Jeremy Palacio, director general de Fermax. Fotos: KIKE TABERNERVALÈNCIA. La valenciana Fermax, empresa especializada en la fabricación de microporteros para las viviendas, elevó un 11% su facturación en 2018 alcanzando los 62,4 millones de euros. Las ventas alcanzadas en 2017 habían sido de 56,2 millones de euros, según constan en las anuales depositadas en el Registro Mercantil.
La compañía, dirigida por Jeremy Palacio y que este año celebra su 70 aniversario, siguió la senda de crecimiento de los últimos años y duplicó beneficios pasando de los 2,6 logrados en el ejercicio anterior a los 4,1 conseguidos en 2018. Fundada en 1949, Fermax es en la actualidad líder en el mercado nacional y ha instalado millones de videoporteros por los cinco continentes. Aunque fabrican a caballo entre sus instalaciones de València y Alacuás, más de un 60% de la producción sale fuera de nuestra fronteras. Tienen filiales en Inglaterra, Francia, Polonia, Singapur, China y Bélgica.
Además, la compañía adquirió en 2018 el 60% de la empresa radicada en Inglaterra Secure Engineering Limited por un importe de 412.000 euros. Esta firma está dedicada a la comercialización e instalación de sistemas de seguridad integrados, una operación que ha generado un fondo de comercio en el ejercicio actual que asciende a 515.000 euros que se comenzará a amortizar en 2019 en un plazo de 10 años.
Por otro lado, durante el ejercicio 2018, Fermax hizo efectivo el pago de 300.000 euros adicionales al vendedor de las acciones de Fermax Belgium NV tras el cumplimiento de las condiciones establecidas en el contrato de compraventa de éstas, según consta en las cuentas de la compañía.
En cuanto a su apuesta por la innovación, la compañía desarrolló dos proyectos de I+D por un importe total de 645.000 euros iniciados en el ejercicio. El importe neto activado acumulado al cierre del ejercicio asciende a 1,6 millones en cuatro iniciativas diferentes.
De cara al futuro, Palacio avanzaba su hoja de ruta para 2020 en el programa Amanece Valencia de Plaza Radio, que pasa por implantar un sistema de interconexión entre instalaciones de edificios que permitirá a los administradores enviar las preguntas a la vivienda evitando al vecino acudir a una junta de propietarios. "A mediados del año que viene aspiramos a cambiar el paradigma de videoportero, que siempre han sido instalaciones independientes. Cada edificio tienen sus cables, y todas las instalaciones no interactuaban entre si. Queremos que todo lo que instalemos esté conectado y empecemos a ofrecer servicios a los colectivos", señaló.
