“No todo en este mundo depende del gobierno”. La afirmación la pronunció en el año 2017 el entonces presidente del Gobierno del PP, Mariano Rajoy, al ser preguntado en una entrevista sobre la subida del precio de la luz. Un claro posicionamiento sobre la manera de entender la responsabilidad de gobierno del PP: gobernar significa no hacer nada para defender el interés de la ciudadanía.
Cuando gobierna, el PP no actúa en defensa del interés general y cuando es oposición no apoya las medidas para mejorar la vida de las ciudadanas y ciudadanos. Son el partido del ‘no’ a España porque fue un gobierno del PP el que aprobó el ‘impuesto al sol’, una medida enraizada en su claro negacionismo del cambio climático y que supuso un frenazo al autoconsumo y al desarrollo de las renovables en España. Fue también el PP de Mariano Rajoy el que rechazó con su mayoría absoluta las medidas presentadas para paliar la pobreza energética.
Años después, el PP sigue instalado en el ideario del ‘no’ a España y como oposición ha optado por no apoyar las medidas del Gobierno para rebajar la factura de la electricidad. No quisieron solucionar el problema del alza del precio de la luz cuando gobernaban, frenaron el desarrollo de las energías renovables -energía más barata para la generación de electricidad- y ahora no quieren colaborar a solucionar un problema que afecta de forma directa a las españolas y españoles. Porque Casado, más interesado en desgastar al PSOE que en colaborar a la recuperación justa para las familias y pymes, no apoyó la rebaja del 21% al 10% del IVA de la factura de la luz aprobada por el Gobierno de España.
La ciudadanía sabe del lado de quién está el PP, y en ningún caso es del lado de la industria, las familias y las pymes. En este lado está el Gobierno del PSOE, que ha aprobado un Plan de Choque para rebajar el precio de la electricidad que permitirá situar este año el recibo de la luz en los niveles de 2018. Un plan con claras connotaciones de justicia social, porque permitirá redistribuir el beneficio extraordinario de las grandes empresas en beneficio de los ciudadanos y ciudadanas. Cerca de 2.600 millones de beneficios extraordinarios logrados por las actuales condiciones del mercado que permitirán reducir el recibo de la luz a las familias.
Gobernar es tomar decisiones para mejorar la vida de las personas. Y es lo que ha hecho el Gobierno del PSOE para reducir el precio de la luz: tomar decisiones valientes. El Decreto-ley aprobado por el Gobierno la pasada semana prevé una combinación de medidas que beneficiarán con carácter general a todos los consumidores y que prevé también medidas destinadas a las familias, al tejido industrial y a las pymes. Con especial incidencia a las familias vulnerables mediante la creación del Suministro Mínimo Vital. El resultado de la apuesta decidida del Gobierno por la defensa del interés general es que el recibo de la electricidad se reducirá un 30% hasta final de año.
Pensó Casado que le iría bien si al Gobierno le iba mal en la gestión de la crisis sanitaria y atisbamos ya el final de esta pesadilla. Pensó el PP que le iría bien si al Gobierno le iba mal el Plan de Recuperación y gestionamos ya los fondos europeos. Soñó Casado con su consejo de ministros tras las elecciones madrileñas, y hoy sus propios compañeros madrileños cuestionan su ‘liderazgo’. Fantaseó el PP con un proceso de vacunación fallido y hemos superado el 75% de población con la pauta completa. Piensa el PP de Casado estrategias para desgastar al Gobierno socialista, y la realidad de una gestión eficaz le golpea una y otra vez.
Era el año 2017 cuando el entonces Presidente del Gobierno del PP, Mariano Rajoy, fiaba a la lluvia la bajada del precio de la luz. Por suerte para la ciudadanía, el actual gobierno actúa. Y lo hace en defensa del interés de las familias y empresas con medidas que garantizan una recuperación socialmente justa. Frente a la inacción del PP, medidas progresistas para redistribuir los beneficios de unos pocos y convertirlos en beneficios para la mayoría de los españoles y españolas, de las empresas y la industria.
