VALÈNCIA. El ex secretario general del PP de Madrid Francisco Granados lanzó este lunes una bomba sobre el PP de Madrid y Nacional con su declaración como investigado ante el juez del caso Púnica. Granados aseguró que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se enteró del ‘pelotazo’ que se iba a producir en dos parcelas urbanísticas, una en Majadahonda y otra en Arganda, la primera dependiente de el propio Granados y la segunda del expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González, y que tras saberlo llamó a la entonces presidenta y le pidió que "las echasen para atrás". Según la versión de Granados, él cumplió la orden pero González no.
De acuerdo con estos hechos, Granados afirmó que "Aguirre no destapó la Gürtel, la destapó Rajoy", pues fue ese ‘pelotazo’ el que dio origen a la investigación de la trama corrupta.
Esa declaración levantó revuelo dentro de la sala. El motivo es que Rajoy, tras saltar el escándalo, no solo se hizo el sorprendido y no apartó a nadie de su cargo, sino que llegó a afirmar en una rueda de prensa en febrero de 2009 que era una "conspiración contra el PP". Granados también explicó que el hoy presidente del Gobierno, al saber lo de las parcelas, le dijo a Esperanza Aguirre: "Quédate con el de pueblo (Granados) y echa al pijo (González)", pero que luego "se quedó con el pijo y ha pasado lo que ha pasado".
Pero Francisco Granados no solo tuvo palabras para Rajoy: Los expresidentes de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre e Ignacio González y la actual presidenta, Cristina Cifuentes, también fueron blanco del ex secretario general del PP madrileño.
De González y Cifuentes dijo que mantenían una relación sentimental, pero que en 2008 "rompieron", eso se convirtió en "atracción fatal" y, aseguró, por eso se apartó a Cifuentes. Añadió que para pagar la campaña de 2011 se utilizaron fondos públicos. Detalló que había una contabilidad del PP Madrid ajena al partido Nacional y que gestionaba directamente Ignacio González y una sociedad -Swat- que servía de vehículo para todas las campañas específicas de Esperanza Aguirre. Y que todo era financiación ilegal que llevaban en 'B'. Sobre la expresidenta, aseguró que era ella la que tenía el poder absoluto, pues en Madrid no se cambiaba una papelera sin el conocimiento y aprobación de Esperanza Aguirre.
Según su relato, Promadrid era una empresa gestionada por un familiar de Aguirre (Aurelio García de Sola) que se quedaba partidas de Turismo por orden de Aguirre, González y Cifuentes, a través de las cuales se habría financiado irregularmente el PP de Madrid. Y que el marido de Cifuentes también se beneficiaba o participaba con una de sus empresas. Que le consta que la empresa Swat era el vehículo societariamente con el que financiaban las campañas de Aguirre en 'B'.
Con respecto a Cifuentes, manifestó que "la ruptura de 2008 de Ignacio y Cristina no debe pasarse por alto porque a ella la arrinconan" y que, tras la ruptura, González toma el control de ICM (empresa tecnológica de la comunidad que gestiona correos y llamadas de todas las comunicaciones) y que ese dato es "súper importante" porque en ese momento "González sabe quién y a quién llaman todos los teléfonos corporativos de consejeros y todo el personal Comunidad de Madrid".
Francisco Granados dijo que después de que Aguirre se marchara tras serle diagnosticado un cáncer, Ignacio González se hizo "con todo el poder" y se llevó a Borja Sarasola de consejero de Urbanismo para "poder dar a su antojo concesión de obras públicas a los suyos". Y apostilla que "una vez como presidente y rodeado de los suyos, Ignacio González desvalija la Comunidad de Madrid haciendo contratos y concesiones para lucrarse". Tras declarar eso, aseguró que "Fundescamp era otro vehículo de financiación ilegal PP Madrid" y que González puso a "un acólito" al frente.