MADRID (EP). Salvador Gabarró ha puesto fin este miércoles a una etapa de casi doce años como presidente de Gas Natural Fenosa, en la que ha logrado convertir la gasista Gas Natural en un grupo energético integrado de gas y electricidad, así como en una empresa de perfil internacional.
La empresa que deja Gabarró ha pasado de ganar 642 millones en 2004 a 1.502 millones en 2015, así como de repartir un dividendo anual de 318 millones aquel año a 1.001 millones doce años después. Durante su mandato, ha pasado de 9,5 millones de clientes y 6.697 empleados a 23,8 millones de clientes y 19.939 empleados.
Una de las claves de la transformación de la empresa ha consistido en su internacionalización. Si el 29 de octubre de 2004, el día en que Gabarró fue designado presidente, el grupo tenía presencia en diez países, ahora opera en 30 países, y lo hace mediante iniciativas como la sociedad Global Power Generation y apoyada en su capital por firmas como GIP o socios estratégicos como Sonatrach.
El hasta hoy presidente ha capitaneado junto al consejero delegado, Rafael Villaseca, designado apenas tres meses después de su llegada al cargo, el salto al negocio de la electricidad. Como parte de este esfuerzo figura el intento de compra de Endesa mediante la OPA lanzada a finales de 2005, que dio origen a la mayor batalla empresarial de los últimos años y que derivó finalmente en la adquisición de la eléctrica por parte de Enel y Acciona.
Fue en 2009 cuando Gas Natural logró por fin convertirse en una de las grandes eléctricas de España. Lo hizo con una primera operación en 2008, mediante el acuerdo para la compra a ACS de un 45% de Unión Fenosa, y después con la materialización, un año después, de la adquisición del resto de la eléctrica y la creación de Gas Natural Fenosa.
Tras ese momento, el grupo dio un salto cualitativo, hasta el punto de encaramarse a las primeras posiciones de índices internacionales de referencia como el Platts Top 250. Creció en Europa, creó Gas Natural Fenosa Renovables, firmó contratos con Cheniere para comprar gas en Estados Unidos, comercializó gas en Asia y lanzó los planes estratégicos 2010-2014 y 2016-2020, de aplicación en la actualidad.
Gabarró ha sido relevado este miércoles al frente de Gas Natural Fenosa por Isidro Fainé, tras la decisión de Repsol y Criteria Caixa de vender un 20% de la empresa al fondo GIP por cerca de 3.800 millones de euros.
Nacido en 1935, Gabarró reivindica sus "valores tradicionales" y sus orígenes de empresa familiar. Su estilo se caracteriza por un talante afable, prudente y diplomático, en el que priman las distancias cortas y la necesidad de mantener buenas relaciones y gestionar con habilidad la empresa.
"A mí, el trato personal siempre me ha funcionado bien, me he entendido con la gente y, precisamente, creo que esa es una de las cosas que más me han gustado", explica el propio Gabarró en el libro 'Conversaciones empresariales con Salvador Gabarró', editado en 2002.
El ejecutivo nació en un pueblo pequeño de la Segarra, Sant Guim de Freixenet, una zona árida de Lleida, de campo, fronteriza ya con la provincia de Barcelona y especialmente dura por su climatología y por los pocos alicientes que ofrecía a una persona emprendedora e inquieta como él.
Se fue a estudiar a la Escola Industrial d'Enginyers Industrials de Barcelona y se doctoró como ingeniero industrial por la Politécnica de Cataluña, formación que completó con un PADE en el Iese.
Empezó a trabajar en Perfumería Parera (Badalona), una empresa familiar en la que le encargaron elaborar el proyecto de la nueva fábrica y la gestión del negocio, y posteriormente pasó a Roca, donde se convirtió en 1969 en director general de Producción y en 1974 en gerente.
Dejó el cargo a los 65 años, en 2000, pero, lejos de abandonar la vida empresarial, le propusieron en 2003 convertirse en consejero de La Caixa, desde donde entró en el consejo de Gas Natural ese mismo año, empresa que acabaría presidiendo.
"La ilusión en una empresa no se acaba nunca, siempre tienes metas nuevas. Es más, yo le diría que esto se lleva con más serenidad cuando uno se hace mayor que cuando se es más joven. Te quemas más al principio que cuando tienes más experiencia", afirma en el libro.
Una de las primeras cosas que hizo Gabarró cuando fue nombrado presidente de Gas Natural fue visitar todos los centros de trabajo y saludar personalmente a los empleados, interesándose por lo que hacían. Esto mismo lo hizo de nuevo en el año 2009, en los primeros meses tras la fusión de Gas Natural con Unión Fenosa.
También ha sido un defensor de la familia y ha antepuesto a menudo pasar tiempo con ella a acudir a eventos sociales. Siempre ha sido celoso con su vida privada y ha preservado sus opiniones y gustos personales, hasta el punto de que solo ha trascendido una de sus aficiones, la de la pesca, que practica desde una barca en el mar.
Ha compaginado desde el primer momento sus responsabilidades al frente de las compañías con la participación activa en instituciones como la Cambra de Comerç de Barcelona o el Cercle d'Economía. Llegó a ser presidente del Cercle d'Economia entre 1999 y 2002.
Entre sus máximas como ejecutivo destaca el pragmatismo, que intenta poner en valor frente a sus colaboradores y directivos. "Hay que delegar mucho y dar autonomía. Y así puedes tener a mucha gente por debajo de ti, pero a base de no molestarlos, de decirles: 'Espabila y no vengas a verme hasta que tengas un problema'", señala.
En estos últimos doce años ha acudido cada mañana a la sede de Gas Natural Fenosa en Barcelona, salvo cuando se ha encontrado de viaje. Los empleados de la empresa han tenido ocasión de coincidir con él en el vestíbulo o en el ascensor, o incluso en la calle, pues, pese a acudir en coche al despacho, se bajaba dos o tres manzanas antes y caminaba hasta el edificio.