VALÈNCIA. Dice Andrea Savall (Alcoy, 1993) que se siente “rara” cuando piensa en lo popular que es su proyecto en Madrid y lo poco que se conoce en València. “Porque, a pesar de que nací en Alcoy –dice esta joven de 26 años–, es mi segunda casa y toda mi familia es de Oliva. Viví seis años allí, los años de universidad, y en algún futuro espero volver. Creo que es una asignatura que tengo pendiente”. Por ahora, pondrá solución a lo primero con una presentación de su última publicación, A las Girls From Today también nos rompen el corazón, el próximo 17 de mayo en La Fábrica de Hielo. “Siento muchísima ilusión y es algo con lo que llevo tiempo soñando, pero al mismo tiempo me da mucho respeto”, admite. Pero, empezando por el principio, y para recién llegadas y llegados al proyecto de esta fotógrafa, decir que Girls From Today se define como un fanzine sobre feminismo, y sobre las chicas de hoy en día que anticipa su título. Sin periodicidad marcada, se trata del proyecto personal de Savall, que comenzó como un trabajo académico tras cursar en la capital un máster de fotografía y que ha terminado por convertirse en un antojo de catálogo y altavoz generacional en el que reúne a mujeres, a las que retrata y cede un espacio de expresión libre. Sus expectativas dan una pista de lo que espera de todo esto. “Me gustaría que algún día, dentro de dos décadas, cuando una mujer de 20 años se pregunte cómo pensábamos nosotras –que ya estaremos en la cuarentena– a su edad, pueda comprobarlo leyendo el fanzine. En el presente quiero pensar que este proyecto cumple con la labor social de animar a muchas mujeres y hombres a abrazar la idea de que, seamos como seamos, tenemos derecho a ser nosotras mismas. Sin juzgarnos entre nosotras, por supuesto”, comparte entusiasta.
Durante muchos años, creyó que la pasión por la fotografía le venía de un libro de Robert Capa, el seudónimo con el que firmaban sus fotos Gerda Taro y Endre Friedmann. “Pero, echando la vista atrás, la fotografía siempre ha estado muy presente en mi familia. Mi padre estudió Diseño de Moda y, junto a mi madre, siempre nos ha mostrado pasión por el cine, los libros, la fotografía... En el primer fanzine, una de mis fotos preferidas la disparé con una cámara que utilizaba mi padre cuando tenía mi edad y también vivía en Madrid. Siempre me han animado muchísimo a explorar mi faceta creativa. Y también he de mencionar a mi abuelo materno. Me fascinaba porque tenía un archivo inmenso de fotos y películas que había hecho con Super-8. Sus fotografías son buenísimas, pero creo que nunca se lo llegó a creer y no logró publicarlas. De pequeña me pasaba muchas horas con él en su despacho, con la máquina de escribir o dibujando”, rememora. “Empecé a estudiar Periodismo, pero me cambié a Comunicación Audiovisual por una razón que puede parecer pretenciosa, pero fue así. No quería hablar de las fotos de otros, quería que hablasen de mis fotos. Tenía 18 años y era muy soñadora. Aunque me arrepiento de no haber estudiado Bellas Artes. Algún día estudiaré”, se promete. Hoy entiende que siempre quiso tener un proyecto personal, aunque actualmente éste no sea su principal fuente de ingresos, puesto que compagina GFT (siglas con las que abrevia Girls From Today) con su rol de fotógrafa en la edición digital de Vogue España.
