VALÈNCIA. Todavía faltan muchas cartas que mostrar en el proceso de sucesión que se va a abordar a principios de año en el PSPV-PSOE. El todavía líder de los socialistas valencianos, Ximo Puig, dio el pistoletazo de salida a un proceso 'exprés' con el anuncio de un congreso extraordinario cuyo calendario se conocerá en la reunión de la Ejecutiva del próximo 8 de enero, aunque todo apunta a que la fecha de celebración será en febrero.
Por tanto, lo lógico es que los movimientos públicos se intensifiquen tras esta reunión. Hasta ahora, los posicionamientos teóricos están claros: el líder provincial de Alicante, Alejandro Soler, ha sido el que con más insistencia ha puesto de manifiesto su intención de presentarse para luchar por la secretaría general.
Otro de los dirigentes que en los últimos meses ha mostrado sus credenciales para optar al cargo es el máximo responsable en la provincia de Valencia, Carlos Fernández Bielsa. No obstante, tal y como publicó este diario, el también alcalde de Mislata parece más decidido a contemporizar y esperar los movimientos de otros aspirantes antes de dar un paso definitivo.
Ahora bien, la clave en este proceso sigue estando en Madrid. Desde la dirección federal del PSOE, Ferraz, la preferencia es que la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, se convierta en la nueva líder de los socialistas valencianos. Eso sí, el deseo es que se llegue a un consenso que evite una guerra sangrienta entre las distintas familias del PSPV, y aquí es donde ha dado comienzo una tensa partida de ajedrez en la que todas las miradas se ponen en la decisión que adopte la dirigente gandiense. En este trayecto, el llamado 'ximismo' -los afines a Puig- es el principal aliado que tiene la ministra.
Bielsa, a la espera de que se revaloricen sus 'acciones' en el PSPV
De hecho, algunos de los movimientos parecen, precisamente, dirigidos a condicionar lo que pueda hacer Morant. Desde el entorno de Soler, por ejemplo, no se esconden a la hora de advertir su intención de llegar hasta el final del proceso, además de cuestionar que la ministra sea realmente la decidida apuesta de Pedro Sánchez y de Ferraz para liderar el PSPV. "Decidirá la militancia", repiten, recordando que el propio secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, dijo esto en su reciente visita a Elx.
Una posición táctica que pretende ahondar -o al menos así lo parece- en las posibles dudas que pueda tener la propia ministra o la dirección federal de enfrentarse a un proceso abierto. En este sentido, conviene resaltar que tanto Soler como Bielsa son dirigentes que orgánicamente vienen trabajando sus territorios desde hace mucho tiempo, mientras que Morant, tras dejar la alcaldía de Gandia, ha estado centrada estos años en sus responsabilidades ministeriales y no en las cuestiones orgánicas.
No obstante, la ministra contaría con el apoyo mayoritario del 'ximismo', lo que de entrada le otorgaría un peso específico lo suficientemente importante para dar el paso. Sobre esto, la lógica señala que la ministra, por grado de conocimiento y respaldo -aunque no sea público y directo- de Pedro Sánchez, tendría un mayor margen para ensanchar su espacio durante el proceso e incluso convencer a alguno de los otros aspirantes que se sumara a su proyecto. Para los dirigentes 'ximistas', tendrían que aglutinarse -sin fugas- los sectores de Soler y Bielsa para tener opciones de derrotar a una hipotética candidatura de Morant, si bien creen que habrá negociaciones que permitan alcanzar un consenso en las próximas semanas.
En cualquier caso, todo pasa por la decisión de la ministra. Distintas fuentes consultadas afines a la exministra aseguran que Morant está en período de reflexión estos días pero con una voluntad clara de dar el paso. Otros dirigentes de sectores más alejados tienen más dudas sobre si la gandiense se enfrentará al reto si no tiene garantizado un consenso en el que sea secretaria general sin votación. Es más, algunos no descartan que incluso avance la opción de bicefalia planteada en algún momento desde Alicante, donde Alejandro Soler sería secretario general y Morant futura candidata a la Generalitat en 2027.
Toda una serie de conjeturas y opciones que no se dirimirán, muy posiblemente, hasta después del 8 de enero, cuando los distintos aspirantes deban, una vez hechas sus reflexiones, descararse.