VALÈNCIA. Fundación Bancaja presenta Sorolla y la espiritualidad, una muestra que permite la exhibición pública de la obra Yo soy el pan de la vida tras su reciente restauración dentro de la colaboración iniciada en 2015 con la familia Lladró a cuya colección pictórica pertenece el cuadro. Sorolla y la espiritualidad, comisariada por Felipe Garín, aporta una aproximación a la presencia de la temática religiosa en la obra del artista valenciano, que se caracteriza por ser minoritaria en el conjunto de su producción y por concentrarse en los años más tempranos de su trayectoria cuando estaba consolidando su personalidad artística y antes de desarrollar su estilo luminista. La muestra está integrada por seis obras datadas entre 1883 y 1899. Junto con el cuadro de la familia Lladró, se exponen obras de la colección de la Fundación Bancaja (¡Triste herencia! y Monja en oración), el Museo Nacional del Prado (Santa Clotilde), el Museo de Bellas Artes de Bilbao (Mesa petitoria) y el Museo de Bellas Artes de Valencia (La Virgen María), además de un boceto procedente del Museo Sorolla y otro de una colección particular.
Sorolla pintó tres grandes cuadros de temática religiosa. El primero fue El entierro de Cristo (1886), destruido por el pintor tras la decepción que supuso la crítica desfavorable y la mención honorífica otorgada en la Exposición Nacional de Bellas Artes 1887 que no llegó a recoger, y del que se expone una fotografía. Las otras dos obras principales de tema religioso, ambas presentes en la muestra, son Yo soy el pan de la vida y ¡Triste herencia!
Yo soy el pan de la vida (1896-1897) fue un encargo realizado a Sorolla por un político y hacendado chileno para su casa-palacio en Valparaíso. La obra, con un formato de 414 x 532 centímetros, se muestra por primera vez al público tras su reciente restauración integral. Esta es la tercera vez que se interviene la pintura desde que la creó Sorolla. Los trabajos en el soporte han consistido en retirar dos reentelados de las sucesivas restauraciones antiguas por haber perdido su función de soporte y sustituirlos por un nuevo reentelado que cumpliera con las necesidades de sostén y refuerzo de la tela original. En la capa pictórica se han retirado la suciedad acumulada, los barnices alterados, y repintes invasivos y alterados cromáticamente, siendo sustituidos por una reintegración de los faltantes que cumpliera con los requisitos de respeto al original, durabilidad y reversibilidad. También se ha sustituido el bastidor de gruesas vigas de madera que se colocó en la anterior intervención por uno de madera y aluminio.
¡Triste herencia! (1899), pintado por Sorolla en la playa del Cabañal de Valencia, supuso su consagración nacional e internacional tras obtener el Grand Prix en la Exposición Universal de París de 1900. Refleja a un grupo de niños enfermos atendidos por un religioso de la Orden de San Juan de Dios en el momento del baño en la orilla de la playa. El cuadro fue adquirido por un coleccionista en Nueva York en 1902 y no volvió a España hasta su adquisición en 1981 por la Caja de Ahorros de Valencia. Además de en la sede de la Fundación Bancaja en Valencia, la obra se ha expuesto en los últimos 20 años en la Royal Academy, en Londres; Museo Guggenheim, en Nueva York; Museo Meadows, en Dallas (Estados Unidos); Museo de Arte de San Diego (Estados Unidos); el Museo Nacional del Prado, Fundación Mapfre y Museo Sorolla, en Madrid; el Kunsthalle der Hypo-Kulturstiftung, en Múnich (Alemania); y el Museo del impresionismo, en Giverny (Francia).