VALÈNCIA (EFE). Las familias españolas necesitan casi 8 años de salario bruto para adquirir una vivienda, la cifra más alta desde 2011, y tienen que destinar para ello el primer año más del 33 % de sus ingresos brutos anuales disponibles, el mayor esfuerzo que se registra desde 2014.
En concreto, según los últimos datos del Banco de España, en el tercer trimestre de 2022 eran necesarios 7,9 años de salario bruto y un 33,6 % de los ingresos anuales disponibles.
Con este nuevo aumento, desde que en el tercer trimestre de 2011 se alcanzaran los 8 años no se registraba un periodo tan elevado para hacer frente al pago de una vivienda.
Y es que el número de años que se requieren para adquirir una vivienda no ha dejado de incrementarse desde comienzos de 2020, a medida que se encarecía el precio del metro cuadrado en España y desde mediados de ese año ya son necesarios más de 7 años.
En el tercer trimestre de 2007, antes del pinchazo de la burbuja, se marcó el récord histórico con 9,45 años de salario bruto para adquirir una vivienda.
Por el contrario, el mínimo -2,96 años- se dio en los tres primeros meses de 1987, año a partir del cual el Banco de España tiene registros de este indicador.
Si lo que se analiza es el porcentaje de esfuerzo que conlleva en una familia, encadena ya más de un año por encima del 30 % y no superaba el 33 % desde 2014.
Desde que el Banco de España dispone de registros trimestrales, el mayor esfuerzo se hizo visible en 1990 con más del 72 % de los ingresos en el primer año. Cabe destacar además que a mediados de 2008, en plena crisis inmobiliaria, llegó a alcanzarse un 54,6 %, mientras que el mínimo se registró a mediados de 1999, con un 25,3 %.
Para calcular el esfuerzo financiero necesario para comprar una vivienda, el Banco de España utiliza el importe de las cuotas que tiene que pagar un hogar medio en el primer año tras la adquisición de una vivienda tipo financiada con un préstamo estándar por el 80 % del valor del piso, en porcentaje de la renta anual disponible del hogar.
Los expertos creen que a medida que se encarece la financiación por la subida de los tipos de interés para hacer frente a la escalada inflacionista el esfuerzo de las familias será aún mayor.
Y todo pese a que el Banco de España aconseja que la renta anual destinada a la adquisición de una vivienda no debería superar el 35 % de los ingresos.
En el último periodo analizado por el Banco de España, el tercer trimestre de 2022, el precio de la vivienda libre se encareció un 4,7 % con respecto al mismo periodo del año anterior hasta los 1.740 euros/m2, según los datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, que utiliza para sus estadísticas datos de los notarios que luego depura.
Así, entre julio y septiembre, el precio de la vivienda marcó el segundo precio más alto que registra desde 2011, solo superado ligeramente por el que registró el trimestre anterior, con 1.740,7 euros/m2.
Según el ministerio, en el tercer trimestre la compraventa de viviendas moderó su subida al 3,8 % y sumó 167.539 operaciones, la cifra más baja en lo que va de año pero el tercer trimestre con más operaciones desde 2007.