VALÈNCIA. Felipe Pantone le pone imagen a la fiesta. Spook culmina la celebración del primer aniversario de su nueva era con el encargo al muralista, que ha renovado la pared de la terraza de la mítica discoteca. Se trata de un trabajo especial que el artista se ha tomado como tal. De hecho, es su primera obra hecha en pared en blanco y negro (tenía una serie de pinturas de galería que también tenían esa serie cromática).
Ayer remataba los últimos detalles del mural con el sol de Pinedo sofocándole. Spook acaba así con una renovación total de su imagen, que ha tenido como leitmotiv la vuelta a sus orígenes, tal y como contó este diario. En sus paredes, también: con la obra de Pantone, hay un regreso al mural original, un damero en blanco y negro. Lo ha pintado sobre una composición con diferentes texturas coloridas.
“Se suele decir que el negro es un color que dice déjame tranquilo, que no es muy amistoso. Los murales han de ser amistosos porque están en la calle, son inmediatos y están hechos para la gente. Pero me ha gustado pensar en este encargo como algo más canalla y original. En este caso, el blanco y negro significa déjame tranquilo porque vengo a bailar; pero, a la vez, together we dance alone”, explica el artista.
El mural se compone de dos texturas diferentes. Primero, un fondo con una estructura de cuadrados en escala de blanco, negro y grises que, de manera diagonal, transmiten una sensación desplazamiento veloz. Encima de ellos, un trazo cilíndrico pasa por encima de la estructura del fono. “Quería dar, con el fondo, una sensación de velocidad, de una estructura violenta, que está bailando; pero por otra parte, una figura redondeada que transmita buenrollismo. Para mí eso es Spook, bailar fuerte pero siempre manteniendo el buen rollo”, desgrana.
Explica Pantone que “casi nunca” tiene en cuenta el lugar: “en mi trabajo me importa conectar con mi generación, no con el espacio”. Sin embargo, en esta ocasión, el proceso ha sido diferente: “para mí esta es una composición muy musical. Los cuadrados podrían ser procesados y seguro que formarían una canción”. Y es que el mito de Spook, que pulula por la discoteca como un espectro que es perceptible por todo el mundo, de alguna manera, ha sido traducido en el mural.
“Felipe conoce Spook y queríamos un mural que fuera en la onda de lo que es ahora. El encargo surge de la amistad y de querer apoyar a un artista de la ciudad como él, que hace cosas increíbles. Le propusimos renovar el mural y le hizo mucha ilusión. Le enseñamos como era en sus orígenes y él ha cogido esa idea y la ha hecho suya”, añade David Pin, director del espacio.