TOLEDO (EFE). El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, está abierto a un acuerdo nacional del agua que garantice la sostenibilidad y el reparto de recursos hídricos, pero sin renunciar a la implantación de los caudales ecológicos progresivos del río Tajo, sin condicionantes, como se aprobó en el Consejo Nacional del Agua del 29 de noviembre, y como señalan las sentencias del Tribunal Supremo en ese sentido.
La portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Blanca Fernández, en una rueda de prensa este miércoles en Toledo, se ha referido así a la manifestación en Madrid de los regantes de Alicante, Almería y Murcia frente al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, para protestar ante la decisión de fijar caudales ecológicos en el río Tajo, lo que conllevará una reducción del trasvase al Segura.
Fernández, tras mostrar su absoluto respeto ante las protestas que se enmarcan en un ejercicio democrático, ha dejado claro que Page "no quiere guerra del agua" sino que está abierto a alcanzar un acuerdo nacional "sin partidismo, sectarismo ni egoísmo", con las premisas del sentido común y la sostenibilidad para que se pueda regar y disfrutar de la naturaleza también durante las siguientes generaciones.
La única ideología de Page en este tema del agua, ha continuado la portavoz, es el reparto de recursos, los derechos de la cuenca cedente y la sostenibilidad teniendo en cuenta los caudales ecológicos del río Tajo sin renunciar a ningún avance, como se indica en las sentencias judiciales.
Con la implantación de los caudales ecológicos en el Tajo, ha resaltado Fernández, se va a subsanar una anomalía, ya que se trata del único río de toda España que no contaba con la garantía de caudales ecológicos y además está afectado por un "trasvase franquista" que se construyó y puso en marcha con una "mentalidad centralista".
Para un acuerdo del agua ha insistido en que "cuenten con Page", pero sin renunciar a los caudales ecológicos ni a cubrir las necesidades de la cuenca cedente ni al interés de Castilla-La Mancha ni a la eficiencia en los riegos, porque son avances que la tecnología permite. Pero le ha advertido al líder regional del PP, Paco Núñez, que si el acuerdo sobre el agua "pasa por seguir hipotecando al Tajo y solo al Tajo, el no es rotundo".
Por su parte, García-Page ha dicho en Albacete que "si hoy se está hablando del agua y del trasvase en este país es, simplemente, porque hemos ganado varias sentencias seguidas en el Supremo. No es capricho político o receta ideológica, hemos ganado sentencias, hemos tenido que ir reiteradamente al Tribunal Supremo para que se aplique la ley y la directiva europea".
Ha admitido que recibir insultos o ataques por su postura sobre el agua del Tajo va en su sueldo como presidente autonómico, pero ha subrayado que "hemos sido muy moderados" a la hora de exigir que se cumplan las distintas sentencias que dictan caudal ecológico en el Tajo como manda la legislación española y la europea.
García-Page ha manifestado que en los 44 años de vida del trasvase han cambiado aspectos ambientales y de cambio climático, y el Tajo es el único río del país que no tiene caudal ecológico mínimo debido a que "en Levante" llevan 44 años "sin moverse ni un centímetro cúbico" de sus posiciones, y esto "no puede ser".
Ha subrayado que Castilla-La Mancha ha sido, está siendo y será "muy solidaria" y "nunca" faltará agua para el consumo humano, pero hay que debatir cómo se utiliza "el poco agua que hay" en el Tajo y el poco agua que habrá.
Y ha insistido en que "hemos sido muy moderados a la hora de exigir que se cumplan las distintas sentencias" y él será el "primero" en ayudar a que haya un consenso pero con "lógica", pero está defendiendo los intereses de Castilla-La Mancha "con la ley por delante".
Ha agregado que el Gobierno de España está aplicando la ley porque "no puede no aplicarla" y ha criticado que se está trasvasando "de la España seca a la España más seca aún"