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políticos al habla / OPINIÓN

'Fake news' made in Valencia

24/10/2018 - 

24-10-18. ¿Dónde empieza y acaba la realidad? La política es un mundo plagado de subjetivismo, medias verdades, y titulares sesgados. La gente suele informarse a través de los medios cuya línea editorial es coincidente con sus ideas. De esa manera tranquilizamos nuestras mentes al leer las noticias que nos confirman nuestra manera de ver y entender las cosas. Esas son las reglas del juego por todos conocidas.

El problema surge cuando imitando al periodismo pero totalmente ajeno al mismo, un partido, candidato o quienes le apoyan, contratan a empresas que se dedican directamente a fabricar noticias falsas para desprestigiar a su contrincante.

En Brasil, la campaña del candidato derechista, racista, machista y homófobo Bolsonaro, que parte como favorito, ha llegado al Tribunal Electoral e incluso a fiscalía al haberse distribuido mediante mensajes de whatsapp “posibles falsas informaciones o mensajes ofensivos” del candidato del Partido de los Trabajadores (PT). Notable fue la foto manipulada que circuló pretendiendo vincular a la persona que apuñaló a Bolsonaro con Lula y su partido, el PT. Esto se llama campaña sucia y el problema son sus efectos en el resultado electoral y cómo pararla. Como bien saben los británicos contrarios al Brexit, se suele llegar tarde desmontando mentiras.

La gran víctima de las noticias falsas en la campaña estadounidense por la Presidencia fue Hillary Clinton, que, según un estudio, disuadieron a un 4% de sus partidarios. Uno de los bulos fue que su jefe de campaña sacrificaba niños en nombre del diablo en una pizzería, a la que acudió armado un hombre que se había creído la noticia a liberarlos y efectuó tres disparos.

Hillary Clinton sufrió en sus carnes las 'fake news'. Foto: EFE

La gravedad de la problemática ha llevado al Papa Francisco, víctima también pues se le atribuyó el apoyo a la candidatura de Trump, a comparar las noticias falsas con la famosa serpiente de la Biblia y ha emplazado a los periodistas a “ser custodios de las noticias”.

Así, mientras Internet estaba destinada a ser el arma de liberación de la información y la transparencia, también se ha convertido en el instrumento masivo de engaño y desinformación, porque lo cierto es que las noticias falsas han existido siempre, pero la velocidad y amplitud de su difusión a través de las redes sociales hacen mucho mayor el problema.

El pueblo valenciano no está exento de estos montajes y noticias falsas que circulan y se comparten a gran velocidad por los grupos de whatsapp. Y esto no ha hecho más que empezar ya que aún no estamos en campaña electoral y aun así los desmentidos ya forman parte de la agenda del gobierno del Botànic. En la campaña sin duda se lanzará un alud de mentiras que tendremos que desvelar.

Del gobierno de la ciudad de València se ha afirmado en redes que no habría más ofrenda de flores en fallas ni mascletás, imagino que como parte de ese famoso plan oculto del que nos acusó la derecha para acabar con las fallas, fiestas que desde Compromís apoyamos, promocionamos y respetamos, además de participar y disfrutar. Que San José no iba a formar parte de la cabalgata de reyes, en la que además se había prohibido tirar caramelos –obviamente para amargar la fiesta-. La realidad fue una cabalgata espectacular aclamada por todos los asistentes. Otra fue que se había prohibido lucir banderas en los balcones, especialmente españolas, claro está, lo que a alguna gente le gustaría, pero no es cierto. Así una detrás de otra, que hay que ir desmintiendo, y que pretenden generar un malestar con el gobierno municipal sustentado en falsedades, buscando la confrontación social sin mirar las consecuencias.

