VALÈNCIA. "Hungría es la base perfecta para el crecimiento". Así lo señalaba este jueves Francisco Segura, presidente del Grupo Segura, en la III Jornada de Empresas Familiares en el Mundo celebrada en la Marina de Empresas. El presidente del proveedor de Ford aseguraba que Hungría supone una oportunidad perfecta para crecer y seguir profesionalizándose. De hecho, el presidente agradecía el trato recibido en Hungría, la cual considera su segunda casa.
Segura reconocía que internacionalizarse supone riesgos como cambiar de cultura, lo que conlleva la adaptación de la empresa y de su modelo de negocio al país. El mayor reto, admitía, fue transformar aspectos técnicos, pero sobre todo, la manera de transmitir sus valores para introducirse en la cultura húngara, puesto que tenían que conseguir una identidad nueva allí. Segura también subrayó la relevancia de profesionalizarse en todas las capas y ámbitos para hacer la empresa más sostenible.
El presidente de Grupo Seguro expuso que durante la historia de la compañía han tenido dificultades, pero las peores se presentaron hacen 11 años, cuando iniciaron su aventura en Hungría. “Durante los últimos 10 años, la empresa ha evolucionado y la que era antes no tiene nada que ver con la que es ahora”, subrayó.
El presidente enfatizó la importancia de la digitalización como una de las vías principales para el desarrollo y aseguró que Hungría tiene niveles altos de cultura industrial, pero han de seguir creciendo. El Grupo Segura ha puesto en marcha un proyecto de digitalización con el fin de crear herramientas internas para crecer a nivel internacional. Además, explicó que el sector va a evolucionar y tienen que estar implicados para saber cómo adaptarse a los nuevos modelos.
También consideró el pleno nivel de empleo del país como un inconveniente. “Es difícil que cojan tu negocio si no te conocen”, admitía Segura, quien ha apuntado que ser una empresa familiar es positivo en el país de origen porque saben la historia de la compañía, pero en el extranjero no, lo que dificulta que les elijan. El Grupo Segura ha apostado por introducirse en el mundo húngaro con medidas como dar clases de español, no tanto para que aprendan el idioma, sino por la cultura.
“Hay que darles identidad, hungarizar la empresa”, expuso, así como también recalcó la importancia de encontrar líderes locales que apoyen el proyecto familiar. Segura argumentó que las empresas del sector del automóvil tienen que abrirse al extranjero, ya que es un ámbito que necesita crecer. “Hay empresas que no lo hicieron en su momento y hoy no están bien posicionadas”, recalcó.