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gran place / OPINIÓN

France first!

18/04/2017 - 

VALÈNCIA. “La gente está dando la espalda a la democracia, y no sólo en Turquía”. Esta frase no la ha pronunciado ningún dirigente político, ni un prestigioso analista universitario, tampoco es el titular de un periódico… Estas palabras son de un lector anónimo, cuyo comentario aparece publicado en un periódico bajo la crónica del referéndum que da la victoria a las políticas involucionistas del presidente turco Tayyip Erdogan. Pero, vamos a mirar hacia casa.

Porque, si ése es el sentir de la gente, algo malo está sucediendo, y no sólo en Turquía. Y, si no, recordemos el grito de guerra de la candidata a la Presidencia francesa, Marine Le Pen: “On est chez nous”, en francés, “Estamos en nuestra tierra”, más o menos. También la hija pródiga que expulsó a su padre del partido del que fue fundador por negar el Holocausto, el Frente Nacional, ha hecho suyo el slogan que Jean Marie Le Pen acuñó en 1985 como un adelantado predecesor de Donald Trump: “France first”.

Porque la Unión Europea no lo ha hecho bien durante la crisis ni en sus años precedentes. Porque las medidas de austeridad propiciadas por los sucesivos gobiernos conservadores en Bruselas e impulsadas por el eje franco-alemán -precisamente- nos han saltado a la cara como aceite hirviendo. Su efecto es el contrario del que propugna el artículo 3 del Tratado de la Unión Europea, que promete el bienestar de los pueblos a través del crecimiento económico, el pleno empleo y el progreso social. Lo firmamos todos, ¿verdad?

El resultado es el renacimiento de los nacionalismos, y el populismo en el centro y norte de Europa. Y los ataques se centran en la Unión Europea, de la que todos prometen salir, la única economía mundial capaz de ofrecer un Estado de bienestar sin parangón en ninguna otra parte del planeta. Y, aún así, es el dragón contra el que lucharán todos los San Jorges en los próximos comicios. El primero en el horizonte, Francia.

El primer “tour de force”, es decir, la primera vuelta para votar en las elecciones a la Presidencia francesa, será este domingo, 23 de abril, San Jorge. Pero, ¿a quién tiene enfrente Le Pen-hija?  La líder del ultraderechista Frente Nacional ha estado bailando en los sondeos como una de las favoritas frente al resto de candidatos, que se desdibujan entre la socialdemocracia y el comunismo, pasando por la derecha sin adjetivos. Nos lo contaba su padre, Jean Marie Le Pen, el domingo en directo, en un tweet de su cuenta personal de Twitter: “Estos son los candidatos: Mélenchon, comunista. Macron, oportunista. Fillon, delincuente. ¡Yo voto a Marine!”.

Efectivamente, Mélenchon es comunista o, más bien, se encuentra en la izquierda radical francesa. Insumiso del partido socialista desde 1977, es copresidente del Partido de Izquierdas. Este eurodiputado de 65 años es difícil que conecte con una juventud francesa desencantada que aún no ha acampado al Sol, pese a que el buque insignia de la democracia en Europa va a la deriva. ¿Dónde ha estado la Francia insumisa durante los peores años de la crisis?

No la encontramos en el otro lado, el del discípulo de Sarkozy y ex primer ministro François Fillon, cuya imagen de Francia parece representar una “parroquia del siglo XIX”. Fillon, contrapunto de Le Pen para captar el voto de la derecha, ha sido denostado desde antes del inicio de la campaña electoral y perseguido por el escándalo de los contratos ficticios de su esposa con fondos públicos. Imputado por la justicia, no ha retirado su candidatura, que pesa como una losa sobre los demócratas liberales franceses.

La Francia insumisa tampoco está en la heredada por el último gobierno del socialdemócrata François Hollande y a la que representa Emmanuel Macron, a quien le recuerdan todos sus contrincantes que fue Ministro de Economía. Impulsor de la reforma laboral que sacó a los franceses a la calle -poquito-, por el retroceso en los derechos de los trabajadores, a este joven político francés con imagen de galán de cine se le recuerda también por dimitir  poco después para dedicarse a su nuevo proyecto político, En marche. Yo le recordaría por haberse casado con su profesora del instituto, 20 años mayor que él. Delicioso Macron…

En una Francia que no cumple los estándares económicos de la zona euro, con una deuda del 98% del PIB -cuando Bruselas no permite más del 60%-, con una Administración Pública sobredimensionada, con sus jóvenes más preparados en el exilio forzoso -¿les suena?- y una clase trabajadora y un campesinado -el campo francés es rico-, cada vez más indignados…, ¿hacia donde mirar? Hacia Marine Le Pen, porque defiende “lo nuestro”. La líder de la extrema derecha francesa ha convertido el Frente Nacional en el primer “partido obrero" francés. Y, como San Jorge, viene para matar al dragón alado. Pero, esta vez, el dragón lleva unas estrellas amarillas sobre su lomo azul…

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