazo. Hasta hace poco se daba más importancia a las ecografías del final de la gestación, la ecografía precoz quedaba relegada al vértice de una pirámide con una amplia base en el tercer trimestre. Pero ahora, gracias a los avances tecnológicos, la base es el inicio, la ecografía de la semana 12, lo que nos permite valorar la anatomía fetal y diagnosticar posibles patologías de manera temprana», explica la Dra. María Teresa Izquierdo, responsable de la Unidad de Ecografía Materno Fetal y Ginecológica del hospital Vithas Valencia 9 de Octubre.
De hecho para esta unidad, el feto es un paciente, al igual que la madre. El servicio de diagnóstico prenatal cuenta con un área propia dentro del hospital Vithas Valencia 9 de Octubre. Es una unidad muy especializada en esa ecografía de la semana 12, con la que se valora la edad gestacional, se estudian los órganos de la anatomía fetal y se obtiene el riesgo de sufrir una alteración cromosómica. Para ello, en la Unidad de Ecografía Materno Fetal y Ginecológica, cuentan con tres equipos de ultrasonido de la más alta gama que disponen de gran resolución y todos los avances del mercado, permitiendo hacer diagnósticos muy precisos.
En este sentido, en la Unidad de Ecografía Materno Fetal y Ginecológica del hospital Vithas Valencia 9 de Octubre han desarrollado un protocolo de screening contingente donde se obtiene el riesgo de sufrir una trisomía (la más frecuente el síndrome de Down pero también otras) que, según la doctora Izquierdo, es más eficaz, reduce el número de pruebas invasivas a realizar (biopsias coriales y amniocentesis), ofrece una elevadísima tasa de detección de casos (prácticamente del 100%) y todo ello con un enorme ahorro de costes. «Es uno de los valores diferenciales de la unidad, ya que nos permite hilar muy fino a la hora de valorar cada caso y obtener el riesgo personalizado de que ese embarazo sufra algún problema para poder actuar en consecuencia».
¿En qué consiste este protocolo? «Mezclamos múltiples datos en un programa informático: una analítica realizada en la semana 10, varios datos ecográficos, la edad de madre y enfermedades asociadas y con ello obtenemos una fracción que nos indica el ‘riesgo personal’ de esa paciente». Con ello, según el riesgo obtenido, se pueden hacer tres grandes grupos. El primero es el grupo de elevado riesgo. «Es un grupo pequeño, en torno a un 1% de las pacientes, y en estos casos sí que se recomienda la realización de una prueba invasiva, amniocentesis o biopsia corial, para verificarlo».
El segundo grupo es de riesgo intermedio, en torno al 20% de las pacientes, a las que se recomienda la realización de un test de ADN fetal en sangre materna para verificar el riesgo y excluir pacientes de la técnica invasiva. El tercer grupo es el de riesgo mínimo, supone casi el 80% de las pacientes, a ellas se les indica que no es necesario realizar pruebas complementarias y se les hace un nuevo control ecográfico en la semana 20. «Con ello hemos reducido la cantidad de pacientes que deben someterse a pruebas invasivas, evitando las pérdidas fetales innecesarias por biopsia o amniocentesis, o que tienen que realizarse un test que es muy caro y no suele cubrir el seguro. Y, en los más de 6.000 pacientes que hemos tratado en los últimos cinco años, hemos conseguido diagnosticar todos los casos de riesgo, no se nos ha escapado ninguno. Es un protocolo muy efectivo», asegura la doctora Izquierdo.
Complementariamente, en el estudio del primer trimestre, se analizan las ondas de velocidad del flujo arterial de los principales vasos del útero (las arterias uterinas), lo cuál, unido otros factores, permite detectar la población de riesgo de sufrir preeclampsia y/o retraso del crecimiento precoz, «uno de los mayores problemas en cuanto a la morbi-mortalidad perinatal al que nos enfrentamos los obstetras. Con ese estudio se consigue prevenir el 70% en los casos».
