Foto: EDUARDO MANZANAVALÈNCIA. Ford Europa inicia una consulta para clarificar las dudas surgidas sobre los planes de ajustes que las plantas de Almussafes y la alemana de Saarlouis le entregaron el pasado 27 de enero. Ambas plantas compiten por los nuevos modelos eléctricos que la multinacional lanzará al mercado europeo a partir de 2025 y tuvieron que presentar a la compañía una propuesta con los recortes que están dispuestos a sumir. Tras evaluarlas, ahora la compañía abre un proceso para aclarar cuestiones con el objetivo de remitir la información a la sede central de Detroit, que en junio tomará la decisión final.
Ambas factorías aspiran a conseguir la nueva carga de trabajo y desde hace meses han estado inmersos en negociaciones a contrarreloj entre sindicatos y sus respectivas direcciones para cerrar sus propuestas. Sin embargo, los alemanes han ido más allá y han extendido sus recortes a las tres fábricas que Ford tiene en Alemania -dos en Colonia y la de Saarlouis-, por lo que sus medidas tendrán un impacto en una plantilla de cerca de 20.000 empleados. Un ventaja competitiva frente a las instalaciones valencianas donde trabajan unos 6.200 trabajadores y cuyas medidas a priori tendrán un menor impacto económico.
Además, tal y como reconocían los representantes sindicales germanos en rueda de prensa, su oferta, que no ha trascendido, presenta aspectos que todavía podrían perfilarse, por lo que habría algunas cuestiones abiertas. Una situación que ha llevado a la compañía a pedirles aclaraciones para concretar ciertos puntos. Una consulta ordinaria en este tipo de procesos para clarificar dudas y que se producirá a principios de esta misma semana. Y es que Ford necesita valorar bien cada propuesta antes de elevarlas a la dirección de la compañía en EEUU para que tome la decisión final.
En este sentido, la oferta alemana conlleva mayores implicaciones económicas porque incluye dos plantas de fabricación y otra de motores que, además, se encuentran en diferentes regiones alemanas, cada una con su propia legislación y fiscalidad. Además, a nivel plantilla también su acuerdo es más complejo porque implica a cerca de 20.000 trabajadores. Por tanto, los gabinetes técnicos de la compañía deben revisar bien toda la información y, al parecer, habría algunos puntos que no estarían del todo claros, por lo que la firma del óvalo ha solicitado a Saarlouis aclaraciones. Almussafes también podría ser requerida para depurar algún detalle.
Asimismo, Ford Europa debe evaluar los planes que cada gobierno y región han presentado acompañando la propuesta de los sindicatos en cada planta. Esta cuestión también será clave a la hora de decidir dónde se producirán los nuevos modelos eléctricos. El propio presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, confirmaba hace unos días la existencia de ese soporte económico remitido a la compañía en Europa, pero eludía especificarlo por la confidencialidad que existe y porque "hay competidores en esta operación", en alusión a Saarlouis. Un respaldo que ha dado cierta tranquilidad a la industria del automóvil valenciano que confía en la competitividad de la factoría valenciana.
Precisamente la posibilidad de clarificar las ofertas ha llevado al sindicato UGT en Almussafes a guardar estos días un silencio estratégico para no dar pistas a su competencia de lo que se está dispuesto a asumir. Además, los sindicatos de Ford Alemania, en su comparecencia ante los medios, no detallaron ninguna de sus medidas, por lo que se prefirió optar por la prudencia ante el secretismo alemán. Pero dado que la consulta se llevará a cabo a principios de semana, el sindicato mayoritario en la factoría valenciana comunicó este viernes que esta misma semana dará a conocer el acuerdo que rubricó con la dirección europea.
"Vamos a dirigirnos de nuevo a la dirección de Ford en Almussafes para que convoque esta próxima semana a la Comisión Negociadora con el claro objetivo de compartir el acuerdo con el resto del Comité de Empresa y poder alcanzar la mayor unidad posible, tal y como está sucediendo en otros en lugares", explicó UGT en un comunicado. En caso de que esa convocatoria no se produzca, explicaron que harán público el plan de ajustes pactado al resto de sindicatos en la factoría -CCOO, CGT y STM- y a la totalidad de la plantilla, "con la intención de recabar el máximo apoyo posible y continuar con un clima de estabilidad en la fábrica a la espera de la toma de decisión desde Detroit", subraya UGT.
El sindicato reconoce que en estos momentos se vive un momento "trascendental" para el futuro de la factoría, por lo que pide al resto de sindicatos en la planta a que se sumen al pacto para dar una imagen de unión ante la multinacional, como hicieron los sindicatos alemanes. Su voluntad es ir también todo el Comité de Empresa unido para demostrar a Europa que existe cohesión en la fábrica.
"Es de vital importancia que el acuerdo alcanzado en la sede de Ford Europa cuente con el máximo apoyo por parte de todos, transmitiendo un mensaje de solidez y estabilidad a la dirección de la compañía con el objetivo de no dejar margen a ninguna duda a la hora de apostar por invertir en la electrificación de Almussafes", subrayó UGT en su comunicado del viernes.
Esta semana se desvelarán las condiciones que la factoría valenciana está dispuesta a aceptar para conseguir los nuevos vehículos y garantizar la producción para los próximos 15 años. Una carga de trabajo más que necesaria para dar continuidad a una planta que en estos próximos dos años perderá cuatro de los cinco modelos que actualmente fabrica. Aunque todavía habrá que esperar cinco meses más hasta conocer al ganador y la planta que se llevará el pedido de Ford.
