VALÈNCIA. La junta de accionistas de la sicav Wiener Blut, que tuvo lugar el pasado 31 de agosto, acordó solicitar la baja voluntaria de la sociedad en el registro administrativo de las sociedades de inversión de capital variable -el nombre largo de las sicavs-; además de la exclusión de la negociación de las acciones del capital social de la misma en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), ahora conocido como BME Growth, donde sigue cotizando hasta concluir los pertinentes procesos burocráticos propios de este tipo de operaciones
Hablar de Wiener Blut es hacerlo de una de las sicavs con más solera del panorama financiero valenciano, que fue debidamente registrada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en agosto de 1997 con el número 107. En este sentido conviene recordar que han llegado a ser más de 3.000 las sicavs que en momentos precrisis circulaban por España.
Pero, ¿quién está detrás de esta histórica sociedad de inversión de capital variable? La familia Royo Ballesteros fundadora de Tejidos Royo, la fábrica del 'denim' más sostenible como contó hace diez meses este diario. Una empresa valenciana fundada en 1903, que se ha convertido en todo un líder en el sector textil en Europa. Lo ha hecho con una clara vocación internacional y una amplia red comercial, que le permiten exportar tejidos a clientes en más de 30 países. Su modelo de negocio vertical se cimenta en la hilatura, índigo, tejeduría, tintura en pieza y acabados especiales.
Wiener Blut está presidida por Carmen Ballesteros Navarro, viuda de José Vicente Royo Cerdá -exconsejero del Banco de Valencia fallecido en mayo de 2011-; mientras que en su consejo, según la base de datos pública del organismo supervisor consultada por Valencia Plaza, su hija Blanca Royo Ballesteros. Dicha sicav domiciliada en Madrid y gestionada por Bankinter cerró el primer semestre del presente ejercicio con 115 accionistas y un patrimonio de 3,094 millones de euros, un 2,6% por debajo del que contaba el último día de 2019. Prácticamente el mismo que marca en el ahora llamado BME Growth, tal y como se aprecia en la imagen central.
A 30 de junio de 2020, último dato oficial de la CNMV, esta sicav tenía un mayor peso en participaciones de instituciones colectivas de reconocidas gestoras internacionales como Muzinich, UBS y Vontobel por citar tres, con un tercio de la cartera. En posiciones defensivas se dejaban ver a esa fecha deuda corporativa, tanto nacional -con bonos del BBVA y CaixaBank- como foránea -BHP, Unicredit y Volkswagen, entre otras-.
En acciones, y en lo que refiere al ámbito doméstico, solo aparecían títulos de Inditex y Merlin Properties; mientras que de puertas afuera estaban presentes en el portfolio una veintena de cotizadas de la talla de Air Liquide, Allianz, Coca-Cola, Deutsche Telecom, Enel, Roche y SAP por nombrar algunas.
La familia Royo Ballesteros tiene en Antalya, presidida por José Ignacio Casanova Royo y con José Rafael Royo Ballesteros en el consejo, a su otra sicav. Dicho vehículo de inversión, que también está domiciliado en Madrid pero es gestionado por BNP Paribas, cerró el primer semestre con un patrimonio de 3,568 millones de euros, idéntico al que mantiene en el BME Growth donde también cotiza.