BRUSELAS. La Comisión Europea aprueba el estatus de candidatos a la entrada de Ucrania, Moldavia y Georgia a la Unión Europea (UE). La guerra en Ucrania ha acelerado el proceso de ampliación hacia el Este ante la necesidad de contar con unas fronteras seguras. La adhesión de estos tres países, con una economía eminentemente agrícola, permitirá la bajada o exención de aranceles a los productos que entren en territorio de la Unión, en clara competencia con la economía española y, en especial, de la Comunitat Valenciana.
La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, presentó ayer públicamente un dictamen favorable, emitido ante la petición de estos tres países para entrar en la UE, en aplicación de los Tratados. La solicitud hecha por Ucrania hace tres meses, ante la invitación de la propia von der Leyen, tres días después de la invasión rusa, ha precipitado el proceso de aprobación del estatus de candidato de los tres. Moldavia y Georgia también solicitaron hace unas semanas la aplicación del artículo 49 del Tratado de la UE para su entrada en la Unión, ante el ejemplo de Kiev.
Von der Leyen explicó en rueda de prensa que la evolución de Ucrania “ha sido positiva en la lucha contra la corrupción, mientras otros países van perdiendo terreno”. De Moldavia, destacó que está en camino de una importante reforma estructural y judicial. Mientras que a Georgia le aconsejó “terminar con la polarización política, mejorar la lucha contra la corrupción y la delincuencia organizad, y establecer un sistema judicial adecuado”. También destacó la necesidad de garantizar los derechos fundamentales y unos “medios de comunicación plurales, independientes y seguros”. Sin estas reformas, las negociaciones puede demorarse décadas.
La importancia de la entrada de estos tres países para la economía valenciana radica en que dos de ellos son fuertes productores y exportadores agrícolas. Aunque el proceso de negociación para la aprobación de su entrada puede tardar años, ello implica acuerdos comerciales previos con exención de aranceles y la flexibilización de controles para favorecer la entrada de sus productos en territorio europeo.
En el caso de Ucrania, la agricultura es muy importante, considerándose el granero del mundo, con una gran superficie de tierra muy fértil, muy fácil de mecanizar y con un clima favorable, lo que representaba un 10% del PIB en 2019. La reforma de 2000 implicó el desmantelamiento de las empresas agrícolas colectivizadas y dio lugar a multitud de pequeños agricultores. Ucrania es uno de los principales países productores y exportadores de cereales. En la campaña 2019 la producción total de cereal ascendió a 76,6 millones de toneladas.
Los principales cultivos que produce Ucrania son maíz, trigo y cebada. Otros cultivos importantes son la patata, el girasol, la remolacha azucarera, la soja y la colza. Por detrás se sitúan las verduras y algunas frutas como manzanas y peras, de las cuales Ucrania es un gran productor mundial. La superficie agrícola en Ucrania ocupa 41,5 millones de hectáreas, el 70 % de la superficie total y el segundo mayor del mundo, después de Dinamarca. Asimismo, Ucrania posee más de un cuarto de la tierra negra (chernozem) cultivable del mundo, que representa el 56,5% de su superficie total.
Respecto a Moldavia, es un país pequeño y con una economía inestable por su problema con la región de Transnistria, de fuerte influencia rusa y muy dependiente del Kremlin. Además, es en esta región donde se encuentra la poca industria pesada que queda, heredera de la época soviética. Con un débil tejido industrial y escasez de recursos naturales, su red comercial también es escasa y basada en negocios minoristas. La producción agrícola moldava se basa en el girasol, tabaco, cereales, vid, hortalizas, remolacha azucarera y patata. La ganadería es poco significativa, principalmente bovina y porcina, además de la cría de aves de corral. Precisamente, sus exportaciones se centran en el vino, frutos secos, semillas y cereales.
Las consideración de Georgia como candidato a entrar a la UE, en la frontera de Asia central, abriría la puerta a la expansión de Europa fuera de sus fronteras geográficas. Como Moldavia, también es un país pequeño, con fronteras entre Rusia, Turquía y el mar Negro. Georgia siempre ha sido un país de tierras fértiles y ricas. La población de los valles del este de Georgia se dedica a la agricultura, combinando el cultivo de trigo y cebada con la viticultura, fruticultura y cría de gusanos de seda. A mediados del siglo XIX comenzaron a plantar cultivos subtropicales tan valiosos como el té, los cítricos, algodón y tabaco.
El sector principal de la economía tradicional georgiana es la enología. En el país se cultivan alrededor de 500 variedades de uvas. El vino siempre ha sido una de las exportaciones básicas de Georgia. La viticultura y la fruticultura son las principales industrias del este de Georgia, junto con la producción de cereales -trigo, maíz, cebada- y la cría de ganado -carne y productos lácteos, ovejas, cerdos y aves de corral-. También exporta aguas minerales, té, cítricos, tuberías, aleaciones de metales ferrosos y no ferrosos, y productos textiles.