Ribó y Oltra, en un mascletà. Foto: EFE

Por supuesto que el Consell del Botànic no ha salido indemne de este recurso interesado que vulnera el derecho de información, y la vicepresidenta, Mónica Oltra, ha tenido que desmentir un rosario de falsedades como que le gustaría acabar con la tuna, gran preocupación de cualquier gobierno que se precie. También que iba a prohibir la festividad de “moros y cristianos” para no ofender a las personas de religión musulmana, o que la vicepresidenta iba a dar 500 euros a todas las personas inmigrantes. Noticias falsas que buscan fomentar la xenofobia. Asimismo le atribuyeron una mariscada de 3.000 euros, todo un atracón de una cena inexistente. Mención aparte merece la fiesta de la cerveza del PP con dinero público ascendiendo la factura a 2.500 euros, y que el propio PP atribuyó al gobierno actual sin saber o recordar –quizás por la resaca- que provenía de su propio gobierno. Las acusaciones falsas circulan alegremente aún por las redes y es muy difícil hacerles frente a través de tweets con desmentidos o comunicados y más aún cuando desde perfiles del PP o Cs se siguen alimentando.

Calumnia que algo queda, y en esas están algunos y, como decía, esto sólo es el principio.

Es verdad que el Congreso aprobó la creación de un grupo de trabajo para tratar las noticias falsas, pero de un modo bastante curioso al hacerlo dentro de la Comisión de Defensa, donde no es habitual tratar cuestiones como el derecho fundamental a la información, cuya garantía ha de ser la máxima preocupación.

Lo cierto es que a veces cuesta distinguir entre las noticias falsas y la realidad, y la gente cada vez desconfía más, especialmente de aquello que nos llega mediante mensajes. Tanto es así que cuando nos enteramos de que el Tribunal Supremo anuncia en 24 horas la revisión del criterio interpretativo que acaba de conocerse mediante su propia Sentencia que falla que quien ha de abonar el impuesto ligado a las hipotecas es la banca, y todo ello mediante la convocatoria de un pleno con la clara intención de revisar el criterio ya revisado a través de las nuevas sentencias pendientes, la noticia es tan difícil de creer que te invita a dudar de su veracidad

Entonces recurrimos a diversas fuentes para corroborar la sorprendente noticia y descubrimos tristemente que es así, que ahora el Tribunal Supremo se autorevisa sucumbiendo a la presión de la banca que en breve hizo cálculos del dinero que habría de retornar a las personas hipotecadas. Grave es, sin duda, que se siga fomentando esta desconfianza hacia la independencia del poder judicial por el mismo tribunal que decidió archivar el caso del Master del líder del PP, el aforado Pablo Casado, dando la espalda a la investigación de la instructora.

Y siguiendo con noticias reales que parecen falsas y el propio Pablo Casado, parece que no vacila en recurrir a tópicos y falsedades sin ningún atisbo de rigor histórico, y a afirmaciones más propias del diario satírico El Mundo Today, pero con la pretensión de que sean tomadas en serio. Así, hemos oído al líder del PP reclamar con total desparpajo que hemos de decir “viva el rey” en “una conversación de la calle o el bar”. También preguntarse, “¿qué otro país puede decir que un nuevo mundo fue descubierto por ellos?”, y sin reparo afirmar que España es la nación “más antigua de Europa”, o que “la hispanidad es la etapa más brillante del hombre junto al imperio romano”. Lamentablemente estas afirmaciones, tan ajenas a la crítica histórica bien fundamentada, tendrán su público, pero no hacen sino crear un clima muy enrarecido para el debate serio y riguroso, que es el propio y deseable de una democracia, al buscar manipular las conciencias de las gentes y exaltar determinadas pasiones propias de otros regímenes.

Mientras se buscan remedios a esta plaga que son las noticias falsas sin vulnerar nuestros derechos, tenemos que aprender a dudar de la información que recibimos y a contrastarla antes de favorecer su difusión, aunque, insisto, no todo el mundo lo pone fácil. Compromís ha llegado a crear un test para detectar si eres inmune a las fake news: https://compromis.net/fake-news/

Lo cierto es quienes se dedican a su creación necesitan de la colaboración de la gente para que sean divulgadas. Pronto nos encontraremos inmersos en una campaña electoral y junto al bombardeo de información de los partidos vendrá la desinformación, las noticias falsas y la manipulación. Quienes nunca tuvieron ética para gobernar tampoco la tienen para informar y siempre nos ha sorprendido hasta donde son capaces de llegar. Habrá que estar vigilantes.

Isaura Navarro es diputada de Compromís en Les Corts

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