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la modificación del Institut Cartogràfic Valencià ha entrado en vigor el 1 de enero

El fin de l'Horta Oest, la comarca 'fantasma' que nunca existió

3/01/2023 - 

VALÈNCIA. Ha costado tres décadas, pero al fin se ha cumplido la petición histórica de eliminar la denominación de Horta Oest; una comarca 'fantasma' que carece de realidad social, territorial, cultural y política. Así lo han defendido a capa y espada los distintos colectivos afectados, que han conseguido, con su insistencia y unión, ser más fuertes para recuperar las raíces que les arrebataban poco a poco.

El Institut Cartogràfic Valencià (ICV) ha llevado a cabo la modificación del mapa comarcal, efectiva a partir de este 1 de enero con la entrada en vigor de la ley de acompañamiento de los presupuestos autonómicos de 2023. De esta manera, los municipios que supuestamente pertenecían a l’Horta Oest -Alaquàs, Aldaia, Manises, Mislata, Picanya, Quart de Poblet, Torrent y Xirivella- pasan a formar parte de l’Horta Sud, mientras que Paterna pasa a l’Horta Nord.

Este cambio es mucho más que una simple alteración de las fronteras, puesto que pone fin a las trabas administrativas y refleja los años de lucha de personas que se negaban a perder su origen. El sentido de pertenencia de habitantes de diferentes localidades, pero con objetivos, inquietudes, retos y proyectos comunes.

José Cabanes, presidente de la Mancomunitat de l’Horta Sud, afirma que la división se asumió rápidamente por varias consellerias, hecho que ha dificultado el proceso de eliminación. "Ha sido complicado y ha conllevado mucho trabajo. Convencimos a Cartografía de que estaba mal, la Ley de Mancomunidades de 2018 explicaba claramente cuáles son las comarcas. Agradecemos a la Generalitat que haya tenido en cuenta la petición, 20 municipios hemos sido siempre Horta Sud y queremos seguir siéndolo", defiende.

Una batalla pendiente

Ahora, ven su esfuerzo recompensado, pero todavía queda un último paso. Aunque los avances han llegado al área de cartografía y los presupuestos, todavía falta alcanzar la estadística. Esta ha sido una problemática recurrente a la hora de pedir subvenciones y elaborar convenios debido a que el Gobierno valenciano contemplaba a l’Horta Oest a la hora de crear informes e incluso incluía en ellos a Paterna (Horta Nord).

Vista panorámica de Torrent, supuesta capital de l'Horta Oest y actual capital de l'Horta Sud. Foto: Ajuntament de Torrent

Por ello, la Fundació Horta Sud lamenta que haya sido difícil hacer análisis veraces, interpretar la realidad y que el portal de estadística de la Generalitat mantenga todavía esta designación, produciendo un conflicto con el resto de las competencias. Aún así, confía en que las últimas novedades propicien también un cambio y se gane la última batalla pendiente.

Unión y perseverancia

El buen resultado ha sido fruto del trabajo grupal de la Mancomunitat, la Fundació, el Foro Empresarial, Guaix e IDECO. A través de campañas de difusión, han expuesto a la ciudadanía su rechazo y han transmitido sus quejas a la administración autonómica, insistiendo en que "no tenía ningún sentido". 

De hecho, puede resultar sorprendente que este territorio haya ganado tanto peso cuando la ciudadanía, ayuntamientos y asociaciones involucradas coinciden en su ineficacia. También si se tiene en cuenta que Antoni Asunción, exministro de Interior y antiguo alcalde de Manises -una de las localidades afectadas-, fue el primer presidente de la Mancomunitat cuando se fundó hace 40 años. 

Tal y como explica Julio Huerta, director de la Fundació, se desconoce el motivo exacto por el que se comenzó a integrar a la comarca ‘ficticia’ en documentos oficiales, ya que en el año 1988 la Conselleria elaboró una propuesta de demarcaciones territoriales en la que figuraba l’Horta Oest, pero nunca llegó a aprobarse. Según declara, l'Horta Sud cuenta con casi medio millón de habitantes, de modo que la principal teoría es que la división se llevó a cabo por el Gobierno para agilizar los trámites y las estadísticas sin tener en cuenta el estilo de vida y la cultura propia de los pueblos pertenecientes. Desde entonces, se ha arrastrado hasta hoy.

A pesar de que el camino ha sido duro, llega a su fin gracias a la cooperación. "Hemos conseguido los cambios que eran necesarios y reconocer una realidad. Cuando la sociedad civil, la empresa, la administración publica y los ayuntamientos van de la mano todo se puede conseguir. Es una lección para asumir los futuros retos", afirma Julio Huerta. 


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