VALÈNCIA. El mes de marzo nos abre el apetito para volver a nuestra querida sección en la que tratamos de resolver con 12,90 euros una comida en la ciudad. Aunque las opciones son muchas, el entorno del centro de la ciudad tiene cada vez más agentes dinamizadores para esta propuesta. Sin embargo, uno de ellos, con vitrina de embutidos italianos mirando a la Calle de la Paz, lleva nada menos que 11 años sumando adeptos.
Este viernes nos hacemos eco de uno de esos bares de menú a 10 euros capaces de tener una agenda de reservas de lo más solicitada: Fiaskilo. El restaurante de los italianos Alberto y Elisa es conocido por su pasta fresca y por un modelo distinto a la mayoría de alternativas que hemos propuesto en la sección: en Fiaskilo, las ensaladas, antipastos, pastas y risottos son siempre los mismos. El modelo ha llevado a que los asiduos repitan constantemente su combinación idónea, pero sobre todo, según Alberto, a "que todo sea fresco ya que no hay compras de oferta a las que no podamos dar salida".
Alberto solo había estado una vez en València: "fue una Nochevieja. Pasé tres días, pero... no recuerdo mucho". Después de años trabajando en restaurantes italianos de Inglaterra, un amigo en el Cap i Casal le dijo que quería traspasar el negocio. Vino, vio las posibilidades, y decidió quedárselo. "Estaba a punto de comprarme una casa allí, en Inglaterra, pero decidí empezar esta aventura".
Desde entonces, han sido 11 años de pasa-palabra. O de pasta-palabra. Así describe el efecto del boca a boca Alberto. Una palabra pasada en torno a su producto, con rellenos y seis variedades que invitan a convertirlo en un restaurante habitual para cualquiera que esté por el centro de la ciudad. Eso sí, previa reserva en buena parte de los días de la semana (de lunes a sábado).
Fue la reforma de 2015 la que disparó la agenda de Fiaskilo, donde los trajes y corbatas son habituales y su terraza, en una calle peatonal y perpendicular a la Paz, de lo más agradable siempre que no sea invierno. La reforma le aportó, precisamente, una vitrina a la Paz "que ha sido una inversión más que un gasto". Quien quedaba por conocerles en estos 11 años, ya lo ha hecho.
Entre sus ensaladas destaca la de pulpo y patata, la caprese o la Fiaskilo. Entre sus pastas, aunque cuesta elegir, quizá el auténtico punto al dente de los rigatoni a la matriciana, el relleno de berenjena y provolone de sus ravioli ripendi o los mainstream gnocchi a los cuatro quesos. Cualquiera de sus tres rissottos es válido para quien quiera un arroz a la italiana, aunque entre lo más imprescindible de la comanda se encuentran los postres de Elisa: el tiramisú, la tarta de queso o la de manzana, entre otros.
Pan, bebida, postre casero y café incluido, ensalada o antipasti y plato principal, todo, por 10 euros finales. Las ejecutivas y los corbateados también tiene sus trucos.
Nombre: Fiaskilo.
Zona: Centro.
Precio: 10 euros.
Dónde está: Carrer d'En Sala, esquina con la Paz.
Más información: Facebook.