VALÈNCIA. Sobrecostes por 15,7 millones de euros en contratos con la antigua fábrica de trenes Alstom -que después sería Vossloh España y ahora es Stadler Valencia-. Es la cifra que se desprende de la investigación interna realizada por Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) sobre las adquisiciones de trenes realizadas los años 2000, 2004 y 2005, cantidad a la que se suman otros 1,3 millones en indemnizaciones que habrían sido perdonadas a la empresa en contratos posteriores.
Las cantidades -a las que ha tenido acceso este diario- fueron desglosadas por un informe de auditoria realizado para analizar las supuestas irregularidades, un trabajo que fue abordado en el Consejo de Administración de la empresa celebrado el pasado mes de marzo mediante la exposición de un documento resumen. La empresa pública, según indicó al respecto este domingo, "decidió abrir de forma inmediata una investigación interna que estudiase y confirmase esas supuestas irregularidades para poder dar traslado, si así era el caso, a la Fiscalía". Todo apunta a que así ocurrirá.
Según el informe, los mencionados 15,7 millones de euros en sobrecostes corresponden a tres contratos. El primero de ellos data del año 2000, cuando FGV adquirió 9 trenes del modelo 4100 para Alicante con un incremento injustificado de 7,4 millones de euros respecto a la oferta original presentada por Alstom, que ya era la más elevada del concurso.
El segundo de los contratos en los que la auditoría detecta un sobrecoste indebido es en el de la adquisición en 2004 de 10 unidades de Metrovalencia de la serie 4300. La contratación había sido autorizada por 55,2 millones y se disparó a los 59,5. Además, el informe advierte en este caso de que FGV eligió a Alstom pese a que su oferta era un 13,46% más cara que la de CAF. El argumento para hacerlo fue que sus plazos de entrega y sus precios de recambios eran más competitivos, pero tales ventajas no se cumplieron finalmente.
El tercero de los contratos, ya con la fábirca de trenes de Albuixech operando como Vossloh, data del año 2005 y corresponde a la compra de 20 trenes también de la serie 4300 de Metrovalencia. En línea con lo que se subraya en el contrato anterior, Vossloh resultó la adjudicataria pese a que su oferta era la más elevada con el argumento de que si se cambiaba de operador FGV sufriría un sobrecoste en la adquisición de repuestos y piezas. Pero el incremento se produjo igualmente al contratar con Vossloh. El importe reservado a tal efecto era de tres millones y sufrió un sobrecoste de 4 millones, un 133,3% más, según la auditoría.
En dos de los tres contratos restantes la auditoría advierte de que FGV no cobró a Vossloh las penalizaciones estipuladas en caso de retrasos en la entrega de la maquinaria. En el primero, rubricado en el año 2006 para la compra de 20 coches motores intermedios, el informe cifra la indemnización perdonada a la empresa en 745.000 euros; y en el segundo, materializado en 2007 para la adquisición de 22 nuevas unidades de la serie 4300, por un importe de 609.000 euros.
El contrato restante no corresponde a un sobrecoste, si bien también resulta llamativo. Se trata del suministro de 20 coches remolques intermedios para su integración en las unidades 4300 sobre el que la auditoría advierte de que el contrato no fue siquiera licitado, de modo que se adjudicó por 27,2 millones de euros a Vossloh sin la debida publicidad.
FGV recordó este lunes que las adjudicaciones a las que se refiere dicho informe de auditoría hacen referencia a la etapa de Jorge García Bernia y Marisa Gracia como gerentes de Ferrocarrils, ambos bajo mandato de los anteriores gobiernos del Partido Popular.