MADRID (EP). OHL prevé cerrar el ejercicio 2019 con un beneficio bruto de explotación (Ebitda) de más de 45 millones de euros, que será así el primero anual positivo que la compañía logre en cuatro años, desde 2015. La constructora participada por el grupo Villar Mir logró ya saldar con Ebitda positivo el último trimestre de 2018 y también el primero de 2019.
La compañía contempla el actual ejercicio como un "año de transición" hacia la consecución a partir de 2020 de nuevas ganancias que le permitan superar los 'números rojos' con los que concluyó los tres últimos años, fruto del proceso de reestructuración y saneamiento que aborda desde 2013. No obstante, y a pesar de su carácter transitorio, OHL se ha fijado "claros objetivos" para este año y, además del referido al Ebitda, la constructora aspira a que su facturación alcance la cota de los 3.000 millones.
En concreto, prevé unos ingresos de entre 2.500 y 3.000 millones, frente a los de 2.954 millones contabilizados en 2018, según la presentación del grupo ante su junta de accionistas, previamente remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En este sentido, OHL confía en que a la conclusión de 2019 su cartera de obra pendiente de ejecutar presente un valor de entre 5.500 y 6.500 millones de euros, frente a la de 5.240 millones con que contaba al cierre de 2018.
En el ámbito financiero, la compañía prevé mantener la posición de tesorería con que se hizo el pasado año tras la venta de su división de concesiones. A la consecución de estos objetivos intermedios en 2019 hacia el fin último de la consecución de ganancias ha contribuido la mencionada venta de concesiones y el resto de desinversiones de activos y negocios que la compañía ha venido realizado desde 2013, además del saneamiento realizado a su cartera de obras y la reducción de costes.
En este sentido, OHL señala al ajuste de 90 millones de euros (un 37%) acometido en sus costes de estructura en tres años, dado que prevé que al cierre de 2019 sean inferiores a 150 millones, frente a los 240 millones que sumaron en 2017.
Por otro lado, OHL está acometiendo una "investigación interna" para "comprobar" el modelo de prevención de posibles malas prácticas en el grupo, con el fin de "detectar posibles fallos y proponer mejoras", según informó el presidente de la compañía, Juan Villar-Mir. El presidente ratificó en la junta de accionistas de la constructora el "firme compromiso" de la compañía con "las mejores prácticas de buen gobierno, la integridad, la ética y la transparencia", ante informaciones "poco matizadas e inconcretas".
Villar-Mir aseguró no querer eludir dichas informaciones, en referencia a los diferentes casos de corrupción en los que la firma está presuntamente implicada. No obstante, defendió ante los socios el "alto grado de compromiso" del grupo con el buen gobierno desde sus orígenes. En este punto, detalló los distintos instrumentos articulados en la empresa en este sentido, como el Código de Buena Conducta, el Código Ético y la polícita anticorrupción, esta última aprobada en 2015.
"Todos estos instrumentos confirman el alto grado de compromiso que el grupo tiene y va a tener con las mejores prácticas de buen gobierno", aseveró Villar-Mir. En la misma línea, el presidente del grupo ratificó su compromiso de "máxima colaboración con la Justicia" y destacó que "ningún directivo o empleado del grupo ha sido condenado por algún caso de corrupción".