VALÈNCIA. (EP) La doctora Sonia Pérez Valle, pediatra del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, ha explicado este lunes cómo prevenir golpes de calor durante estos días de temperaturas que han hecho activar la alerta naranja: hidratación frecuente, dieta ligera y evitar salir en las horas centrales.
Según la especialista, "el golpe de calor se produce cuando fallan los sistemas que regulan la temperatura corporal debido a la pérdida de agua y sales minerales que tiene lugar durante la exposición a altas temperaturas. Los niños menores de cuatro años, y especialmente los menores de uno, son los más frágiles porque al tener menor reserva de agua, su temperatura corporal sube más rápido que en los adultos".
Un golpe de calor puede llevar a una situación de extrema gravedad por lo que es muy importante su reconocimiento temprano y rápido tratamiento. Para identificar si el menor está sufriendo un golpe de calor, hay que prestar mucha atención a su comportamiento y sintomatología, ha informado el centro en un comunicado.
"Es frecuente que los niños se muestren incómodos e irritables y puedan presentar erupciones causadas por el sudor en la zona del pecho, cuello y axilas. Además, es habitual que se sientan cansados y muy débiles, estén deshidratados e incluso tengan calambres, mareos, vómitos o dolor de cabeza", ha detallado. Asimismo, ha recalcado que, en los casos más graves, "se puede sufrir desmayos o pérdida de conciencia".
Según explica la doctora Pérez Valle, "se pueden prevenir los golpes de calor con sencillas acciones que, fácilmente, se pueden convertir en hábitos como mantener una hidratación frecuente a base de agua, futa y zumos naturales. No hay que esperar a que el niño los pida, especialmente si van a realizar una actividad física prolongada. Además, para favorecer la digestión es conveniente que los niños mantengan una dieta sana, equilibrada y ligera con comidas frescas como ensaladas, frutas o verduras".
Por otra parte, es "esencial refugiarse del sol en las horas centrales del día y mantenerse en lugares ventilados y frescos; limitar el ejercicio en las horas más calurosas y aprovechar las horas centrales del día para realizar actividades más relajadas".
Respecto a la ropa, la profesional hace hincapié en vestir con prendas ligeras y de colores claros, así como protegerse la cabeza con una gorra y aplicar protección solar siempre que los niños estén expuestos al sol.
Una puntualización clave es, para la profesional, "no dejar a los niños solos en el coche bajo ningún concepto, ni al sol, ni a la sombra, aunque se dejen las ventanillas abiertas. Los vehículos en el verano pueden alcanzar en su interior temperaturas altísimas".
Desde la unidad de pediatría de Vithas Valencia 9 de Octubre, indican que si el niño presenta alguno de los síntomas anteriores se le debe llevar a un lugar fresco y ventilado, o con aire acondicionado. Si está consciente y no vomita, se le debe dar de beber agua fría en pequeñas cantidades con frecuencia. Si es un lactante, ofrecer tomas al pecho a demanda; aflojar su ropa y quitar las prendas innecesarias; una ducha de agua fresca o colocar compresas humedecidas con agua fría en cabeza, cara, cuello, nuca y pecho pero sin utilizar hielo, ya que la disminución súbita de la temperatura corporal podría ser perjudicial.
Si el menor está inconsciente, se debe avisar al 112 y, si es preciso, iniciar reanimación y trasladarlo al hospital lo antes posible para valoración por el pediatra.