VALÈNCIA. Fundación Bancaja ha sido reconocida con el premio Culturplaza 2020. La cultura continúa siendo un pilar fundamental en el proyecto periodístico del grupo Ediciones Plaza que, coincidiendo con la celebración del décimo aniversario de Valencia Plaza, cabecera con la que inició su andadura, premia la trayectoria de una de las instituciones de mayor arraigo en la sociedad valenciana, tanto en el ámbito cultural como el de la acción social.
En estos meses de pandemia, que han resultado tan difíciles para los sectores culturales, el espacio no solo no se ha desdibujado sino que ha puesto sobre la mesa algunas de las propuestas más interesantes del curso. Entre ellas, la exposición Antonio López, un recorrido completo por la pintura, el dibujo y la escultura del autor desde los años 50 hasta la actualidad, proyecto que revitalizó la València cultural generando colas de público que demostraban una vez más que la cultura no solo es segura sino que el público la esperaba con ganas.
Tanto es así que desde su reapertura en junio tras el confinamiento son más de 40.000 personas las que han visitado sus salas. Y el ritmo no para porque esta misma semana presentan nuevo proyecto, Dalí. Litografías de los excesos pantagruélicos, que muestra la serie de obra gráfica realizada por el genio a partir de la obra literaria Gargantúa y Pantagruel.
La actual Fundación Bancaja nace de un proceso de transformación iniciado hace siete años que ha permitido consolidar e impulsar su papel de referencia en sus ámbitos cultural y social así como su prestigio, trabajando desde entonces como fundación privada e independiente con el objetivo de contribuir al progreso de la sociedad valenciana mediante el uso social de la cultura y prestando especial atención a los colectivos más vulnerables. Así, fue en noviembre de 2013 cuando se constituyó la nueva fundación que ha realizado dicha transformación, con Rafael Alcón como presidente del Patronato.
Pionera en tanto que gran proyecto artístico independiente de la institución pública, el proyecto de Fundación Bancaja se ha caracterizado por el prestigio cultural y una proyección que va más allá de nuestras fronteras, a través de una labor que tiene como pilar la producción de exposiciones que son referencia en el panorama artístico nacional. Cabe destacar su especial relación con el genio valenciano Joaquín Sorolla, que constituye uno de los pilares de su rica colección, que suma obra gráfica de Picasso, así como artistas esenciales del arte contemporáneo valenciano y europeo, proyectos que la sitúan como lugar de referencia en el mundo del arte nacional e internacional. Todo eso sin dejar de lado a artistas valencianos, tanto consolidados como jóvenes creadores.
Y es este puente entre València y el exterior que ha constituido una de sus mayores bazas, un camino de ida y vuelta que ha cimentado relaciones tan fructíferas como la afianzada con la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza, que resultó en la llegada de Paraísos. Impresionismo europeo y americano; con el Louvre, con la exposición Tanagras. Figuras para la vida y la eternidad, o que ha generado proyectos ‘marca València’ pero de calado nacional como la exposición de 2016 sobre Equipo Crónica, que con más de 165 obras la convierten en la antológica más completa que se ha realizado de este colectivo artístico.
Pero la Fundación Bancaja es algo más que una institución cultural, pues junto con la cultura tiene la acción social como otro de los ámbitos estratégicos de actuación con programas de ayudas directas a asociaciones valencianas que trabajan en los ámbitos de la exclusión social, la discapacidad, la cooperación internacional y el medio ambiente. Una entidad que, por cierto, mira al futuro, también en su contenedor gráfico, pues este mismo año el Premio Nacional Pepe Gimeno renovó su imagen.
El Año Sorolla clausura sus actividades en València con una gran exposición en Fundación Bancaja en la que la emoción une el trazo del pintor y el relato de Manuel Vicent