VALÈNCIA. "Pedimos a la clase política que trabaje por nuestro país y que juegue a la moderación". Así lo señalaba Antonio Garamendi, presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), en el XIX Congreso de Directivos CEDE, celebrado este miércoles en la ciudad de València. En la charla, bajo el título 'Los retos de la economía española', también ha participado José Luis Bonet, presidente de la Cámara de Comercio de España
Tal y como recordaba el presidente de KPMG y moderador de la charla, Hilario Albarracín, la bajada interanual del PIB en el segundo trimestre fue del 21,5% con aumentos de la tasa de desempleo que se espera que se eleve hasta un 19%. Entre los sectores más afectados, el ocio, el turismo o la cultura. "Todos nos encontramos en un periodo de incertidumbre con retos financieros, regulativos o estratégicos y las empresas requieren apoyo y seguridad", recordaba.
El presidente de la patronal apuntaba a la necesidad de seguir con la actividad siempre con los medios de protección adecuados. "Es importante confiar en nuestros inversores y en nosotros", recordaba. "Lanzamos al exterior una imagen que no es real. Debemos ser más optimistas". En todo caso, destacaba la necesidad de abordar una serie de retos que ya estaban sobre la mesa pero que ahora son claves, como la digitalización y la innovación.
Además, recordaba que todavía quedan cuestiones estructurales de la actividad económica que solventar, y es que los objetivos de 2020 marcaban que el 20% del PIB en España debía ser industrial y no lo es. "También es clave transitar", señalaba. "Es un reto fomentar la industria en este país". No obstante, insistía en que el turismo no sobra y es necesario apoyarlo.
Garamendi también reivindicaba la importancia del empresariado para mantener el equilibrio social. "Los que creamos el empleo creamos igualdad", apuntaba. También insistía en la importancia del diálogo social. "Nosotros trabajamos con independencia, con sentido de estado y con lealtad institucional. Llevamos seis acuerdos de diálogo social y pedimos a la clase política que trabaje por nuestro país y que juegue a la moderación", afirmaba.
"No hemos vivido nada como esto. Es la peor crisis no solo sanitaria, sino económica que hemos vivido y es mucho decir". Bonet, según las estimaciones de la Cámara de Comercio de España, auguraba un caída del PIB del 14% para finalizar el año y un incremento del paro que alcanzará el 22,5%, en un contexto en el que lamentaba la destrucción de tejido productivo. Ante esta situación, ha puesto sobre la mesa dos posibilidades para salir de la crisis: la resistencia y la creación. Para la primera insistía en la necesidad de la colaboración. "Si no vamos juntos no saldremos", apuntaba. "La máxima es que nadie que sea viable se quede atrás y los que no lo sean se reinventen".
Con esta visión, destacaba la necesidad de potenciar el emprendimiento para colocar a los parados además de flexibilidad. "Europa es la que nos va a salvar y esto significa deuda, aunque los fondos de reconstrucción son para mejorar pero no para aguantar.", recordaba. En este sentido, depositaba parte de la solución en el sistema bancario, pero pedía al Estado "una revisión excepcional de la regulación". Tras encauzar la situación, el presidente de la Cámara de Comercio de España contempla una segunda fase, la de mejora, donde habrá que seguir la línea que marca Europa de transformación digital, ecológica y captación de talento. Además, ponía sobre la mesa la necesidad de seguir potenciando la internacionalización.
"El Estado español debe virar al servicio de la gente y no perderse en divisiones", señalaba Bonet. Mientras, delegaba a la empresa la labor de ponerse las pilas y luchar. Mientras, Garamendi señalaba la necesidad a aprovechar bien los fondos europeos y pedía al Estado atender a las empresas y a los proyectos empresariales. "Quien tiene que generar la riquezas son los empresarios". Respecto a las ayudas, recocía que los ERTE y los ICO han sido claves para proteger el empleo y permitir hibernar a las compañías.
"Me siento orgulloso de que hemos defendido a los más pequeños, porque el Estado se estaba olvidando de la hostelería, el ocio nocturno, los comercios y las pequeñas pymes pequeñas", recalcaba. En este contexto, señalaba la importancia del papel de la banca privada. "Es la que ha puesto 100.000 millones de euros y ha hecho el esfuerzo de estos créditos que el Estado está avalando", concluía.
