VALÈNCIA. "Fomento demostrará que cree en el Corredor Mediterráneo cuando empiece a construir la doble plataforma". La frase la ha pronunciado en varias ocasiones Francisco García Calvo, secretario general adjunto de Ferrmed y experto de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) para la defensa del trazado ferroviario. Y por fin este miércoles se convirtió en realidad -en la hoja de ruta del Gobierno, mejor dicho-.
El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, hizo el anuncio durante una visita a Castellón. Según explicó, el Ejecutivo va a implantar la doble plataforma ferroviaria -dos plataformas con dos vías y ancho europeo en cada una de ellas- en el tramo del Corredor Mediterráneo comprendido entre Valencia y Castellón. El argumento con el que justifican la decision es la percepción de "un potencial incremento del tráfico de mercancías y viajeros en este tramo", tal y como había advertido el Consell y el empresariado valenciano en multitud de ocasiones.
Este proyecto, según detalló, "contempla una inversión estimada de 1.170 millones de euros para este trayecto, de una longitud aproximada de 62 kilómetros, y permitirá a los servicios comerciales de viajeros circular a una velocidad máxima de 350 kilómetros por hora". La previsión es sacar la Alta Velocidad y otros trenes de larga distancia a la nueva plataforma y dejar las mercancías y los trenes de cercanías en la vía antigua con doble ancho, según afirman fuentes del sector.
De la Serna no especificó si se respetará el trazado que se llegó a licitar antes de optar por el tercer hilo, un recorrido por fuera de los núcleos urbanos pensado para la Alta Velocidad. No obstante, la proximidad de su licitación hace pensar que así será. "De acuerdo con la planificación actual del Ministerio de Fomento la obra se licitará en 2019", dijo.
Lo relevante del anuncio es que pone fecha al fin del tercer hilo entre València y Castellón, la solución provisional y barata por la que se optó para habilitar el ancho europeo en el trayecto del corredor en tiempos de vacas flacas. A esta fórmula, cuya puesta en marcha se espera para el cuarto trimestre de este año, le llovieron las críticas por todas partes por concentrar el elevado tránsito ferroviario del trayecto en solo dos vías y postergar el plan que ahora se recupera: la doble plataforma de ancho internacional.
Basta un repaso a la hemeroteca del tercer hilo para toparse con multitud de adjetivos descalificativos. "Chapuza", dijo al respecto el presidente del Puerto de Valencia, Aurelio Martínez. "Infraestructura de tercera", espetó la consellera del ramo, María José Salvador. El más célebre fue tal vez el "carril bici" con el que lo comparó José Vicente González, presidente de la extinta Cierval. El chiste que sentó bastante mal al PP de Isabel Bonig, la consellera del Gobierno de Alberto Fabra que tuvo que vender las virtudes de la infraestructura 'low cost' durante la crisis.
Pero Fomento, con el inicio en 2019 de las obras de una segunda plataforma, parece ahora dispuesto a que realmente sea una herramienta de transición. La noticia recibió el aplauso de AVE, Ferrmed y de la propia Conselleria de Vivienda y Obras Públicas. No obstante, todos ellos coincidieron en lanzar tres advertencias al respecto.
Por un lado destacaron que se trata de una rectificación del ministerio, dado que el plan original era construir directamente una segunda plataforma de ancho internacional para el AVE. Por otro advirtieron de que servirá de poco tener cuatro vías en dos plataformas si todos los trenes van a morir al túnel de Serrería, cuyas dos vías son ya un cuello de botella que requiere la construcción del túnel pasante hasta el centro de la ciudad -un proyecto cifrado en 850 millones que el que el Gobierno ha dicho que va a asumir pero sin poner fecha-. Por último alertaron de que de momento es solo un anuncio que deberá ser refrendado en los presupuestos generales del estado.
En cualquier caso, cabe al menos poner en valor la dedicación del ministro al Corredor, cuyos anuncios dibujan, por primera vez en mucho tiempo, un plan decente para el Corredor Mediterráneo, al menos entre la frontera francesa y la ciudad de València.
Al ancho europeo ya existente entre el país vecino y Tarragona se sumará el ancho internacional -solo ancho internacional, sin ibérico- que se implantará entre Castellón y la ciudad catalana. Y entre Castellón y València lo que iba a ser un parche indefinido se convierte ahora en doble plataforma, la solución que empresarios y administraciones desean para la totalidad del Corredor Mediterráneo entre Francia y Algeciras -cuando el erario y la política lo permitan-.
De la Serna, sin embargo, se centró más este miércoles en subrayar las ventajas que esta infraestructura supondrá para los viajeros. "Esta actuación, junto a la construcción del túnel pasante en Valencia ya aprobado por la Sociedad de Integración de la Alta Velocidad en Valencia, logrará reducir el tiempo de viaje entre Barcelona y Valencia a 2 horas, desde Barcelona hasta Alicante a 3 horas y hasta Castellón a 1 hora y 35 minutos, permitiendo así servicios competitivos para los trenes de mercancías, más eficientes y ágiles, al incorporar un nuevo trazado", detalló.