Ahora sí. Ya estamos a las puertas de las navidades. Hemos presentado el mejor regalo que puedes hacer, nuestro Anuario Hedonista, además de muchos otros y te hemos contado dónde celebrar la Nochevieja o planificar una cena con amigos. Pero queridos lectores, la Navidad es mucho más y unos de los protagonistas de estas fechas, son los dulces. Turrones, polvorones, peladillas, panettones y, por supuesto, roscones.
Hay quien se echa las manos a la cabeza. ¡Pero si el roscón no se come hasta Reyes! Y puede que tengan razón, pero en un mundo que vive cada vez más deprisa, no es de extrañar que veamos estos dulces, incluso meses antes, en las vitrinas de las pastelerías. Y bien, sabemos la receta canónica del roscón de Reyes. Harina, agua de azahar, ralladura de lima o naranja, fruta escarchada o azúcar perlado para decorar... Cada maestrillo tiene su librillo y cada cual lo come como más le gusta, sin relleno, con nata, chocolate...
¿Y si te dijéramos que te puedes comer un roscón de cookies? ¿Y uno de brownie? Hemos descubierto en València unas cuantas opciones que dan una vuelta de tuerca al tradicional dulce que se come cuando llegan sus majestades de Oriente. Son diferentes, son gochos, son deliciosos... Y estos son los que hemos encontrado, ideales para aquellos que se cansan de lo de siempre.
Pepina Pastel, el obrador de Pepa y Lara en Alzira, empezó a conquistar paladares allá por 2019. ¿Quién no ha caído rendido ya a la creación de horchata y fartons? Nacieron como un negocio que vendía de forma online, pero apenas hace unos días abrieron su primera tienda física en la ciudad. Y qué alegría, la verdad.
¿Su alternativa para estas fechas? El Pepón. Tiene forma de roscón, pero en este caso, la masa se hace con bizcocho y con los sabores de algunas de sus tartas best seller. Puedes probar el Pepón de carrot cake, con zanahoria y crema de queso, el de red velvet con cocoa y frosting de queso, el de chocolate con leche que coronan con barritas y una novedad para este año, el de galleta Lotus. Y como no podía ser de otra forma, siguen la tradición de esconder un regalo, lo único que en este caso no encontrarás una figurita o un haba, sino unos pendientes de la marca Singaluru. El que los encuentre, se los queda.