VALÈNCIA (EP). Un estudio liderado por el Instituto Global de Salud de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación La Caixa, ha identificado diferencias de sexo y de género en la resiliencia ante la enfermedad del Alzheimer, ha informado este viernes en un comunicado.
El trabajo, publicado en Alzheimer's & Dementia: The Journal of the Alzheimer's Association, incluye una declaración de consenso de varios expertos internacionales que pide que se incorporen las disparidades de sexo y género en el Alzheimer en futuras investigaciones.
La investigadora de ISGlobal Eider Arenaza-Urquijo ha explicado que evaluar cómo interactúan el sexo y el género es "crucial para comprender los mecanismos que mantienen la función cognitiva y reducen la acumulación de patologías en el envejecimiento y la enfermedad de Alzheimer, es decir, los factores de resiliencia y resistencia".
El estudio ha revisado una "gran cantidad de literatura" detectando que la mayoría de investigaciones se centran en los comportamientos individuales sin tener en cuenta cómo los factores sociales y culturales influyen en el riesgo de demencia y la resiliencia.
Arenaza-Urquijo ha afirmado que "los factores de protección, como la educación, pueden tener efectos diferentes en hombres y mujeres" y ha insistido en la necesidad de comprender la complejidad de las interacciones entre factores biológicos y sociales para entender la resiliencia del Alzheimer.
La mayoría de las personas con Alzheimer son mujeres, ya que tienen doble riesgo de padecer esta enfermedad y presentan un deterioro cognitivo "más rápido" que el de los hombres con Alzheimer a medida que avanza el desarrollo de esta patología, que produce atrofia cerebral y perjudica la función cognitiva.
Los autores del estudio abogan por un enfoque de la resiliencia que "tenga en cuenta el sexo y el género para comprender mejor la compleja interacción de los determinantes biológicos y sociales".
También proponen "explorar cómo interactúan los factores de sexo y género en las distintas culturas", teniendo en cuenta las diferencias demográficas, genéticas, sociales y clínicas que influyen en el riesgo de demencia.
Insisten en la importancia de considerar el sexo y el género de forma no binaria para incluir a las poblaciones LGTBIQ+ en los estudios, que "suelen estar infrarrepresentadas y se enfrentan a una mayor carga de enfermedades crónicas".
Además, los investigadores han señalado que las disparidades de sexo en las características cerebrales, como la conectividad cerebral, "siguen sin estudiarse como factores de resistencia" al Alzheimer que pueden minimizar el impacto de esta patología en la cognición.