VALÈNCIA. Nuevo mazazo para la factoría de Ford en Almussafes. La dirección europea ha comunicado este martes al Comité de Empresa que tanto la planta valenciana como la alemana de Saarlouis van a tener que hacer recortes en sus plantillas, independientemente de cuál de las dos sea la que finalmente se adjudique los dos modelos eléctricos que la multinacional tiene pendientes de adjudicar. Eso sí, asegura que la que no gane la pugna finalmente no cerrará, como en su momento llegó a advertir la multinacional.
En una carta a la plantilla, el presidente de Ford Europa, Stuart Rowley, avisa de que "es previsible" que ambas factorías, que compiten por la carga de trabajo, "deban someterse a un redimensionamiento de su estructura actual", aunque sin concretar cómo será ese ajuste. "Los detalles exactos no estarán disponibles hasta que hayamos seleccionado una planta preferida", asegura el directivo, quien puntualiza que la elección no supondrá "una decisión de cierre" de la otra para la que ya se están buscando "oportunidades".
No obstante, reconoce que el recorte en el empleo "será un proceso difícil para muchos empleados involucrados". "Yo personalmente y todo el equipo directivo estamos comprometidos a garantizar que sea un proceso justo y transparente. Nos tomamos en serio nuestra responsabilidad hacia nuestros empleados, clientes y las comunidades en las que vivimos y trabajamos", subraya el presidente de Ford Europa.
Aunque lo cierto es que en la planta valenciana se preveía esta decisión por el menor volumen de trabajo que habrá en la factoría, solo este año perderá dos de los cinco modelos que actualmente fabrica, la noticia supone un jarro de agua fría en plena disputa con su homóloga alemana por resultar adjudicataria de los nuevos eléctricos. Y es que de recibir el encargo, la planta produciría a partir de 2025 tres modelos -los dos eléctricos y el Kuga- frente a las cinco modelos que ha estado montando hasta este 2022. De hecho, hace solo un mes que se despedía del Mondeo.
No obstante, no será hasta finales de junio cuando Ford tomará la decisión tras revisar los planes que ambas fábricas le han presentado. La propuesta valenciana incluye una contención salarial y flexibilidad en los turnos en función de la demanda, pero condicionada a que Almussafes se adjudique los nuevos modelos eléctricos. En cambio, de la alemana no han trascendido detalles más allá de que los sindicatos se han unido todos a una y han presentando una oferta que incluye recortes para sus tres plantas de Ford en el país -dos en Colonia y la de Saarlouis-, por lo que sus ajustes tendrán un impacto en una plantilla de cerca de 20.000 empleados.
Fue en enero cuando comenzó la competición interna entre ambas plantas con la solicitud de planes de ahorro a cada una para evaluar cuál es la más idónea para producir los nuevos coches de Ford. "Como parte de este proceso recopilamos y evaluamos información exhaustiva que nos ayudará a tomar una decisión. Esperamos que las consultas con los equipos de las plantas y los sindicatos continúen hasta junio. Estamos apuntando a finales de este mes para seleccionar una planta favorita", señala el directivo en su misiva a los trabajadores.
Aunque a lo largo de estos meses Ford había puesto encima de la mesa la posibilidad de cierre de una de las dos fábricas al señalar que sería insostenible mantener ambas, ahora Rowley remarca que la que no resulte 'agraciada' no cerrará, por lo menos de momento. De hecho, asegura que se están "buscando activamente futuras oportunidades para la planta que no sea seleccionada".
"Independientemente de la planta que se seleccione en última instancia, es importante recordar que aún no se trata de una decisión de inversión en producto. Después de la selección de la planta tendremos mucho trabajo por hacer para asegurar el producto para Europa", asegura. Por tanto, remarca que "tampoco es una decisión de cierre de una planta" y asegura que ya están buscando "activamente futuras oportunidades para la planta que no sea seleccionada". Un esfuerzo que, según señala, incluirá "múltiples partes, incluidos gobiernos locales y nacionales". Un llamamiento a las administraciones públicas que han participando en este proceso.
El propio presidente de la Generalitat, Ximo Puig, admitía que había un plan de apoyo público remitido a la compañía para garantizar la continuidad de la factoría, pero, además, destacaba las ayudas que estos años se han otorgado a la multinacional.
Por otro lado, el presidente de Ford Europa recuerda que el sector de la automoción vive "la mayor transformación que ha visto la industria en más de cien años". "Vemos competidores nuevos y fuertes que emergen y a los fabricantes tradicionales reinventándose a sí mismos mientras que Europa se convierte en la primera región del mundo en exigir el fin de los vehículos con motores de combustión", señala.
Agradece, por tanto, a los trabajadores que, a pesar de estos desafíos, hayan demostrado "un tremendo enfoque y compromiso para ayudar a Ford a convertirse en líder de la industria en Europa, con una nueva generación de vehículos eléctricos y servicios de conectividad".
El presidente destaca que la multinacional, solo en el último trimestre, ha anunciado nueve vehículos eléctricos nuevos en Europa para 2023 y planea vender más de 600.000 vehículos eléctricos en Europa para 2026. También se refiere al lanzamiento de FordPro y al aumento de producción de la E-Transit en Turquía, entre otros aspectos.