VALÈNCIA. La Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, dirigida por Mireia Mollà, ha presentado este jueves su nuevo programa para hacer frente a la lucha contra los incendios. Se trata de la Estrategia Mosaico, que aglutina toda una serie de intervenciones destinadas a evitar y frenar la propagación del fuego en el entorno forestal. Asimismo, la infraestructura en materia de prevención recibirá a lo largo de 2021 un presupuesto de 9,8 millones de euros, lo que supone un incremento del 14% con respecto al año anterior.
La Estrategia Mosaico presenta cuatro líneas principales de actuación: planificación, prevención, innovación y gestión. Dentro del área de planificación, uno de los principales proyectos será incentivar la elaboración de los planes locales de prevención de incendios. Estos planes locales corren a cargo de los ayuntamientos y son de obligatoria aplicación para todos aquellos municipios que presentan un riesgo muy elevado de incendio. Sin embargo, en 2019 tan solo se habían aprobado 61 para todo el territorio de la Comunitat Valenciana.
Fue en 2020 cuando el proyecto recibió un importante impulso, y tan solo en ese año se lograron presentar y aprobar otros 103 planes. Ahora mismo, y según ha explicado el director general de prevención de incendios, Diego Marí, su área tiene en tramitación otros 240, de los cuales planea ratificar en 2021 al menos el 80%. "Si cumplimos ese objetivo, al final del ejercicio ya tendrán su propio plan de prevención el 70% de los municipios", ha recalcado al respecto. Por su parte, los que ya tienen el programa implantado podrán beneficiarse de la línea de 500.000 euros en subvenciones que ha puesto en marcha la conselleria.
Del mismo modo, otro de los grandes objetivos de planificación son los parques naturales. Así, la conselleria también está trabajando en planes de prevención específicos para cada uno de estos parajes. En 2021 será el turno de aprobación para la Font Roja, el Hondo, Hoces del Cabriel y Salinas de Santa Pola, que se añadirán a los siete que ya se habían implantado con anterioridad. Del mismo modo, también se seguirá trabajando en los de la Calderona, Puebla de San Miguel, Lagunas de La Mata y Torrevieja o Tinença de Benifassà.
En el apartado de prevención, la dirección general tiene previsto invertir 14,5 millones de euros en el servicio de vigilancia preventiva, en el cual puede llegar a ocupar a más de 500 personas durante las épocas de mayor riesgo de incendio. Esos trabajarán en acciones de control y vigilancia, pero también de formación y concienciación ciudadana.
Uno de los principales esfuerzos de la conselleria dentro de la Estrategia Mosaico se centrará en la innovación. Así, durante el año 2021 desarrollará varios proyectos de investigación que ayudarán a comprender mejor la naturaleza de los incendios y a afrontar con más efectividad el paso de las llamas.
Uno de los principales planes será la determinación de la humedad en el combustible vivo para la prevención de incendios. Este plan, que ya se está desarrollando en la actualidad, consiste en medir cuál es la evolución de los niveles de humedad que contienen las especies vegetales autóctonas de cada zona. Conocer este dato ayudará a saber cuándo hay un mayor peligro de incendio, cómo será el comportamiento de las plantas ante las llamas e incluso cómo podría evolucionar un incendio en ese entorno en caso de que se declarase.
Ahora mismo se están tomando las muestras y se están analizando las especies, pero el objetivo de los próximos años es poder automatizar el modelo en base a los datos obtenidos.
Una línea muy similar es también la del estudio de la fenología histórica de la vegetación, que de manera simplificada implica el estudio de la actividad fotosintética de las plantas. Es decir, qué cantidad de agua de agua tiene disponible en el suelo para crecer y mantenerse sana ante el paso de las llamas. Cuanta más humedad hay en una zona, su vegetación es más propensa a resistir el fuego. Así, lo que se busca es poder comparar la actividad histórica de otros años con el del ejercicio en curso para ver si la zona es más o menos propensa al incendio en función a su humedad.
Otra de las líneas tiene que ver con el mapa de peligrosidad de incendios forestales. Un estudio que ya se realizó dentro del marco del PAT de las comarcas centrales y que ahora se pretende trasladar también al resto del territorio valenciano. Por otro lado, también se está realizando un estudio para conocer el riesgo de ignición a través de relámpagos, ya que una buena parte de los incendios forestales se produce por la caída de un rayo. Y finalmente, la última línea tiene que ver con la determinación del estado de los cortafuegos a través de inteligencia artificial.
Por último, dentro del área de gestión, la dirección general de prevención pretende invertir 9,8 millones de euros para la mejora de las infraestructuras. Esto implica la adecuación y mejora de pistas forestales, así como la apertura y adaptación de cortafuegos, todo ello con un valor de 2,6 millones de euros. Del mismo modo, también se procederá a la construcción y mantenimiento de depósitos metálicos para la extinción de incendios, con un presupuesto de 4 millones. Por último, se prevé la mejora de la red de detección de incendios forestales con nuevas estaciones y sistemas de teledetección. Un proyecto a tres años con fondos del ministerio que ascenderá a los 3,86 millones.
En cuanto a ayudas, la conselleria ha movilizado 1,3 millones que se destinarán a cuestiones como: promover alternativas para la quema de restos agrícolas, ayudas para la organización del voluntariado ambiental, las subvenciones para la ejecución de los planes de prevención locales, o las ayudas para la gestión de la vegetación forestal a través de la ganadería extensiva.