Un protocolo que además está acreditado por la Fetal Medicine Foundation, entidad de referencia que ha creado un proceso de formación y certificación para ayudar a establecer bases internacionales de alto nivel en la práctica de ecografías. Toda la unidad de Diagnóstico Prenatal del hospital Vithas Valencia 9 de Octubre cuenta con el Certificado de Capacitación en ecografía de las semanas 11–13+6, que se concede a aquellos ecografistas capaces de realizar dicha ecografía a un alto nivel y que demuestren el conocimiento de las características diagnósticas y el manejo de aquellas situaciones identificadas mediante esta ecografía. «Somos el único equipo en Valencia que cuenta con esa certificación, que además hay que renovar cada año». Estas auditorias externas, lejos de molestar, agradecen, porque una de las máximas de esta unidad, compuesta por ocho profesionales especialistas, es la formación continua a través de publicaciones, congresos y cursos sobre estos temas.
Pero no es el único valor diferencial de esta unidad, con más de veinte años de experiencia en la realización de ecografías materno fetales. Además de las ecografías de la semana 20, en la que se valora el adecuado crecimiento del feto y se estudian sus órganos internos, y la del tercer trimestre, donde se revisa la anatomía fetal y realizan despistaje de malformaciones de aparición tardía, también disponen de tecnología y formación para evaluar específicamente el cerebro y el corazón fetal a través de neurosonografía y ecocardiografía, donde son un centro de referencia, y en las que utilizan la tecnología 3D para mayor resolución. «Toda la unidad está enfocada a ayudar a que el embarazo llegue a termino en las mejores condiciones posibles y con la mayor tranquilidad. Por ello la empatía, la comprensión y la claridad en las explicaciones son las herramientas en las que todo mi equipo se apoya para ejercer nuestro trabajo. Y las pacientes nos lo agradecen, porque se encuentran seguras, saben que están en manos de profesionales que además les dedican todo el tiempo que necesiten para explicarles su caso y les dan opciones para ayudarles», afirma la doctora Izquierdo.
Y es que en la unidad no pierden de vista el componente emocional de un embarazo. Por ello han puesto a disposición de sus pacientes la posibilidad de ecografías 4D, «con la garantía de que las realizan médicos especialistas que saben como interpretar lo que se está viendo». La ecografía 4D es una ecografía 3D con movimiento fetal en tiempo real, en la que se puede ver distintas expresiones (bostezo, deglución, succión, muecas, sonreír, parpadeo) y diversos movimientos (estiramiento, flexión de cabeza, movimientos aislados de brazos o piernas…). Además de permitir el conocimiento sobre conducta y neurología del feto, son unas sesiones muy emocionales y emotivas, «porque los padres están impacientes por conocer a su bebé, verle la cara, y gracias a estas ecografías pueden conocerlo y además como se graba todo en un DVD y se hacen fotos, pueden compartirlo con familiares y amigos».
Otro de los valores añadidos de la Unidad de Ecografía Materno Fetal y Ginecológica del hospital Vithas Valencia 9 de Octubre es su área de ecografía ginecológica. «A través de estas pruebas podemos ofrecer una segunda opinión sobre patologías ginecológicas. Soy especialista en manejo ecográfico de tumoraciones anexiales malignas, endometriosis, suelo pélvico y esterilidad, lo que permite ofrecer un diagnóstico muy preciso de las patologías», asegura la doctora Izquierdo.
Así por ejemplo realizan un estudio 3D de la morfología del útero para detectar malformaciones, que son un factor importante de la esterilidad, «y además son unas pruebas más rápidas, accesibles y económicas que una resonancia». En materia de esterilidad, también realizan histerosono- salpingografía, que sirve para valorar la permeabilidad de las trompas de Falopio. «Se utiliza un gel, totalmente inocuo y no alergénico, que dibuja la cavidad de útero y las trompas, de manera sencilla e indolora, realizando una ecografía en tiempo real y sin necesidad de radiación (como en otras técnicas tradicionales)».
A ello se suma la realización de ecografías para diagnosticar con precisión tanto patologías benignas como potencialmente malignas, como pólipos o miomas intrauterinos. También las pruebas para valorar una endometriosis y decidir si hay que operar o no y cómo hacerlo, o las ecografías del suelo pélvico que aportan datos relevantes en el estudio de las causas de la incontinencia urinaria y permite valorar la correcta ubicación de las mallas quirúrgicas, sirviendo de control de la cirugía.
Aunque es una intervención poco invasiva, requiere la experiencia de un médico especializado para evitar complicaciones