El dictamen favorable a la adhesión de Ucrania, Moldavia y Georgia se presentará para su aprobación en el Consejo Europeo, que se celebrará en Bruselas la próxima semana. El estatus de candidato es el primer paso para la entrada en la UE, bajo un procedimiento que implica un largo proceso de negociaciones de mes de 30 capítulos. El avance de las negociaciones está condicionado a las reformas estructurales que deben ir abordando los países candidatos hasta que se considere que están preparados para entrar.
En estos momentos, los países candidatos a entrar son Albania, República de Macedonia del Norte, Montenegro, Serbia y Turquía. Antes de la pandemia, se hablaba de que Serbia y Albania serían los próximos en entrar, al contar con un proceso de negociaciones muy avanzado. Mientras que, en cartera, se encuentran Bosnia y Herzegovina, y Kosovo, como potenciales candidatos y a los que se les prometió la adhesión “cuando estén preparados”.
Un ejemplo de lo que puede demorarse este proceso es Turquía, que llamó a puerta de la Unión (CECA) en 1959. No obstante, fue en 1987 cuando pidió formalmente su entrada en la UE. En 1999, se le da el estatus de candidato, es decir, se le declara elegible para unirse a la Unión. Pero fue en 2005 cuando comenzaron las negociaciones para la adhesión, un proceso que implica grandes reformas en todos los sectores. Desde 2018, las negociaciones se encuentran congeladas al constatarse que, durante el gobierno de Erdogan, Turquía “ha estado retrocediendo en los ámbitos de la democracia, el Estado de Derecho y los derechos fundamentales”.
La decisión de la Comisión Europea tiene en cuenta criterios políticos, criterios económicos y la capacidad del país para asumir las obligaciones de adhesión a la UE (acervo de la UE). Los dictámenes valoran los esfuerzos de Ucrania, Moldavia y Georgia en el cumplimiento de sus obligaciones en virtud de los Acuerdos de Asociación (AA), incluidas las Zonas de Libre Comercio Profundas y Amplias (DCFTA), que cubren partes significativas del acervo de la UE.
La Comisión Europea ha valorado que Ucrania está muy avanzada en el logro de la estabilidad de las instituciones que garantizan la democracia, el Estado de Derecho, los derechos humanos, y el respeto y la protección de las minorías. También ha continuado su sólido historial macroeconómico, demostrando una notable resiliencia con la estabilidad macroeconómica y financiera, al tiempo que necesita continuar con las ambiciosas reformas económicas estructurales. Sobre esta base, la Comisión recomienda que se dé a Ucrania la perspectiva de convertirse en miembro de la Unión Europea.
En cuanto a Moldavia, la Comisión Europea concluye que el país cuenta con una base sólida para alcanzar la estabilidad de las instituciones que garantizan la democracia. Las políticas macroeconómicas han sido razonablemente sólidas y se ha avanzado en el fortalecimiento del sector financiero, y el entorno empresarial, pero aún quedan reformas económicas clave por emprender. Por tanto, la Comisión recomienda que se dé a Moldavia el estatus de candidato.
Por último, la Comisión Europea considera que Georgia también tiene una base para alcanzar la estabilidad de las instituciones que garanticen la democracia, incluso cuando los acontecimientos recientes han socavado el progreso del país. Además, ha logrado un buen grado de estabilidad macroeconómica, y tiene un sólido historial de política económica y un entorno empresarial favorable. Por ello, recomienda que el Consejo apruebe su estatus de candidato una vez que se hayan abordado una serie de prioridades.
Ursula von der Leyen declaró que "Ucrania, Moldavia y Georgia comparten la fuerte y legítima aspiración de unirse a la Unión Europea. Hoy les enviamos una clara señal de apoyo en sus aspiraciones, incluso cuando se enfrentan a circunstancias difíciles. Los próximos pasos están ahora en manos de nuestros Estados miembros”.
Sobre la base de los dictámenes de la Comisión Europea, los Estados miembros de la UE tendrán que decidir por unanimidad los próximos pasos. Las solicitudes de adhesión a la UE de Ucrania, Georgia y Moldavia a la luz de los dictámenes de la Comisión se debatirán en el próximo Consejo Europeo de los días 23 y 24 de junio.
Mientras tanto, la UE sigue comprometida a seguir fortaleciendo los lazos y profundizando su asociación para apoyar a Ucrania, Moldavia y Georgia, de acuerdo con nuestros Acuerdos de Asociación y las Zonas de Libre Comercio Profundas y Amplias.