VALÈNCIA. El vicepresidente segundo y conseller de Vivienda y Arquitectura Bioclimática, Rubén Martínez Dalmau, ha anunciado la concesión de cerca de 7 millones de euros para las ayudas del Programa de Fomento de la Regeneración y Renovación Urbana y Rural (ARRUR) en el marco del Plan estatal de vivienda 2018-2021. Se trata de unas ayudas convocadas mediante pública concurrencia y que en esta edición han sido seleccionadas las intervenciones propuestas por los municipios de Gandia, Mislata, Sagunto y Benlloc.
Las ayudas concedidas, de carácter plurianual, ascienden a un total de 6.845.935,30 euros, de los cuales 5 millones corresponden a la aportación del Ministerio de Fomento y 1.845.935,30 euros a la aportación de la Generalitat.
Del total concedido, Sagunto recibirá 1.769.824,76 euros para iniciar la regeneración urbana del barrio de Baladre: 1.256.582,31 euros los aportará el Ministerio, y 513.424,45 de la Generalitat Valenciana. En Benlloc serán 480.000 euros para actuar sobre su casco urbano, 327.000 euros de la institución estatal, y 153.000 euros de la autonómica.
En el caso de Mislata, recibirán 2 millones de euros para mejorar los barrios del Quint y Nou. De estos, 1.582.807,15 euros provienen del Ministerio y los otrs 417.192,85 euros de la Generalitat. Y Gandia recibirá 2.596.110,54 euros para regenerar el barrio de Corea, de los cuales 1.833.610,54 euros son de la administración estatal y el resto, 762.500 euros, de la autonómica.
Martínez Dalmau, ha destacado que la rehabilitación y la regeneración urbana "serán sin duda alguna el motor de la reconstrucción". En este sentido, ha señalado que el programa ARRUR se encuentra alineado con los objetivos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, "cuyo fin es impulsar la recuperación económica y social para superar las consecuencias provocadas por la pandemia".
Asimismo, ha asegurado que la experiencia de la Generalitat en la gestión de programas de regeneración urbana en el marco de los sucesivos Planes Estatales de Vivienda, "es una oportunidad para el desarrollo eficiente, en colaboración con las entidades locales, para llevar a cabo programas de actuaciones de rehabilitación a nivel de barrio, un programa que precisamente está dotado con fondos europeos".
El principal objetivo de ARRUR, tal y como ha señalado la directora general de Vivienda y Regeneración Urbana, Elena Azcárraga, es "mejorar entornos residenciales, dignificando barrios vulnerables o revitalizando centros históricos, con una perspectiva integral, actuando tanto en la rehabilitación de las edificaciones como en la mejora del espacio público incluido en los ámbitos delimitados por los municipios".
Azcárraga también ha indicado que, en su conjunto, las ayudas a la regeneración y renovación urbana fomentan la conservación, la mejora de la eficiencia energética y la implantación de la accesibilidad universal en el espacio urbano. Se subvenciona tanto la rehabilitación edificatoria como la demolición y posterior reconstrucción, y los costes para el realojo temporal.
Para la concesión de estas ayudas del programa ARRUR,han valorado las solicitudes de acuerdo a criterios técnicos. El procedimiento abierto en régimen de concurrencia competitiva ha dado como resultado la presentación de 15 propuestas municipales.
Respecto de la necesidad de intervención en el ámbito, el factor con más peso ha sido el nivel de vulnerabilidad de la zona, conforme al Visor de Espacios Urbanos Sensibles de la Comunitat Valenciana (VEUS). También se ha valorado la protección del patrimonio cultural y la existencia de deficiencias en el entorno urbano y en los edificios, como problemas de accesibilidad, así como su detección mediante procesos de participación ciudadana.
En relación con la idoneidad de las intervenciones propuestas, se ha valorado la aplicación de la perspectiva de género y la propuesta de medidas complementarias de carácter social, ambiental y paisajístico. Asimismo, se ha valorado positivamente una mayor aportación económica por parte de los ayuntamientos por encima del mínimo establecido para favorecer a las unidades de convivencia con menos recursos y en situación de mayor vulnerabilidad.