“En 2016 se empezaba a hablar sobre cómo somos las chicas de mi generación, qué pensamos, qué queremos... Me pareció muy importante que fuéramos nosotras las que contáramos todo eso”
El que viene a presentar a València es el tercero de sus fanzines. El primero, que llevaba por nombre un sencillo y rotundo Girls From Today, fue el embrión de los que vendrían después. “Desde muy pequeña siempre he dicho que mi lucha era la de las mujeres. Aunque no sabía bien a qué me refería exactamente. En 2016 se empezaba a hablar muchísimo sobre cómo somos las chicas de mi generación, qué pensamos, qué queremos... Me pareció muy importante que fuéramos nosotras las que contáramos todo eso”. Para esta primera publicación, contó con mujeres de su entorno, amigas y conocidas, a las que retrataba, cediéndoles una página en blanco para que expresaran por escrito qué era para ellas ser mujer en esta época. Algunas mandaron un Whatsapp –reflejado mediante capturas de pantalla–, otras, textos escritos a mano, emails o post-its. ¿La premisa? “Eran chicas que luchaban por hacerse un lugar en el mundo siendo ellas mismas”. Fue entonces cuando autoeditó su proyecto y se lanzó a promocionarlo. “Empecé a escribir a librerías, conseguí una distribuidora especializada en fanzines y, gracias a eso, lo pude vender en la feria de arte ARCO. Más tarde, me llamaron de El Imparcial, un restaurante con tienda y programación cultural de Madrid, para presentarlo allí y exponer las fotos durante tres meses. Tuvo muy buena acogida y eso me motivó a hacer el siguiente”. Reconoce que, al principio, tenía cierto temor a declararse, ella y su proyecto, abiertamente feminista, porque todavía había muchos prejuicios y desconocimiento sobre el término. “Con GFT, he aprendido mucho sobre feminismo. Por ejemplo, que el feminismo no te dice qué mujer tienes que ser; el feminismo pretende que seas la mujer que solo tú desees ser”.
En el segundo fanzine, titulado Mamá, quiero ser artista, reunió a mujeres jóvenes del mundo del arte. “A todas las admiraba. Me parecía increíble que quisieran colaborar conmigo, apenas sin conocerme, y abriéndose de ese modo”. En sus páginas convocó a la artista textil María Ramírez, la música Carlotta Cosials, de la banda musical Hinds, o la diseñadora de moda María Rosenfeldt, hija de Ouka Leele. “Esta edición hizo más ruido, hasta me llamaron de Radio 3 para participar en el programa Hoy empieza todo, que es con el que me levanto cada mañana. La prensa empezó a enterarse más sobre la existencia del proyecto y participé en la exposición colectiva femenina We don't care anymore en la madrileña Swinton Gallery”. También participó en un programa sobre feminismo de Movistar + y en el canal de comunicación pro mujer Freeda España. Pero lo que ella más valora es la comunidad que se creaba en paralelo, pero en torno, al fanzine. Una red de mujeres sustentada en Instagram, con un valor inquebrantable: la sororidad, o el nombre que recibe la hermandad femenina, término reconocido por la RAE desde finales de 2018. “Es la manera de no desvincularme del proyecto entre fanzine y fanzine. Muchas chicas me escriben contándome que también han vivido las mismas situaciones que comparto con textos cortos o surgen iniciativas como la de #Quemeaproveche, con la que plantamos cara a un estigma muy común entre las mujeres a la hora de comer en público: sentir vergüenza por disfrutar de la comida. Me hace muy feliz comprobar que tengo seguidoras muy jóvenes y que, a su edad, están comprometidas con el feminismo. Creo que ellas no tienen dudas sobre qué quieren ser. Están dispuestas a soñar con lo que les dé la gana y eso me llena de esperanza. Y me encanta pensar que Girls From Today les ha inspirado de algún modo”.
“Me hace muy feliz comprobar que tengo seguidoras muy jóvenes y que, a su edad, están comprometidas con el feminismo. Creo que ellas no tienen dudas sobre qué quieren ser. Están dispuestas a soñar con lo que les dé la gana y eso me llena de esperanza”
En su tercer trabajo, da un paso más en cuanto a la reflexión. Denominado A las Girls From Today también nos rompen el corazón, aborda el mito del amor romántico, planteando las relaciones afectivas y sentimentales, también las rupturas, desde un punto de vista más saludable “al que impera en el discurso cultural” y, de paso, “desmontamos la creencia de que las feministas huímos del amor”. También supone un paso adelante por la popularidad de algunas de sus participantes, como Rosy Rodríguez y Zaira Romero, protagonistas de Carmen y Lola (Arantxa Echevarría, 2018) o las integrantes de la formación musical Cariño, Paola Rivero, Alicia Ros y María Talaverano; y aumenta la presencia valenciana. Fanzine en mano, encontramos a las ilustradoras locales Ana Macías (Soy Cardo), África Pitarch y María Herreros, y a la artista Gema Polanco. Y el proyecto crece y crece. Ahora, recala en València, para emoción de su ideóloga. Es así como se va documentando a las chicas de hoy, aquí y ahora, para dar respuestas a las chicas de mañana.