VALÈNCIA (EP). La Federació d'Associacions Veïnals de València (FAAVV) ha pedido "un plan sistemático de inspecciones" para las viviendas turísticas de la ciudad y "una moratoria de licencias hasta contar con una ordenanza" municipal "reguladora de la actividad". La entidad ha censurado el "crecimiento descontrolado" de este tipo de alojamientos "en casi todos los barrios" de la capital valenciana "a margen de normas urbanísticas"
Estas son las propuestas que el colectivo vecinal, que ha considerado que "València puede ser una ciudad turística pero no a costa de arruinar la vida de la ciudad para sus vecinos y vecinas", planteará este jueves por la tarde en la mesa redonda que ha impulsado en colaboración con la Asociación Vecinal Sant Antoni-Saïdia para hablar de "soluciones y propuestas" en este ámbito.
En este debate se ha previsto abordar la cuestión desde el punto de vista de los vecinos, desde el marco normativo y legal y desde la arquitectura y el urbanismo.
La Federació d'Associacions Veïnals de València ha señalado que "todas las ciudades del mundo tocadas por la gracia del turismo de masas están adoptando medidas drásticas para contener la especulación inmobiliaria y el encarecimiento de la vivienda" y ha subrayado que "València no debería ser menos", según ha informado en un comunicado. Ha rechazado "meras declaraciones de intenciones".
"El uso de viviendas residenciales como apartamentos turísticos está teniendo un crecimiento descontrolado en casi todos los barrios de la ciudad al margen de normas urbanísticas", ha apuntado la entidad. Asimismo, ha aseverado que "se suceden episodios de transformación de edificios residenciales enteros en bloques turísticos, previo desalojo de sus ocupantes normalmente en régimen de alquiler".
El colectivo vecinal ha planteado que "al tsunami de viviendas residenciales pasadas al alquiler turístico, se suma ahora el uso de bajos comerciales como apartamentos, en condiciones de infravivienda hotelera al no tener garantizadas en muchos casos las más mínimas condiciones de habitabilidad requeridas como ventilación o luz natural".
Igualmente, ha manifestado que "la alta rentabilidad de este tipo de alojamientos frente al alquiler residencial está provocando un encarecimiento generalizado de la vivienda y una drástica reducción de la oferta en el mercado del alquiler".
"Hoy no se sabe a ciencia cierta cuántos apartamentos existen en la ciudad, posiblemente más de 10.000", ha agregado, al tiempo que ha destacado que "aunque ya constituyen la oferta de alojamiento más demandada" esta es "una oferta que en la inmensa mayoría de los casos carece de licencia y opera de forma ilegal, como han señalado ya numerosas sentencias".
"Sí sabemos, en cambio, que hay barrios donde ya hay más alojamiento turístico que residentes", ha añadido la federación, que ha asegurado que "las consecuencias de esta transformación son la falta de seguridad en las comunidades de residentes y crecientes subidas de los precios del alquiler y de la vivienda".
La entidad vecinal ha aseverado que esta "burbuja inmobiliaria" está "dando lugar a la expulsión de residentes en algunos barrios de la ciudad y a la aparición de un estado de emergencia habitacional para muchas familias".
"Mientras que la gente joven está teniendo que organizar su vida fuera de la ciudad para encontrar una vivienda asequible, los estudiantes pagan precios cada vez más abusivos en condiciones más precarias por una habitación", ha apostillado, tras lo que ha señalado que esas son "algunas de las consecuencias directas de una actividad turística que está arruinando a su ciudadanía, especialmente a la más joven".
La Federació d'Associacions Veïnals ha indicado que "las medidas anunciadas hasta ahora para limitar esta creciente actividad están teniendo poco recorrido" porque "las denuncias sobre la actividad de los apartamentos turísticos, al igual que ocurre con las terrazas de la hostelería, tienen muy escaso recorrido". "Se tramitan solo de forma testimonial y con sanciones sin ningún efecto disuasorio", ha remarcado.
Con todo ha considerado que "es el momento de poner orden en una oferta de alojamiento que está siendo el acelerador de la burbuja inmobiliaria" y ha apuntado que "es necesario tomar medidas y proteger la vivienda de la especulación turística".
La federación vecinal plantea al Ayuntamiento un "plan de choque para revertir el uso terciario hotelero de viviendas residenciales" con "inspecciones y régimen sancionador que impida la actividad de forma efectiva" y, "especialmente, de aquellos casos que cuentan con denuncias vecinales".
Además, propone una "modificación del procedimiento sancionador actual" y reclama un "informe sobre el número y características del alojamiento hotelero en la ciudad", así como "documentación de los criterios de concesión de las licencias de compatibilidad urbanística". De este modo, busca "conocer el número de hoteles y apartamentos turísticos y su distribución por la ciudad", algo que cree "fundamental para abordar una regulación efectiva".
A esto suma la "redacción de una ordenanza que regule licencias y actividad y una "moratoria de licencias hoteleras para apartamentos y hoteles hasta regular los cambios de uso y la capacidad de carga turística en cada barrio".
La FAAVV ha resaltado que sigue "a la espera" de poder sentarnos con el nuevo Ayuntamiento -con el ejecutivo de PP y Vox- "para hablar seriamente de las necesidades de vivienda asequible" y "de medidas concretas para frenar la burbuja inmobiliaria que está generando el crecimiento de la actividad turística al margen de las normas urbanísticas".