Los mercados financieros están sometidos a una gran incertidumbre ante la duración de las presiones inflacionistas que se están viviendo
MADRID. La evolución de la inflación durante los próximos meses y trimestres es uno de los temas más importantes para los mercados financieros, sometidos a una gran incertidumbre sobre la duración de las presiones inflacionistas que estamos viviendo. De hecho, hace ya varios meses que los signos de inflación han aumentado en nuestras economías.
Uno de los signos más evidentes son los cambios en los precios de las materias primas: desde finales de 2019 (es decir, antes del comienzo de la pandemia) el precio del hierro ha aumentado un +133%, el del cobre un +58% y el del aluminio un +33%. Las subidas también se han producido en el sector agrícola, con un encarecimiento del trigo del 27% y del maíz del 54% (Fuente: Bloomberg). Por ahora, estas subidas han repercutido principalmente en los precios de producción, pero es muy probable que las empresas intenten trasladarlas al consumidor final, sobre todo teniendo en cuenta el alto nivel de ahorro actual.
Los mercados inmobiliarios también están experimentando fuertes subidas en la mayoría de las economías desarrolladas, por ejemplo, en Estados Unidos o en Alemania, donde los precios han subido un +12% en los últimos 12 meses (Fuente: Bloomberg). Estos efectos están relacionados principalmente con las medidas monetarias y fiscales que han adoptado los bancos centrales y los gobiernos durante el último año, incluyendo recortes generalizados de los tipos de interés (o aumentos del tamaño de los balances), y planes de estímulo en una escala que prácticamente no tiene precedentes en la era de la posguerra. Estos efectos también se deben a la crisis del Covid-19, que ha causado un fuerte aumento de la demanda de bienes para compensar la no disponibilidad de muchos servicios.
A todo esto, hay que añadir los importantísimos efectos de base que afectarán a las cifras de inflación tanto en Europa como en Estados Unidos. De hecho, es probable que la inflación estadounidense se acelere fuertemente en los próximos dos meses, con una inflación básica que se acercará al 4% y una inflación "subyacente" de alrededor del 3%; si los efectos de base se reducen, la inflación "subyacente" (las subidas de precios generalizadas, excluyendo elementos muy volátiles como las materias primas del sector agrícola o energético) debería mantenerse, no obstante, en torno al 2,5% hasta finales de 2022, es decir, un nivel más que adecuado para la Reserva Federal estadounidense. La situación en Europa es diferente, ya que, aunque también aquí veremos efectos de base que empujarán la inflación hasta el 2% a finales de año, después debería volver a caer rápidamente hasta alrededor del 1%.
El último factor clave es que algunos subcomponentes de la inflación parecen estar mostrando signos de repunte en los próximos meses, por ejemplo, el componente inmobiliario (incluidas las rentas de las inversiones en alquiler). También el mercado de coches usados.
Por tanto, más allá de las ya elevadas expectativas, debemos tener en cuenta la probabilidad de que las cifras puedan ser superiores a nuestras estimaciones actuales. Este aumento de la inflación, unido a unos tipos reales extremadamente bajos en la actualidad, debería conducir a un aumento de los tipos nominales estadounidenses en los próximos meses. Podríamos ver el tipo de interés americano a 10 años en el 2% dentro de unos meses.
François Rimeu es estratega senior de La Française AM