La factura de la luz: una asignatura pendiente

Los últimos datos del Panel de Hogares de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) revelan que el 51,1% de los españoles no conoce la diferencia entre el mercado libre y el regulado (PVPC) en las tarifas eléctricas. Este informe, que se realiza de forma semestral y que en esta ocasión ha consultado a más de cinco mil hogares, es una herramienta fundamental para entender cómo los ciudadanos se relacionan con este suministro básico.

Los resultados son alarmantes, especialmente si tenemos en cuenta que atravesamos un momento delicado donde el consumo ha subido un 5,1% y el gasto se ha disparado un 10,5% en el último año, hasta alcanzar un desembolso medio de 47,8 euros mensuales.

La situación resulta paradójica: mientras los precios suben, el desconocimiento sobre las tarifas eléctricas sigue siendo muy elevado. Un 19% de los hogares ni siquiera sabe qué potencia tiene contratada, y el 35,6% tiene un contrato con precio único para todas las horas del día, lo que podría estar impidiéndoles beneficiarse de tarifas más ventajosas en determinadas franjas horarias. Además, el porcentaje de hogares que tiene en cuenta la diferencia de precios entre distintas horas para sus hábitos de consumo va disminuyendo desde 2022.

Aunque la CNMC dispone de herramientas útiles, como Entiende tu factura, está claro que no es suficiente. Los ayuntamientos y los servicios de consumo de la Generalitat, por su proximidad con la ciudadanía, son claves para abordar este problema. ¿Qué podrían hacer? Pues, por ejemplo:

1. Tal y como ya han puesto en marcha algunos ayuntamientos de nuestra Comunitat, establecer puntos de información energética donde los ciudadanos puedan acudir a resolver sus dudas sobre tarifas y consumo.
2. Desarrollar programas de formación en centros de mayores y asociaciones de vecinos, explicando de forma sencilla las diferencias entre tarifas y cómo optimizar el consumo.
3. Crear una red de asesores energéticos para analizar los contratos y proponer mejoras, especialmente para familias vulnerables.
4. Lanzar campañas informativas en medios locales y redes sociales, con ejemplos prácticos y casos reales que ayuden a entender las ventajas de cada tarifa.

En estos días, cuando muchas familias miran con preocupación la llegada del frío, comprender el recibo de la luz no debería ser un quebradero de cabeza. El potencial de ahorro podría ser significativo con el asesoramiento adecuado. Las administraciones tienen la oportunidad y la responsabilidad de liderar este cambio, facilitando las herramientas necesarias para que los ciudadanos gestionen mejor su consumo energético.