Hoy es 26 de abril y se habla de
HIPOTECAS
TJUE
corredor mediterráneo
sindicatos
función pública
caso erial
eduardo zaplana
PSOE
Pedro Sánchez
ayuntamiento de valència
nou mestalla
valencia cf
Triste octubre el que vivimos la inmensa mayoría de personas, quiero pensar que gente de buena voluntad que sólo pretendemos vivir en paz y armonía. Los pirómanos y los políticos de uno y otro lado del país queman los montes, queman la convivencia y generan dolor en nuestra querida patria
España arde de este a oeste, y también nuestra vecina Portugal, DEP las víctimas. Pese a la virulencia del fuego y los incendios –provocados parece ser por quienes deberían extinguirlos- y la tristeza que nos provoca ver montes arrasados, pueblos y ciudades rodeados por el fuego, vecinos impotentes huyendo de sus hogares...espero y deseo que la lluvia que comenzó a caer y el trabajo de la UME –Unidad Militar de Emergencias- y los bomberos, policía, protección civil y cientos de voluntarios logrará que la normalidad vuelva a esas queridas tierras gallegas y asturianas, tan auténticas y tan nuestras.
Asturias y Galicia, con nuestra Santina, Covadonga y nuestro Patrón, Santiago a quienes debemos encomendarnos en estas difíciles horas para España. El norte arde y el fuego genera llanto, rabia y dolor, bien lo sabemos los valencianos que tantas veces sufrimos el azote del fuego. Especialmente dramático es imaginar que exista una trama de desalmados que se dedican a incendiar nuestra piel de toro. Ahora bien, que el ser humano puede ser malo, perverso o corrupto es algo que no debemos olvidar; pero considerar que estos incendios son responsabilidad de todos nosotros porque con nuestra “falta de civismo”contribuimos al famoso cambio climático y las elevadas temperaturas favorecen el fuego, como seguro algunos piensan, me parece excesivo. Como en otras cosas, un sentimiento de culpabilidad que ni el más devoto practicaría.
La casualidad o la providencia han hecho coincidir estos fuegos con unos días donde el nazionalismo muestra su atrevimiento y desafía la ley y la democracia representativa española. Ante esa actitud de intentar colocar a España, sus instituciones y sus leyes frente a una ficción utópica y perniciosa para la convivencia no alcanzo a entender a quienes siguen siendo equidistantes y siguen hablando genéricamente de diálogo y de política. Se nota que no son padres y madres que han sufrido en primera persona el acoso y amedrentamiento a sus hijos en el colegio o sus familiares en el trabajo. Esa omertà tan siciliana que indefectiblemente se impone en las sociedades donde los comportamientos mafiosos y delictivos campan a sus anchas.
La alegría de hace unos días, especialmente tras el discurso del rey y la manifestación en Barcelona el 8 de octubre, torna poco a poco en una sensación de angustia y tristeza. La aparente unidad de PP y PSOE es frágil y no tiene como base y fundamentó fortalecer la democracia, la unidad y el futuro común de España en Europa. Más bien, volverá a ser un pacto para desmembrar, dar voz a los radicales –que a fuer de ser tremendamente pesados, vocingleros y machacones siempre acaban quedando como los necesitados que reclaman un poco de atención y cariño- y buscar la fórmula para que la desigualdad y la insolidaridad entre españoles y territorios conste en la Carta Magna. La última y única esperanza es la sabiduría popular que podrá rechazar ese cambalache en el referéndum legal y preceptivo que deberá aprobar la modificación de la norma suprema.
Y en medio de este paisaje, héroes anónimos y conocidos. El día de la fiesta nacional y tras el desfile moría en Los Llanos al estrellarse en su Eurofighter, el capitán Borja Aybar y ayer martes por la mañana en la base de Torrejón de Ardoz se estrellaba un F18 y moría el teniente Fernando Pérez. Jóvenes, militares, valerosos, comprometidos, con carreras profesionales de éxito, ese tipo de personas que deben inspirar nuestro día adía y a los que un país civilizado rendiría gratitud, honores y reconocimiento. Pero no sólo esas figuras que llegan al extremo dando su vida por su país. También hay periodistas, escritores, cantantes y diversas personalidades que están alzando la voz en medio de tanta ignominia y que sirven de referente para que el sentido común vuelva a imponerse e nuestra sociedad. Uno de los últimos ha sido el cantautor y artista Joaquin Sabina, afirmando que el conflicto “no es Cataluña contra España sino Cataluña contra Cataluña” y recordando los males que siempre provocan los nacionalismos. Pues pese a todo, seguirá habiendo buenistas (por no decir otra cosa) que se la pillan con papel de fumar y no ven fuego ni peligro donde hay tierra quemada, calcinada. Mucho por hacer, mucho por reparar y muchas culpas que pagar. No tengo la certeza de que la clase política vaya a estar a la altura, pero la esperanza en el pueblo español no la perderé, todavía.