VALENCIA. El complicado reparto de los activos del grupo Ros Casares comienza a aclararse. La firma valenciana Gedesco, una de las principales aspirantes a hacerse con las unidades productivas en la subasta de los activos que forman parte del concurso, retirará las alegaciones contra la propuesta de los administradores de repartir los activos de Thyssen Ros Casares, una de las empresas del grupo, entre varios de los aspirantes.
Así lo manifiestan a este periódico fuentes de la firma especializada en descuento de pagarés, que puso sobre la mesa más de 8 millones de euros por nueve de los veinte lotes en los que se dividieron los activos. Entre ellos están las dos plantas de planos (chapa) para automoción de Thyseen Ros Casares en El Puig y Sagunto.
La propuesta que los administradores concursales trasladaron al juez sólo le asigna a Gedesco el centro de Sagunto, mientras que la de El Puig se le adjudicaría a la compañía alemana Thyssenkrupp, el otro gran aspirante a quedarse con los mejores activos del grupo industrial valenciano.
Ante el reparto salomónico de la joya de la corona del grupo entre Gedesco y Thyssen, la firma que dirige Antonio Aynat presentó alegaciones. Su oferta era por activos vinculados, condicionada a la adjudicación en conjunto de todos los lotes por los que ha ofertado y con un plan industrial basado en las sinergias entre plantas.
La decisión de retirar las alegaciones y dar por buena la propuesta que los seis administradores trasladaron al juez en su informe se produce después de que Thyssenkrupp y Ros Casares, socios al 50% en Thyssen Ros Casares, hayan llegado a un acuerdo para resolver el enfrentamiento judicial que mantienen desde hace meses y que en gran medida ha sido uno de los causantes de la entrada en concurso de la firma metalúrgica.
El conflicto entre el grupo Ros Casares y Thyssenkrupp por el control de Thyssen Ros Casares surgió tras la decisión de la multinacional alemana de cerrar la planta de Galmed Sagunto, lo que originó problemas de suministro a Thyssen Ros Casares.
La denuncia se sustentaba en el pacto que los socios firmaron cuando crearon la sociedad conjunta en el que Thyssen se comprometía a suministrar materia prima a la planta. No obstante, la Corte de Arbitraje de la Cámara de Comercio desestimó la reclamación, en la que Ros Casares pedía 26 millones por lucro cesante.
Previamente, a finales de 2013, los tres representantes de la firma alemana en el consejo de Thyssen Ros Casares habían renunciado a sus puestos en un intento por bloquear el funcionamiento de la compañía, ya que el órgano quedaba sin el quorum necesario para tomar decisiones. Los alemanes respondieron a la firma valenciana con una querella por supuesto delito societario de Francisco Juan Ros García, Germán Ros Casares y Germán Ros García.
Dan por bueno el reparto de los administradores
Según explicaron a este periódico fuentes de la administración concursal, Ros Casares y sus socios alemanes pactaron poner fin al conflicto en la última junta de socios de Thyssen Ros, en la que también se admitió como buena la distribución de activos que ha propuesto la administración concursal.
Los responsables de la oferta de Gedesco, que no tienen representación en esa junta, también aceptan el reparto de bienes previsto en el informe presentado en el juzgado, ya que consideran que la adjudicación del Centro de Acero de Vitoria justifica la renuncia a pelear por quedarse también la planta de El Puig. Los planes de Gedesco pasan por mantener al actual equipo gestor con Francisco Juan Ros a la cabeza.
Tras el acuerdo entre socios, distintas fuentes del proceso consideran que la resolución de la subasta, bloqueada durante meses, es cuestión de días. El siguiente paso es que el titular del juzgado en el que se ha tramitado el concurso dicte un auto aprobando la sugerencia que le han hecho los administradores y que los ofertantes confirmen la compra.