El Poble Nou de Benitatxell y Teulada-Moraira, en la Marina Alta, son dos municipios que se podrían considerar ricos: la renta bruta de sus vecinos, en ambos casos, supera los 22.000 euros al año. Desde la pandemia, los ingresos de sus vecinos se han incrementado en miles de euros. Benitatxell, con 4.600 habitantes, ocupa el puesto 1.419 a nivel estatal; Teulada-Moraira, el puesto 998; Ambos son municipios costeros, turísticos, y que figuran en rankings que ponen de relieve que es un buen sitio para una segunda residencia (lo de playas instagrameables lo dejo para los más frikis). Para más detalles de la exclusividad de algunas de sus residencias, solo hay que consultar el reciente Estudio sobre las viviendas de lujo en España, de Grupo Tecnitasa, recogido por Alicante Plaza, que cita a Teulada-Moraira, con viviendas de más de cuatro millones de euros. Benitatxell también las tiene. Pese a todo, ambos municipios no tienen agua potable. No ha sido una cosa de unos días, por la rotura de una tubería, o por alguna catástrofe natural que haya arrasado con la red de distribución. NO. El lunes 2 de septiembre se cumplirá un mes en esta situación.
¿Ha oído usted algún político que no sea de la esfera local afanarse en la solución? Huelga decir que en pleno siglo XXI, las hay, y rápidas (si hay voluntad). Por no salir, ni siquiera han salido a buscar culpables. Es verdad que el origen del problema es que los acuíferos han rebajado sus niveles, no se han recuperado porque no ha llovido y que les han entrado niveles de salinidad que hacen que el agua no sea apta para el consumo humano ni para cocinar. La solución, con más voluntad que otra cosa, y unos con más celeridad que otros, ha sido el reparto de garrafas de agua a la población. En pleno 2024.
Sería muy largo explicar cuál es la solución estructural al problema, y quién debe ponerla en marcha. Quizás la propia indiosicracia de la Marina Alta tenga parte de responsabilidad, pues se trata de una comarca autosuficiente en recursos, pero que nunca ha tenido un órgano supramunicipal que ha funcionado con la celeridad que cabía, y eso que los cortes y restricciones son algo cíclico en estas tierras. Y quizás sea ese el problema; hay agua, pero mal repartida, poca solidaridad y un órgano común que contrapese las deficiencias de los otros. Si hubieran dependido de un trasvase, seguro que ya hubieran brotado las exigencias de responsabilidades. Pero no es el caso.
El interior norte de la marina alta tiene agua, pero no la cede o no la pone en común. Cada municipio turístico al que ya se le vio las orejas al lobo buscó su solución de manera individual: Dénia, con su potabilizadora; Xàbia, con su desaladora, y Calp, con sus acuerdos con los acuíferos del interior y una potabilizadora. Pero Benitatxell y Teulada-Moraira, pese a sus casas de lujos y playas paradisiacas, han sido los hermanos pobres (pese a sus rentas). En el primer municipio, porque los grandes (partidos) han gobernado poco; en el segundo, porque el PP ha gobernado demasiado, y muy pocas veces ha tenido el desgaste de una derrota. Ambos comparten un consorcio que hasta este verano se ha demostrado inoperante: los políticos porque no hacen caso a la empresa suministradora, o viceversa. La cuestión es que las soluciones están, pero ¡nadie hasta este fatídico agosto no se ha puesto! ¡Qué paradoja ir al Club Náutico de Moraira, ver porsches y ferraris aparcados, pero no se puede beber agua del grifo ni cocinar con ella¡
La solución era conectar la desaladora de Xàbia, inaugurada en 2002 como solución a esos problemas que vivía en su día la población, a la red del consorcio Teulada-Moraira. El proyecto se aprobó en marzo de este año, pero cayó en el sueño de los justos. Nunca más se supo. Bueno, sí, tras el primer reparto de las garrafas, el presidente de la Diputación de Alicante, Toni Pérez, reunió a los alcaldes afectados, se hizo la foto y dijo que se seguía trabajando en la solución. ¿Alguna medida de urgencia? ¿Alguna adjudicación rápida para acelerar los trámites? ¿Alguna solución excepcional? Lamentablemente, nada. La institución provincial tiene recursos, y de sobra, para acelerar el proyecto. Y la Generalitat, también. Las demandas hídricas y la solidaridad, en casi todos los discursos, menos en este. ¿A qué esperan? ¿Rogar a los santos patronos? Quizás la desgracia de Benitatxell o Teulada-Moraira es que no sean grandes urbes, pese al precio de sus viviendas, y que están a más de 70 kilómetros de las capitales.
Se trata de buscar soluciones, no culpables, pero de lo que no hay duda de que se trata de un fracaso hídrico en la Marina Alta, en toda regla, y de todos (y eso sin mirar otros municipios de interior de esa comarca, con situaciones alarmantes, y que también esperan una solución estructural; ni valorar otros proyectos).