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Gerardo Stübing: "Plantear un contencioso sería alargar la agonía del Círculo de Bellas Artes"

11/01/2019 - 

VALÈNCIA. Cuando el Círculo de Bellas Artes de València vendió su sede en 2016 parecía haber dado carpetazo a sus problemas financieros, sin embargo, era solo el principio. Tal y como avanzó ayer jueves Cultur Plaza, la asociación necesitaba de la autorización de la conselleria de Cultura para realizar la operación, cláusula vinculada a la concesión de una subvención en 2001 por valor de 1,2 millones de euros para la rehabilitación del inmueble. En caso de no contar con dicha autorización y vender la sede el Círculo debería reintegrar la cantidad de la ayuda. Y así ha sido. El incumplimiento por parte de la asociación de dicha cláusula, que afirman desconocían en el momento de la venta, ha llevado a la administración a demandar el reintegro de 1,8 millones de euros (incluidos intereses). Desestimado el recurso presentado por la entidad cultural, el presidente de la misma, Gerardo Stübing, critica la “falta de voluntad política” para salvar el centro, a sabiendas de que legalmente están entre la espada y la pared. En conversación con este diario explica que ha elevado su ‘causa’ al propio President, Ximo Puig, cuando apenas quedan unas semanas para que finalice el plazo para efectuar el pago, momento en el que el caso pasará de las manos de la conselleria de Cultura a las de la Agencia Tributaria. Con una historia de más un siglo y unos últimos años de confesada “decadencia”, el reinicio prometido hace dos años está ahora más cerca del jaque mate que del jaque. 

-Tienen que hacer frente a un a deuda de 1,8 millones de euros, ¿en qué situación deja a la asociación? 
-El Círculo de Bellas Artes es insolvente para hacer frente a esa deuda y, por lo tanto, habría que hacer un cierre con una liquidación de la institución. Si existiera por parte de la conselleria de Cultura una voluntad política de permitir que el Círculo continuara su actividad y no empobrecer el panorama cultural valenciano, se podría llegar a un acuerdo que no perjudicara a nadie. Nosotros hemos manifestado nuestra intención de que la conselleria asumiera la colección de obras pictóricas y escultóricas, con eso se podría cubrir ese importe, de forma que ese dinero [la subvención] habría revertido en forma de patrimonio. Tan patrimonio es un edificio restaurado como una colección con obras de Sorolla y Pinazo.


-Planteada la propuesta, ¿cuál fue la respuesta?
-Inicialmente la respuesta fue positiva, parecía que íbamos a encontrar una solución. Después pegó un giro. Vimos que no había interés en solucionarlo, que se nos aplicaba la legislación de manera escrupulosa sin alternativa. Propusimos varias alternativas pero la respuesta ha sido la misma.

-El recurso que presentaron por la vía administrativa ha sido desestimado. 
-Pensamos que ante la justificación que planteamos se solucionaría, tratándose una venta forzosa sin la que se hubiera perdido el patrimonio [artístico] y siendo desconocedores de esa situación (de hecho, mantuvimos conversaciones meses antes de la venta y en ningún momento nos manifestaron la existencia de esta cláusula). Somos conscientes de que jurídicamente nuestra obligación era haberlo comunicado y haber contado con la autorización. La ignorancia de esta situación no nos exime del cumplimiento. De hecho queremos cumplir, pero no podemos. No ha habido ningún lucro y ni mala intención.

-¿Cómo es posible que el Círculo desconociera esa cláusula a la hora de efectuar la venta?
-Nosotros [la nueva junta] nos encontramos nada más llegar con una situación en la que teníamos por un lado un requerimiento del juzgado por 40 o 50 mil euros que no teníamos para pagar una deuda relacionada con trabajadores, no teníamos para pagar la luz y un proceso de Bankia para hacer una ejecución hipotecaria sobre el inmueble. Intentamos buscar una solución para salvar la situación. El Círculo estaba en una situación desastrosa de gestión. ¿Por qué no lo sabíamos? Ese documento era un documento que no estaba registrado en ningún sitio [en el Círculo]. Posteriormente he visto otro documento relacionado con esta situación, de 2005 aproximadamente, donde se cobró una parte de la subvención, pero en ese documento no se hacía referencia a la cláusula, con lo cual yo entendía que era un convenio que se había firmado y se había dejado morir. A los tres meses de haber realizado la venta nos lo comunicaron desde conselleria de Cultura.

-Dice que la conselleria era conocedora de las intenciones de venta del inmueble, pero la resolución de su recurso no otorga valor jurídico a estas comunicaciones. 
-Pero creo que no todo es jurídico. Hay ética, palabra, honestidad, honradez… Hay una serie de mensajes de WhatsApp, que tengo acreditados notarialmente, donde yo voy informando de que estamos a punto de vender el inmueble, algo que sale publicado en prensa. Ellos eran tan ignorantes como nosotros, aunque jurídicamente nosotros tenemos la responsabilidad.

-Desestimado el recurso administrativo, ¿se plantea desde el Círculo emprender medidas legales?
-No. Hay que ser coherente, siempre lo he dicho. Jurídicamente la situación está clara. Si la Conselleria no quiere pactar una solución, no podemos forzarlo. Hemos incumplido esa cláusula, eso innegable. Plantear un contencioso en esas condiciones sería alargar la agonía. Además, no tenemos recursos para los gastos que implica y, además, mientras tanto la actividad de la institución estaría paralizada, con lo cual desaparecería. Sería absurdo. La única solución es que haya una intención política de dar una solución, utilizando el patrimonio artístico como moneda de cambio para poder saldar la deuda.

-Teniendo en cuenta que no pueden afrontar su deuda. ¿si no hay acuerdo es el fin de Círculo de Bellas Artes de Valencia? 
-Así es. No hay otra. No hay solución posible

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