Fanzineología proyecta la primera fanzinoteca abierta al público de Valencia

VALÈNCIA. Con más de 2.500 fanzines en su colección, Alejandro Álvarez y EIXA tenían que hacer algo con ello. Así será, los responsables del blog Fanzineología y el podcast B-analizar fanzines están catalogando todos los volúmenes que tienen para abrir una fanzinoteca, la primera de estas características en Valencia (El Punt también se podría considerar como tal, aunque con una línea editorial muy concreta). Será en Godella, dentro del estudio Quercus y, a diferencia de la ya conocida en el IVAM, estará abierta más allá del ámbito académico.

El proyecto va a poner a disposición de quien. lo desee un catálogo online que allí se podrá consultar. Un espacio físico que sirva también para recoger donaciones y poner en marcha una colección ambiciosa. Partir de 2.500 zines ya es una ventaja, aunque ahora mismo están en un proceso de catalogación que durará meses.

La idea de la fanzinoteca, que en España tiene alguna réplica -por ejemplo- en Pamplona, nace de ese momento de lucidez al ver que tienes demasiadas cosas en casa: “Al ya tener tantos fanzines en físico, no tiene mucho sentido tenerlos en casa, y muchas veces, el proceso de donación a bibliotecas es peor que gestionarlo tú mismo, así que nos hemos echado para adelante y abrir un espacio propio”, comenta Álvarez a este diario.

Si bien el IVAM ya cuenta con fanzinoteca, está está restringida al ámbito académico: “no nos interesaba entrar en ese mundo, queremos que el fanzine se manosee, que cualquier persona pueda acceder a la colección”. De esta manera, la idea es constituir una asociación a través de la cualquier poder acceder al catálogo digital y poder solicitar consultar cualquier volumen en este espacio físico.

También está sobre la mesa -aunque no en esta primera fase- la posibilidad de abrir un espacio de venta, aunque “nada que ver con el modelo de librería especializada ni mucho menos”. En un primer momento, el proyecto se nutrirá del fondo propio, aunque ya han lanzado una llamada a donaciones particulares que la gente ya está empezando a contestar. Con más de 11.000 seguidores en Instagram de todo el mundo, la idea de la fanzinoteca es tener un catálogo lo más amplio posible.

La colección particular de Álvarez y EIXA se puso en marcha “hace varios años, al empezar a acumular, intercambiar, comprar en ferias y allá donde viajábamos”: “Tengo un fanzine polaco que no tengo ni idea sobre qué va, pero que está guapísimo”, dice Álvarez. En su fondo cuenta con zines de Colombia, México, Japón, Italia, Polonia, Francia, Serbia y Reino Unido, entre otros países. Si bien su criterio era acumular todo tipo de fanzine, en los últimos años se ha interesado más por aquellos que tienen un sentido crítico y político.

Por el momento, la llamada a la acción y el proceso de catalogación están en marcha (“una cosa es tener catalogadas las portadas y otra es hacerlo en serio. En la colección hay de todo, estamos aún viendo qué criterios utilizar para poder clasificarlos todos”). La idea es tener el espacio Quercus preparado para abrir en otoño de este mismo año.

Para Álvarez, la apertura de este espacio responde a un momento cultural de València muy concreto. “Están pasando muchas cosas con la autoedición en la ciudad”, dice con conocimiento de causa, pues además forma parte del colectivo Vendo Oro, responsable de la feria Tenderete. Por eso mismo, la fanzinoteca también tiene ambición de ser también algo de centro cultural: “queremos organizar exposiciones y que el espacio sea más que un montón de fanzines que consultar. Ya hemos tenido experiencias previas en bibliotecas públicas y han sido muy positivas”, valora Álvarez. Con El Punt, la fanzinoteca del IVAM, toda la red underground de autoedición y ahora este nuevo espacio, València puede presumir de ser un punto neurálgico del movimiento.