BRUSELAS (EP). Los Veintiocho y el Parlamento Europeo han cerrado este jueves un principio de acuerdo para establecer las primeras reglas comunes para el uso civil de drones en la Unión Europea, con exigencias mínimas en materia de seguridad y protección de datos y un registro de drones.
Los países de la Unión Europea deberán garantizar que existe un registro de drones y de quienes explotan su uso, para asegurar que podrán responder en caso de que sus aparatos causen algún daño, por ejemplo si se estrellan, o planteen un riesgo para la protección de la vida privada de las personas.
Cada dron estará "marcado individualmente" para facilitar su identificación, de acuerdo a las nuevas normas pactadas por las instituciones de la UE y que requieren aún el visto formal del Consejo y del pleno de la Eurocámara para ser efectivos.
En la actualidad la mayoría de estos aparatos -aquellos que pesan menos de 150 kilogramos- están regulados por jurisdicciones nacionales, lo que se traduce en que cada fabricante y quienes explotan los drones están sometidos a distintos estándares de diseño y seguridad.
Ahora, la Comisión Europea deberá definir los criterios específicos que se aplicarán de manera armonizada, por ejemplo fijando qué tipo de drones deberán estar equipados con funciones como límite de altitud, anticolisiones, estabilizador de vuelo o sistema de aterrizaje automático.
Con las nuevas normas no sólo se busca implantar criterios unificados, sino llevar una mayor claridad a las condiciones de fabricación y explotación para favorecer el desarrollo del sector.
La tecnología que se aplica a los drones de uso civil podría alcanzar un nicho de mercado del 10% en la aviación de la Unión Europea en los próximos diez años, es decir, sumar unos 15.000 millones al año. Bruselas, además, calcula que esta industria podría crear unos 150.000 empleos en la UE de aquí a 2050.